Ante el empeoramiento de la crisis nutricional en el Cuerno de África, la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) insta a todas las partes en Somalia, a los países vecinos y a la comunidad internacional a que mejoren significativa e inmediatamente la asistencia a la población somalí en la región, así como a que eliminen todos los obstáculos que están impidiendo la expansión de la ayuda independiente dentro del país.
La actual crisis en el Cuerno de África está afectando principalmente a la población somalí, por lo que para evaluar las necesidades de la población y ampliar la capacidad de reacción de las organizaciones humanitarias en este entorno complejo, es esencial que se garantice un acceso independiente e inmediato de las mismas al interior de Somalia.
Debido a la limitada capacidad de asistencia que existe hoy en día en el país, miles de somalíes están llegando cada semana a los distintos campamentos existentes en las zonas fronterizas de las vecinas Kenia y Etiopía. Los equipos de MSF llevan semanas informando de que entre el 37% y 38% de los recién llegados a los campos sufren desnutrición aguda, y de que 4 de cada 10 niños están en esa misma situación. Debido a la política oficial de fronteras cerradas y a los obstáculos administrativos que les ponen en los centros de recepción por los que tienen que pasar, ellos y sus familias se enfrentan a numerosos retrasos para llegar a los campos. Tras días y días de caminar sin apenas comida ni agua, e innumerables horas de espera en estos campos de tránsito, se ven obligados a tener que competir por la limitada ayuda que queda disponible en unos campos caóticos y superpoblados como los de Dadaab, en Kenia, o los de Dolo Ado, en Etiopía.
MSF está tratando a más de 10.000 niños con desnutrición severa en los diversos centros nutricionales y clínicas que tiene en toda la región afectada por la crisis. “Hay que garantizar que todos los afectados reciban la ayuda, tanto en Somalia, como en su huida a los países vecinos”, exclama Alfonso Verdú, responsable de operaciones de MSF para Kenia Etiopía y Somalia. “Kenia y Etiopía, países que dan acogida a la gran mayoría de los refugiados somalíes, tienen que dar prioridad a la apertura de nuevos campos y mejorar los existentes.
Y la comunidad internacional tiene que asumir que tiene un responsabilidad compartida en todo esto y debe prestar ayuda a los somalíes que buscan refugio, asegurarles un registro eficiente, hacer una distribución adecuada de las raciones de alimentos, así como proporcionarles refugio y protección en los campos existentes y en los nuevos. Las actuales restricciones y trabas burocráticas están causando demoras innecesarias, y es absolutamente prioritario que se tomen todas las medidas necesarias para responder a la emergencia”.
Las condiciones de vida de la población somalí se han visto enormemente debilitadas en los últimos años por un conflicto armado que dura ya dos décadas. La violencia e inseguridad, unidas a la incesante sequía que ha arruinado las cosechas y que está acabando con la vida del ganado y, por otro lado, al alza en los precios de los alimentos, han hecho que la situación se haya agravado hasta el punto actual. Además, las restricciones existentes para el movimiento de los trabajadores humanitarios internacionales, y las limitaciones impuestas a sus organizaciones para hacer llegar los suministros, han retrasado y limitado de manera muy importante la capacidad de las mismas para hacer llegar la ayuda a la población.
“Nuestros centros nutricionales están operando muy por encima de su capacidad original, y en comparación con el año pasado, hay lugares en los que estamos recibiendo hasta siete veces más pacientes”, explica Aitor Zabalgoeazkoa, director General de MSF. “En la actualidad, estamos dando tratamiento nutricional a más de 3.000 niños y niñas menores de 5 años en Somalia: unos 600 en centros terapéuticos intensivos y más de 2.500 en centros ambulatorios. Necesitamos obtener recursos de manera urgente para ayudar a todos los recién llegados y aumentar nuestra respuesta en todas las regiones afectadas. En varios lugares, como está ocurriendo por ejemplo en el valle del Low Juba, están surgiendo campamentos espontáneos en los que se han reunido hasta 5.000 personas que han huido de sus aldeas y de las zonas rurales en busca de comida y ayuda”.
“Los combates en Somalia, las restricciones impuestas a los aviones de abastecimiento y al personal internacional, así como las permanentes trabas administrativas, han contribuido en gran medida a las dificultades actuales a las que se enfrenta a día de hoy la población de Somalia y a que se esté dando la situación actual”, asegura Unni Karunakara, presidente internacional de MSF. “Es fundamental que se eliminen todas las restricciones y los obstáculos a la ayuda humanitaria, pues la situación no para de empeorar”.
MSF trabaja ininterrumpidamente en Somalia desde el año 1991 y actualmente proporciona atención médica gratuita en ocho regiones del sur del país. Más de 1.400 trabajadores somalíes, con el apoyo de aproximadamente 100 personas más en Nairobi, proporcionan atención médica primaria, servicios de cirugía y tratamiento de la desnutrición a la población somalí. También prestan cuidados médicos y apoyo a los desplazados, y organizan distribuciones de agua y de material de ayuda en 9 localidades del sur y del centro de Somalia.
MSF no acepta fondos gubernamentales para sus proyectos en Somalia, y todos los fondos que utiliza en el país provienen de sus socios y donantes privados.
Para más información:
Fernando G. Calero – 91 758 09 97 / 630 536 419 / fernando.calero@madrid.msf.org
Números de cuenta habilitados para hacer frente a la emergencia:
La Caixa
2100-3063-99-2200110010
2100-3063-99-2200110010
BBVA
0182-6035-49-0000748708
0182-6035-49-0000748708
Banco Santander
0049-1806-95-2811869099
0049-1806-95-2811869099
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