Javier Suazo
ALAI AMLATINA, 07/05/2014.- El gobierno del presidente Juan Orlando Hernández cumple 100 días de gobierno. A juzgar por las vísperas, la mayor parte de dirigentes empresariales y los voceros de la prensa mediática, son de la opinión que el desempeño del gobierno ha sido muy bueno ya que el presidente ha demostrado mucha agilidad y valentía para enfrentar problemas como la inseguridad, corrupción y el narcotráfico.
El mismo presidente está conforme con su gestión y llama a no hacer caso de aquellas voces disidentes que critican todo lo que él realiza, caso particular de la dirigencia de los partidos de oposición: Libertad y Refundación (LIBRE) y Anticorrupción (PAC), como de aquellos periodistas que laboran en televisoras y radios independientes.
Una tesis de entrada es que resulta difícil evaluar la gestión administrativa de un gobierno en apenas 100 días; más bien lo que hay que evaluar son las tendencias, o sea poder descifrar hacía dónde apunta la gestión de dicho gobierno. Otra tesis que sustenta el presidente Hernández, es evaluar las buenas expectativas creadas en la población y las intervenciones de protección y asistencia social ejecutadas por las instituciones de gobierno y el despacho presidencial.
En el tema de la lucha contra la inseguridad lo que se observa es una creciente militarización de la sociedad y más autoritarismo, nada que ver con la llamada democracia representativa o participativa. Igual sucede con el narcotráfico, donde el Estado se ha acoplado -no lo considera así el presidente Hernández- a las políticas de EE UU sin valorar y analizar los costos y beneficios ¿por qué el fruto de los bienes y el dinero de los hondureños que se extraditen no se comparten sino que deben pasar a ser propiedad de EEUU?
Los logros publicitados del gobierno de más militarismo son el fortalecimiento de la policía militar, ley de protección de espacios aéreos, ley de escuchas que viola derechos humanos de acceso a la información, creación de la policía tigres, conformación del escudo aéreo, naval y terrestre antidrogas, presencia en la isla Conejo denunciada como suya por el Salvador, conformación de la Fuerza de Seguridad Interagencial (FUSINA), compra de radares para combatir el narcotráfico, puesta en marcha del programa guardianes de la patria y bloqueo de llamadas a celulares desde los centros penales.
En la lucha contra la corrupción, la estrategia del gobierno es una estrategia de mucha hoja y poca carne. Los peces gordos, la mayoría dirigentes del partido de gobierno no están presos, sino que los funcionarios de segunda categoría, lo que legitima la impunidad. Ejemplo de ello son los casos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), el Instituto Nacional de jubilaciones y pensiones de empleados públicos (INJUPEMP), la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) y la Secretaria de Recursos Naturales y Ambiente (SERNA).
En lo económico, el enfoque de estabilización no ha cambiado y sigue el patrón del gobierno anterior. Más impuestos, liberalización del precio de los combustibles, ajuste automático de las tarifas de los servicios públicos, control de la evasión ¿no de los grandes empresarios evasores?, devaluación y más endeudamiento externo e interno a falta de una política deliberada de fomento del ahorro interno y desendeudamiento. El déficit fiscal se estima cerca del 8%/PIB y la deuda pública total arriba del 43% para 2014, lo que presiona los ingresos corrientes por el acelerado incremento del servicio de la misma (cerca de 32 mil millones de lempiras anuales). El déficit comercial se ha ensanchado en más de 3,900 millones de dólares, pero el gobierno todavía no cuenta con una estrategia de inserción comercial selectiva y todo parece indicar que profundizará la liberalización unilateral total iniciada en el gobierno de Rafael Leonardo Callejas (1990-1993).
A la espera de un acuerdo con el FMI para finales de 2014 o el primer trimestre de 2015, no existe un enfoque alternativo para superar la crisis fiscal ya que el gasto se resiste a bajar, la devaluación acelerada puede darse por aumento de la inflación (3.4%) como inflación acumulada a abril de 2014 y el expediente de la colocación de bonos soberanos seguirá abierto en este año, en una coyuntura donde la mayor demanda de importaciones presiona sobre las reservas y los ingresos de gobierno cuya válvula de escape “curiosamente” es más endeudamiento.
