El presidente hondureño, Manuel Zelaya, se recluyó en la madrugada de este viernes en la Casa Presidencial, en medio de una crisis política que lo enfrenta con el Congreso y la Corte Suprema. Zelaya está acompañado por un reducido grupo de ministros, tres hombres y tres mujeres, mientras el resto se ha visto ausente de Casa Presidencial y de los ministerios.
Previamente, el mandatario informó que pidió una reunión urgente del Consejo Permanente de la OEA para que analicen la situación creada en el país, luego de que el Congreso Nacional y la Corte Suprema de Justicia anularan la destitución del jefe militar, general Romeo Vásquez Velásquez.
Asimismo, dijo que no le pueden quitar el control de las Fuerzas Armadas, ya que es una disposición constitucional que deben estar bajo su mandato.
Destitución del jefe militar
Zelaya destituyó al jefe militar porque se negó a que la institución participara en una consulta convocada para el domingo a fin de presionar al Congreso Nacional a que autorice una cuarta urna donde se votaría si se convoca a una asamblea constituyente.
El general Vásquez Velásquez dijo que debió decirle no al presidente Zelaya porque recibió una orden de un tribunal que consideró "ilegal" la encuesta. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) emitió una resolución que declaró ilegal la encuesta y pidió a la fiscalía general que "confiscara el material".
Acompañado de seguidores, el mandatario acudió a la base aérea "Hernán Acosta Mejía" a recuperar urnas y material para una encuesta. Los militares evitaron los choques y permitieron que Zelaya, subido en un bus, ingresara al recinto militar y se llevara el material que había sido decomisado por agentes de la Fiscalía general.
Un 'Golpe de Estado'
El general Vásquez Velásquez dijo que debió decirle no al presidente Zelaya porque recibió una orden de un tribunal que consideró "ilegal" la encuesta. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) emitió una resolución que declaró ilegal la encuesta y pidió a la fiscalía general que "confiscara el material".
Acompañado de seguidores, el mandatario acudió a la base aérea "Hernán Acosta Mejía" a recuperar urnas y material para una encuesta. Los militares evitaron los choques y permitieron que Zelaya, subido en un bus, ingresara al recinto militar y se llevara el material que había sido decomisado por agentes de la Fiscalía general.
Un 'Golpe de Estado'
Zelaya, que defiende su derecho a realizar la consulta a la población, dijo que ésta y otras acciones en su contra son golpes de Estado, mientras se incrementaba la presencia militar en los alrededores del Congreso, donde una mayoría de legisladores se opone a la consulta: "El golpe de Estado ya está. Ya se ha desencadenado un proceso de golpe en Honduras", dijo Zelaya en una intervención en un programa de televisión Hablemos Claro.
Por su parte, el general Vásquez dijo que el Ejército no tiene ningún interés en este asunto: "Nosotros como militares actuamos con prudencia y no tenemos ningún interés (...) respetamos el orden constitucional y esperamos que los políticos dialoguen y encuentren un solución al problema", dijo Vásquez a periodistas.
Las Fuerzas Armadas se mantienen acuarteladas, tanto el destituido general Vásquez Velásquez, así como el resto de la cúpula militar. Sólo han movilizado unos cuantos soldados para resguardar el aeropuerto, el Congreso Nacional y la Corte Suprema de Justicia.
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