miércoles, 7 de mayo de 2014

Sé la esposa que él siempre soñó

La "Guía de la Buena Esposa", escrita en 1953, está circulando en redes sociales y ha abierto nuevamente la discusión sobre el rol de la mujer en el matrimonio


"Sé la esposa que él siempre soñó", es el principal consejo que entrega esta "guía" que fue escrita para agradar al hombre y que algunos atribuyen a la española Pilar Primo de Rivera, hermana del fundador del partido político de extrema derecha, la Falange Española, e hija de Miguel Primo de Rivera, un político y dictador español de los años ‘20. 

A pesar del concepto de esposa y de mujer que describe, la "guía" está circulando hoy en las redes sociales, tal vez por la visión sexista y despreciativa acerca del rol de una esposa y saca ronchas a cualquier mujer sea o no, feminista. Ha llegado a tanto, que diversos sitios web han publicado sus hermosas láminas donde vienen los mandamientos que casi todos cuestionan.

Para la doctora en filosofía y especialista en temas relativos al feminismo en Chile, Alejandra Castillo (alejandrabcastillov@hotmail.com) es un objeto anacrónico.

"Y lo es en un doble sentido. No creo que para el año 1953 la vida de las mujeres estuviese completamente descrita desde el ámbito doméstico como una especie de esclava honesta y buena" explica.

Y recuerda que los derechos políticos ya eran una realidad; en 1935 ya votaban en las municipales y en 1952 lo hicieron en las presidenciales; además, desde el 1922 ya daban importantes pasos en militancia, movimientos de mujeres y educación. Es más en 1953 asume la primera senadora, María de la Cruz.

Sin mencionar, agrega, que ya dos de los clásicos del feminismo mundial estaban hace un tiempo publicados, "Un cuarto propio" de Virginia Wolf y "El segundo sexo" de Simone de Beauvoir.
"Eterno femenino"
 
Para Claudia Rovira Kaltwasser, terapeuta transpersonal la "guía", pone en evidencia el rol masculino y su apropiación del mundo de lo público, quedando relegado el privado, el hogar, la crianza y lo emocional a un plano inferior, subyugado.

"Hay servilismo, hay un paradigma donde la mujer era vista como menos importante, por lo tanto, demuestra una violencia implícita de habitar una sociedad donde la mujer y su rol son mirados con desprecio", opina.

En ese sentido, cree que vivimos una época de cambios donde la invitación es crear roles femeninos y masculinos sin rigideces y más armónicos.

"Integrarnos en lo femenino implica trabajo interior, implica hacernos cargo de nosotras y de nuestro poder. Aunque es innegable que la huella de sumisión y dolor nos ha marcado transgeneracionalmente", reflexiona.

La clave, dice, es el complemento. "Comparto mi vida para enriquecer mi experiencia y colaborar, en el disfrutar, pero sobre todo, debo dejar de crear relaciones de dependencia donde hay uno que somete y otro que es víctima", alienta.

En ese sentido, llama a creer en la igualdad, pero en una donde el sentimiento de valía personal es lo principal. "En la igualdad per se, de ser un aporte a la existencia independiente de mi forma, de mi rol, de mi género. Es un nivel de conciencia, un algo íntimo, poderoso y sutil, lleno de gracia que habita en cada corazón humano", agrega la terapeuta.

Por tanto, antes de leer la "guía" y que las emociones comiencen a aparecer, aconseja recordar, que lo principal en un matrimonio, es que nosotras las mujeres no sintamos valiosas, integradas, poderosas, amorosas, porque desde ese lugar, se puede ofrecer todo aquello y recibir de la pareja los mismo, expresado desde su aporte masculino.

La "Guía" que enfurece
 
De todas maneras, para saber por qué tanto barullo, transcribimos las recetas que incluye la controvertida "Guía de la Buena Esposa", escrita por una mujer para sus pares. ¡Ojo con la 10!
1. Ten lista la cena: Planea con tiempo una deliciosa cena para su llegada. Esta es una forma de dejarle saber que has estado pensando en él y que te preocupan sus necesidades. La mayoría de los hombres están hambrientos cuando llegan a casa. Prepara su plato favorito.
2. ¡Luce hermosa!: Descansa 5 minutos antes de su llegada para que te encuentre fresca y reluciente. Retoca tu maquillaje y luce lo mejor posible para él. Recuerda que ha tenido un día duro y sólo ha tratado con compañeros de trabajo.

3. Sé dulce e interesante: Su aburrido día de trabajo quizá necesite mejorar. Tú debes hacer todo lo posible por hacerlo. Una de tus obligaciones es distraerlo.
4. Arregla tu casa: Debe lucir impecable. Haz una última ronda por la principales áreas de la casa, justo antes de que tu marido llegue. Levanta los libros de escuela, juguetes, etc. Y limpia con un plumero las mesas.
5. Hazlo sentir en el paraíso: Durante los meses más fríos del año debes preparar la chimenea antes de su llegada. Tu marido sentirá que ha llegado a un paraíso de descanso y orden, esto te levantará el ánimo a ti también.
6. Prepara a los niños: Cepíllales el cabello, lava sus manos y cámbiales la ropa en caso de ser necesario. Son su pequeños tesoros y él los querrá ver relucientes. Tómate unos minutos para arreglar a los niños.
7. Minimiza el ruido: A la hora de su llegada apaga lavadora, secadora y aspiradora e intenta que los niños estén callados. Piensa en todo el ruido que él ha tenido que soportar durante su pesado día de oficina.
8. Procura verte feliz: Regálale una gran sonrisa y muestra sinceridad en tu deseo de complacerlo. Tu felicidad es la recompensa por su esfuerzo diario.
9. Escúchalo: Puede que tengas una decena de cosas importantes para decirle, pero a su llegada no es el mejor momento para hablarlas. Déjalo hablar antes, recuerda que sus temas son más importantes que los tuyos.
10. Ponte en sus zapatos: No te quejes si llega tarde, si va a divertirse sin ti o si no llega en toda la noche. Trata de entender su mundo de compromisos y presiones, y su verdadera necesidad de estar relajado en casa.
11. ¡No te quejes! No lo satures con problemas insignificantes: Cualquier problema tuyo es un pequeño detalle comparado con lo que él tuvo que pasar. Una buena esposa siempre sabe cuál es su lugar.
12. Extra, hazlo sentir a sus anchas: Deja que se acomode en un sillón o se recueste en la habitación. Ten una bebida caliente lista para él. Arregla su almohada y ofrece quitarles su zapatos. Habla con voz suave y placentera.


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