Las ferias del empleo resultan insuficientes frente al problema del desempleo estructural (más de 2 millones de personas), en tanto la oferta de trabajo es limitada frente a la demanda; más aún, los empleos que se ofrecen son por hora y en su mayoría sirven para emplear una persona sacando otra. Hemos argumentado que estas ferias de empleo son instrumentos de control social igual que lo es el bono 10,000, cuya información es utilizada para fines políticos e ideológicos. La lucha debe ser contra este tipo de empleos espurios y de mala calidad, no su promoción y aceptación como política pública para el desarrollo del empleo y mercado de trabajo.
En lo productivo habla, al igual que la promesa de Zelaya Rosales, de generar 200,000 empleos anuales a través de la microempresas, o sea que deben haberse generado 50,000 empleos en estos 100 días lo cual no es cierto. Habla de destinar 20,000 millones de lempiras al agro en los cuatro años, pero solo se aprobaron 150 millones de lempiras de los cuales el 85% se orientará a palma africana, ganadería bovina y avicultura y sólo un 15% a granos básicos. Los fondos destinados para combatir la roya del café son insuficientes y fueron concertados en el gobierno anterior. Está por verse de dónde sacará la plata para la siembra de 150,000 hectáreas de palma africana en Olancho y la Mosquitia, como también la siembra de 50,000 hectáreas adicionales de caña de azúcar donde se anuncia dos nuevos ingenios azucareros y la repoblación total del hato ganadero.
En turismo uno de los logros es la construcción de un nuevo aeropuerto en la zona de Celaque, Gracias Lempira, y la promoción de la ruta de cruceros desde México con apoyo del gobierno de Peña Nieto. No obstante, otro sector potente en la generación de empleo e ingresos como es el sector forestal, luce atomizado, disperso y con raquítico presupuesto para proteger las áreas protegidas y controlar los incendios forestales.
Las ciudades modelo o zonas especiales de desarrollo (ZEDE) no avanzan como debieran para bien de las comunidades y alcaldías donde piensan instalarse; en el caso de la zona sur el gobierno anuncia la conclusión del estudio de pre factibilidad por los coreanos, siguiendo con el estudio de factibilidad y Plan Estratégico de ejecución, aunque haya oposición de las comunidades. En el caso de las alianzas público-privadas (APP) se habla de una inversión millonaria, pero todavía las cuentas nacionales no la registran y más bien lo que sí se empieza a registrar son créditos fiscales y fondos de contraparte nacional y préstamos para asegurar la inversión del socio (o socios) externo más allá de la inversión real realizada por el Estado. ¿Diputados Ojo con COALIANZA?
El gobierno seguirá con el programa de transferencias monetarias condicionadas (TMC) para beneficiar a 800,000 familias; sin embargo, este programa denominado bono 10,000 en el gobierno del humanismo cristiano resultó en un fiasco ya que se invirtieron más de 320 millones de dólares y la pobreza y pobreza extrema en vez de disminuir aumentaron. Al bono 10,000 se le agrega otro programa: Vida Mejor, donde se han entregado más de 2,700 eco fogones, 16 mil mochilas, 45 mil bolsas solidarias y la construcción de pisos de cemento; asimismo se extendió la jornada escolar, puso en marcha el programa para aprender inglés “Yes We Can” y el programa guardianes de la patria donde a los niños (as) y jóvenes adolescentes se les enseña valores patrios ¿no pasarán? y disciplina militar a cambio de un plato de comida para ellos y sus padres.
El Estado hondureño ha sufrido una mutación oligárquica en sus funciones económicas y sociales. Se habla de despedir 60,000 empleados públicos con la reingeniería del Estado, a efecto de reducir gastos y la masa salarial. Se crearon nuevos superministerios que absorben funciones de los ministerios sectoriales, se creó el Consejo Nacional de Inversiones que entierra a la Secretaria de Planificación y Presupuesto (SEPLAN) y vuelve inoperante la Dirección General de Inversiones Públicas de la Secretaria de Finanzas (SEFIN).
La depuración del servicio exterior parece ser uno de los principales logros del presidente Hernández, pero todavía falta depurar aún más otras embajadas y consulados, además de fortalecer con personal de las ciencias económicas dichas oficinas. Otro logro, es su acercamiento a México y Ecuador, como un medio para aprender de las experiencias exitosas en gestión pública y, en el caso de México, tener mayor presencia institucional en la ruta de los migrantes.
Una recomendación final, es que Juan Orlando Hernández debe acercarse a la academia y oposición política para que pueda construir el tan ansiado Pacto por Honduras; no hacerlo visualizará -aún más- su gobierno como autoritario y renuente al diálogo con los actores reales.
Tegucigalpa, 7 de Mayo de 2014
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