La policía marroquí persiguió el domingo durante horas a cientos de activistas democráticos por las calles de la capital para impedir cualquier manifestación a favor de reformas en el país.
La policía antidisturbios armada con porras cargó contra grupos de activistas que intentaban reunirse, hirió a algunos y condujo a otros a camiones de la policía.
El movimiento marroquí 20 de Febrero, que demanda reformas políticas y una mayor democracia en esta monarquía del norte de Africa, dijo que el gobierno parece estar implementando una nueva política de tolerancia cero ante las protestas.
Los que lograron reunirse gritaban "Queremos nuestros derechos, incluso si estamos condenados a muerte", antes de huir por las calles aledañas ante la ofensiva de los policías. Los manifestantes también se quejaban por el alto costo de la vida y la falta de trabajo.
Decenas de miembros del movimiento también intentaron más tarde reagruparse frente al parlamento, pero nuevamente fueron dispersados con violencia por la policía.
Para el atardecer, los activistas se habían refugiado dentro de la sede del principal sindicato, mientras que una fuerte presencia policial esperaba afuera.
Los activistas también informaron que la policía dispersó violentamente manifestaciones de protesta similares en la ciudad norteña de Tánger y en la sureña Agadir. Muchos fueron arrestados y heridos, pero el movimiento no tenía un recuento oficial de inmediato.
Al igual que muchos otros países en el Medio Oriente y el norte de Africa, Marruecos ha sido sacudido por un nuevo movimiento de protesta en favor de la democracia, compuesto en gran parte por jóvenes de todo el espectro político, inspirados por los levantamientos populares en Túnez y Egipto.
El movimiento en Marruecos no pide la abolición de la monarquía, sino reducir sus poderes, fortalecer al primer ministro, reformar el poder judicial y combatir la corrupción que, dicen, abunda en el país.
El 9 de marzo, el rey prometió reformas constitucionales para enfrentar muchas de esas preocupaciones y se espera que un honroso comité designado presente sus recomendaciones en junio.
Mientras el comité delibera, sin embargo, el gobierno parece haber iniciado una nueva política de tolerancia cero hacia las manifestaciones, que anteriormente había permitido.
El 15 de mayo, un intento de efectuar un mitin frente a la sede del servicio de inteligencia en un suburbio de Rabat fue dispersada violentamente, y por lo menos uno de los líderes de la protesta fue golpeado brutalmente.
La policía también sofocó el viernes un intento de realizar una protesta durante el prestigioso festival de música Mawazine en Rabat.
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