31 de octubre, 2011.- Unos 600 manifestantes – entre indígenas, ambientalistas y pescadores – que protestaban en las obras de la represa Belo Monte, ubicadas en el estado de Pará, se retiraron pacíficamente ante la presencia de autoridades el pasado 28 de octubre.
Según la prensa local, el jueves en la mañana comenzó la ocupación de la zona de la construcción del proyecto, en demanda de su suspensión. Asimismo, bloquearon un tramo de la carretera amazónica.
Sin embargo, la empresa Norte Energía, miembro del consorcio que construye la hidroeléctrica, demandó la expulsión de los manifestantes, exigencia que luego fue atendida por las autoridades judiciales de Pará.
Testigos informaron que al lugar de la protesta llegó una tropa de choque junto a un juez, quien dio la orden de desalojo.
No obstante, los manifestantes decidieron retirarse luego de convocar a una asamblea, en donde se unieron y acordaron también fortalecer más la resistencia a la represa.
Cabe resaltar que la central hidroeléctrica de Belo Monte tiene un costo de 11 mil millones de dólares y está destinada a ser la tercera mayor del mundo, detrás de la de Tres Gargantas (China) e Itapú (frontera Brasil-Paraguay).
El problema de esta construcción es que está afectando el territorio de pescadores del río Xingú, cuyas comunidades hasta el momento no han sido consultadas.
La preocupación de ellos, y de los opositores al proyecto de la represa es la destrucción del ecosistema de la región y el modo de vida de los pueblos originarios que habitan el lugar.
“No vamos a pedir nada al gobierno, sino exigir lo que la Constitución nos garantiza. (…) Ya se firmaron varios documentos, hubo reuniones y nada cambió. Las máquinas siguen llegando”, manifestó Juma Xipaia, líder de una de las etnias afectadas por la obra.
Los indígenas de la región Xingu señalaron que desde la construcción de la central hidroeléctrica, la malaria y la mortalidad infantil han aumentado, al igual que la deforestación ilegal.
Por ese motivo, Kayopo “Cacique” Raoni, residente del río mencionado, fue a la sede de las Naciones Unidas, en Ginebra para grabar un video en donde juró “nunca aceptar a Belo Monte”, a manera de protesta.
En declaraciones a la prensa local, la portavoz del consorcio Norte Energía Andressa Lanzellotti, confirmó el fin pacífico de la ocupación y reanudación de los trabajos. Además de informar que no se causaron daños en el lugar.
Pedidos de anulación
Anteriormente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), solicitó al gobierno de Brasil que suspenda la mencionada construcción e inicie los mecanismos de consulta y diálogo necesarios.
Pese a dichas demandas, en Junio de este año, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA) dio inicio a los trabajos de construcción.
Es recién a fines de setiembre en donde las autoridades judiciales de Pará prohibieron la ejecución de cualquier obra que afecte el curso del río Xingú, pero igual se construyeron casas y barracones en las cercanías.
Los fiscales afirmaron que la medida fue aprobada a las prisas, sin consulta previa ni dialogo con los pueblos originarios de la zona.
Por su parte, el gobierno brasileño desistió la semana pasada de buscar una mediación con las comunidades, tal y como lo estableció el CIDH y el Convenio 169 de la Organización de Trabajo (OIT).
Enlaces
http://pelusaradical.blogspot.com/2011/10/brasil-600-manifestantes-se-retiraron.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario