Cerca de una veintena de mujeres integran en la actualidad Femen España Femen
Una acción en la embajada de Túnez en Madrid daba el 6 de junio de 2013 el inicio de la rama española de Femen –el movimiento feminista ucraniano que se caracteriza por sus acciones agresivas y a pecho descubierto. Pero fue un mes antes, a principios de mayo, cuando Lara Alcázar
(El Entrego, Asturias, 1991) y apenas cuatro compañeras más iniciaban
su andadura revolucionaria.
Hoy, un año después, Alcázar, líder del movimiento en España y estudiante de Historia del arte, presume que ya son una veintena de mujeres las que se han unido a una causa que tiene en la lucha contra la reforma de la ley del aborto su caballo de batalla. La irrupción en el Congreso o el lanzamiento de ropa interior a Rouco Varela, arzobispo de Madrid, han sido algunas de sus acciones más sonadas. “Las medidas antidemocráticas tocan de lleno a la población masculina pero doblemente a la femenina” protesta Alcázar que, a pesar de ello, asegura que sus reivindicaciones van más allá del feminismo.
- Se cumple un año de Femen España ¿Qué han conseguido en este tiempo?
El balance es bastante positivo. Primero porque hemos logrado que mujeres jóvenes se vuelvan activas y emprendan una lucha muy extrema y directa. Segundo, la campaña por el derecho del aborto ha supuesto hacer visible el tema a nivel nacional e internacional. Y está bien que se recuerde lo que está pasando en Polonia o Irlanda, donde la restricción del aborto es prácticamente total.
- ¿Qué más?
Hemos sabido traer de vuelta el feminismo de una manera buena, porque ha permitido mostrar que hay diferentes tipos de activismo. Hemos dado pie a que los medios de comunicación hablen de problemas que las mujeres están combatiendo y que a su vez se ha sumado al resto de acciones y manifestaciones de otros colectivos de nuestro país. Y es un gran logro que las cosas que reivindicamos no se vean solo como un problema que nos molesta a las Femen sino a toda la sociedad.
- ¿No ha sido solo ruido mediático?
No. Pero para nosotras los medios de comunicación son algo imprescindible. Entendemos que hoy son un altavoz. Que una imagen como la del Congreso dé la vuelta al mundo y que todo el mundo se entere de lo que está pasando es importante.
- En España empezaron una decena de mujeres ¿Cuántas son ahora?
Ha habido gente que ha entrado y que ha salido. Los primeros meses éramos unas cinco y ahora somos unas 20. Hay gente que dice que somos pocas pero a veces somos muchas porque una activista de las nuestras hace más ruido que una protesta de 100 personas. ¡Es un logro que 20 mujeres se quieran arriesgar a este nivel!
- Han recibido críticas desde algunos sectores feministas ¿Cómo lo viven?
Cuando la crítica viene del sector feminista es algo que invita a la reflexión y al diálogo… Pero estamos hablando de la lucha por nuestros derechos, por nuestra dignidad y por lo que nos pertenece. Cada una puede escoger su forma de lucha y la nuestra es una más de la gran oleada de feminismos que hay.
- A veces parece que las feministas tienen ahora 50-60 años y que existe un vacío generacional ¿Han vuelto a revitalizar el movimiento?
Siempre ha habido movimientos feministas, pero a veces caemos en la desconfianza de no querer dar altavoz a los medios de comunicación por temor a que el mensaje se manipule y quizás por eso hay muchos grupos que no se conocen tanto. Quizás nuestra metodología permite que nuestras protestas siempre estén ahí.
- …
El feminismo debe de pasar de ser un tema solo de mujeres o de algunos hombres para convertirse en algo general, en un tema que sea normalizado porque al final luchamos por la igualdad.
- ¿Qué reivindican?
Que las mujeres recuperen el poder que les ha sido negado durante mucho tiempo. Se nos ha borrado de absolutamente todas partes y ahora es nuestro turno de coger el micrófono y empezar a hablar por nosotras mismas. Por eso entendemos que nuestro movimiento tiene que ser construido y promovido por mujeres, aunque eso no quiere decir que no haya hombres en Femen que ayuden ¡Claro que los hay! Pero nosotras somos las que ideamos las protestas, nuestros debates… El cuerpo que es disidente al desnudo sigue siendo el de la mujer. Es nuestro turno de hacer la revolución. Nos saca una sonrisa que estas mujeres que tienen ahora la edad de mi abuela digan que somos el relevo porque ellas lo han hecho en circunstancias mucho más difíciles
.
- ¿Cómo debe ser la revolución de las mujeres?
Creemos que debe ser agresiva, pero no violenta. Con métodos muy directos y radicales, mensajes muy claros y muy incisivos y con protestas que vayan directamente a la raíz del problema: a las personas o instituciones que encarnan esas amenazas para nuestra libertad. A raíz de protestar y presionar a estos símbolos y representantes del patriarcado iremos rompiendo el tejido de este sistema e iremos construyendo cosas nuevas y poco a poco lograremos reformar hasta crear una democracia sólida e igualitaria. Requiere mucho trabajo y posiblemente ni yo lo llegue a ver. Pero nuestro deber es quemar todos los cartuchos y no dejar que nos pasen por encima una vez más.
- Dicen que la desnudez es la forma de que les escuchen ¿No es seguir el juego del culto a la imagen de la mujer que tanto se explota en todo el mundo?
Para nosotras hay una gran diferencia. Escoges empezar a luchar de esta manera y por tanto es una decisión autodeterminada de la mujer. Y la nuestra es una desnudez que nada tiene que ver con la patriarcal, erótica o pornográfica. Es una mujer que se desnuda bajo una premisa política que es precisamente lo que nos quieran negar, que nos inmiscuyamos en cualquier tipo de cuestión que implique poder o cambio. Además lo hacemos de una manera muy agresiva: no son mujeres sonrientes que te están intentando atraer sino todo lo contrario, están intentando mostrar ira hacia lo que tú pretendes hacerles. Y es algo que remueve.
- …
No hemos sido las primeras en emplear la desnudez, es cierto, pero todos los elementos que conforman la estética de Femen permiten mostrar esa imagen que tanto ha querido mostrar el patriarcado de mujeres con flores, con maquillaje a veces incluso con tacones, pero que ahora ¡se está volviendo en tu contra! Es como decir: la barbie que te has empeñado en crear, ahora está luchando contra ti. Y cada activista es diferente. La gente se piensa que todas las de Femen son rubias y delgadas…
- No todas son rubias, pero la mayoría son chicas atractivas físicamente.
Cuando alguien me dice esto les invito a meterse en la página de facebook de todos los países para que miren las fotos y juzguen si todas las mujeres les parecen iguales. Y también parece que hay que criminalizar a las delgadas ¿¡ no puedan protestar!? Estamos por la libertad de que cada una se construya a si misma y si una activista decide raparse o llevar pelo debajo de las axilas va a ser igual de válida. Y si me da la gana de ser rubia y llevar tacones, también valgo. Pero parece inevitable que las mujeres que concuerdan más con los cánones se sientan más seguras a la hora de venir.
- ¿Por qué es necesario que el cuerpo sea herramienta de protesta?
Primero porque siempre se nos ha intentado tener a disposición del sistema: la mujer que esté en casa con la boca cerrada y la vagina abierta. Para nosotras el cuerpo ha dejado de ser algo pasivo para convertirse en algo activo. Si un hombre va sin camiseta corriendo por la calle no pasa nada, pero si una mujer decide salir a expresarse políticamente con su cuerpo se le multa por exhibicionismo sexual. Queremos derrumbar esta gran barrera no solo legal sino también moral y quitarnos ese estigma de que somos pecaminosas, que tenemos que estar constantemente con cuidado de lo que podemos enseñar, de tener que preocuparnos de cómo vamos vestidas. Ahora voy a hacer lo que me de la gana.
- A parte de un bote de pintura y una diadema de flores ¿Qué debe tener la mujer Femen? ¿Debe ser agresiva?
Siempre digo agresiva pero nunca violenta. No queremos hacer daño a nadie ni vamos predicando la violencia. Pero la agresividad es una forma de tornar la pasividad que nos han querido inocular desde que nacemos. Es mostrar esa cara no amable de la mujer que ya no está conforme. La mujer Femen tiene que ser muy decidida y directa. Debe tener convicción y estar orgullosa de hacerlo. Y también debe ser fuerte y no solo físicamente. Debe ser fuerte psicológicamente porque tenemos mucha presión: familiar, de los amigos, mediática, dentro del mismo feminismo… Si de verdad crees en ello, te debe resbalar todo lo que te digan.
- ¿Cómo recuerda la primera acción de la que pronto se cumple un año?
Ahora lo veo y digo “¡Madre mía, cuántos errores!”. Pero poco a poco he mejorado en mi faceta de activista. El primer objetivo cuando planteamos una acción es hacerla y luego, en función de los acontecimientos, saber reaccionar. Hemos dejado entrever una cara de los colectivos provida que para nada es la que quieren mostrar: la cara de la violencia. Nos rociaron con spray por el cuerpo y muchos nos agredieron físicamente. Nuestras acciones ayudan a hacer visible la verdadera cara de todos estos colectivos que a veces intentan llevar por bandera el amor y al final son todo lo contrario.
- ¿Es en el aborto donde van a seguir poniendo todas sus energías?
Sí. Hasta que no desaparezca del programa de cambios que quiere hacer el Gobierno no vamos a parar. Pero hay temas que también son de vital importancia como las elecciones europeas porque los ultraconservadores, que son fascistas, están resurgiendo e intentado hacerse con el poder a través de un mecanismo democrático, algo todavía más escalofriante. También estamos bastante preocupadas por la ley antiprotesta, por el estado policial en el que se está convirtiendo el país que criminaliza cada vez que se sale a manifestar y los problemas que está habiendo con las fronteras, que son dignas de un gobierno completamente facha.
- También dice que la heterosexualidad es una imposición en España.
¡Esto está en todas partes! Es algo extendido en el mundo y no hay mejor ejemplo que lo que está pasando en Rusia y en España. Con el paso del tiempo se ha desarrollado un término llamado heternormatividad. Es ese querer gustar siempre a los hombres. A mí me da igual la tendencia sexual de la gente y a Femen también pero todo el mundo debe tener los mismos derechos independientemente de con quién se acueste. Sigue habiendo acoso a las personas homosexuales en colegios, institutos y trabajos. Y sigue existiendo un estigma. Aunque las cosas van mejorando y la gente va entendiendo cada vez más que es algo que todo el mundo tiene derecho a escoger.
- ¿Qué futuras acciones tienen previstas?
Nunca se sabe. Aparecemos en el momento menos esperado. No podemos desvelar cómo, cuando, dónde ni por qué.
Hoy, un año después, Alcázar, líder del movimiento en España y estudiante de Historia del arte, presume que ya son una veintena de mujeres las que se han unido a una causa que tiene en la lucha contra la reforma de la ley del aborto su caballo de batalla. La irrupción en el Congreso o el lanzamiento de ropa interior a Rouco Varela, arzobispo de Madrid, han sido algunas de sus acciones más sonadas. “Las medidas antidemocráticas tocan de lleno a la población masculina pero doblemente a la femenina” protesta Alcázar que, a pesar de ello, asegura que sus reivindicaciones van más allá del feminismo.
- Se cumple un año de Femen España ¿Qué han conseguido en este tiempo?
El balance es bastante positivo. Primero porque hemos logrado que mujeres jóvenes se vuelvan activas y emprendan una lucha muy extrema y directa. Segundo, la campaña por el derecho del aborto ha supuesto hacer visible el tema a nivel nacional e internacional. Y está bien que se recuerde lo que está pasando en Polonia o Irlanda, donde la restricción del aborto es prácticamente total.
- ¿Qué más?
Hemos sabido traer de vuelta el feminismo de una manera buena, porque ha permitido mostrar que hay diferentes tipos de activismo. Hemos dado pie a que los medios de comunicación hablen de problemas que las mujeres están combatiendo y que a su vez se ha sumado al resto de acciones y manifestaciones de otros colectivos de nuestro país. Y es un gran logro que las cosas que reivindicamos no se vean solo como un problema que nos molesta a las Femen sino a toda la sociedad.
- ¿No ha sido solo ruido mediático?
No. Pero para nosotras los medios de comunicación son algo imprescindible. Entendemos que hoy son un altavoz. Que una imagen como la del Congreso dé la vuelta al mundo y que todo el mundo se entere de lo que está pasando es importante.
- En España empezaron una decena de mujeres ¿Cuántas son ahora?
Ha habido gente que ha entrado y que ha salido. Los primeros meses éramos unas cinco y ahora somos unas 20. Hay gente que dice que somos pocas pero a veces somos muchas porque una activista de las nuestras hace más ruido que una protesta de 100 personas. ¡Es un logro que 20 mujeres se quieran arriesgar a este nivel!
- Han recibido críticas desde algunos sectores feministas ¿Cómo lo viven?
Cuando la crítica viene del sector feminista es algo que invita a la reflexión y al diálogo… Pero estamos hablando de la lucha por nuestros derechos, por nuestra dignidad y por lo que nos pertenece. Cada una puede escoger su forma de lucha y la nuestra es una más de la gran oleada de feminismos que hay.
- A veces parece que las feministas tienen ahora 50-60 años y que existe un vacío generacional ¿Han vuelto a revitalizar el movimiento?
Siempre ha habido movimientos feministas, pero a veces caemos en la desconfianza de no querer dar altavoz a los medios de comunicación por temor a que el mensaje se manipule y quizás por eso hay muchos grupos que no se conocen tanto. Quizás nuestra metodología permite que nuestras protestas siempre estén ahí.
- …
El feminismo debe de pasar de ser un tema solo de mujeres o de algunos hombres para convertirse en algo general, en un tema que sea normalizado porque al final luchamos por la igualdad.
- ¿Qué reivindican?
Que las mujeres recuperen el poder que les ha sido negado durante mucho tiempo. Se nos ha borrado de absolutamente todas partes y ahora es nuestro turno de coger el micrófono y empezar a hablar por nosotras mismas. Por eso entendemos que nuestro movimiento tiene que ser construido y promovido por mujeres, aunque eso no quiere decir que no haya hombres en Femen que ayuden ¡Claro que los hay! Pero nosotras somos las que ideamos las protestas, nuestros debates… El cuerpo que es disidente al desnudo sigue siendo el de la mujer. Es nuestro turno de hacer la revolución. Nos saca una sonrisa que estas mujeres que tienen ahora la edad de mi abuela digan que somos el relevo porque ellas lo han hecho en circunstancias mucho más difíciles
.
- ¿Cómo debe ser la revolución de las mujeres?
Creemos que debe ser agresiva, pero no violenta. Con métodos muy directos y radicales, mensajes muy claros y muy incisivos y con protestas que vayan directamente a la raíz del problema: a las personas o instituciones que encarnan esas amenazas para nuestra libertad. A raíz de protestar y presionar a estos símbolos y representantes del patriarcado iremos rompiendo el tejido de este sistema e iremos construyendo cosas nuevas y poco a poco lograremos reformar hasta crear una democracia sólida e igualitaria. Requiere mucho trabajo y posiblemente ni yo lo llegue a ver. Pero nuestro deber es quemar todos los cartuchos y no dejar que nos pasen por encima una vez más.
- Dicen que la desnudez es la forma de que les escuchen ¿No es seguir el juego del culto a la imagen de la mujer que tanto se explota en todo el mundo?
Para nosotras hay una gran diferencia. Escoges empezar a luchar de esta manera y por tanto es una decisión autodeterminada de la mujer. Y la nuestra es una desnudez que nada tiene que ver con la patriarcal, erótica o pornográfica. Es una mujer que se desnuda bajo una premisa política que es precisamente lo que nos quieran negar, que nos inmiscuyamos en cualquier tipo de cuestión que implique poder o cambio. Además lo hacemos de una manera muy agresiva: no son mujeres sonrientes que te están intentando atraer sino todo lo contrario, están intentando mostrar ira hacia lo que tú pretendes hacerles. Y es algo que remueve.
- …
No hemos sido las primeras en emplear la desnudez, es cierto, pero todos los elementos que conforman la estética de Femen permiten mostrar esa imagen que tanto ha querido mostrar el patriarcado de mujeres con flores, con maquillaje a veces incluso con tacones, pero que ahora ¡se está volviendo en tu contra! Es como decir: la barbie que te has empeñado en crear, ahora está luchando contra ti. Y cada activista es diferente. La gente se piensa que todas las de Femen son rubias y delgadas…
- No todas son rubias, pero la mayoría son chicas atractivas físicamente.
Cuando alguien me dice esto les invito a meterse en la página de facebook de todos los países para que miren las fotos y juzguen si todas las mujeres les parecen iguales. Y también parece que hay que criminalizar a las delgadas ¿¡ no puedan protestar!? Estamos por la libertad de que cada una se construya a si misma y si una activista decide raparse o llevar pelo debajo de las axilas va a ser igual de válida. Y si me da la gana de ser rubia y llevar tacones, también valgo. Pero parece inevitable que las mujeres que concuerdan más con los cánones se sientan más seguras a la hora de venir.
- ¿Por qué es necesario que el cuerpo sea herramienta de protesta?
Primero porque siempre se nos ha intentado tener a disposición del sistema: la mujer que esté en casa con la boca cerrada y la vagina abierta. Para nosotras el cuerpo ha dejado de ser algo pasivo para convertirse en algo activo. Si un hombre va sin camiseta corriendo por la calle no pasa nada, pero si una mujer decide salir a expresarse políticamente con su cuerpo se le multa por exhibicionismo sexual. Queremos derrumbar esta gran barrera no solo legal sino también moral y quitarnos ese estigma de que somos pecaminosas, que tenemos que estar constantemente con cuidado de lo que podemos enseñar, de tener que preocuparnos de cómo vamos vestidas. Ahora voy a hacer lo que me de la gana.
- A parte de un bote de pintura y una diadema de flores ¿Qué debe tener la mujer Femen? ¿Debe ser agresiva?
Siempre digo agresiva pero nunca violenta. No queremos hacer daño a nadie ni vamos predicando la violencia. Pero la agresividad es una forma de tornar la pasividad que nos han querido inocular desde que nacemos. Es mostrar esa cara no amable de la mujer que ya no está conforme. La mujer Femen tiene que ser muy decidida y directa. Debe tener convicción y estar orgullosa de hacerlo. Y también debe ser fuerte y no solo físicamente. Debe ser fuerte psicológicamente porque tenemos mucha presión: familiar, de los amigos, mediática, dentro del mismo feminismo… Si de verdad crees en ello, te debe resbalar todo lo que te digan.
- ¿Cómo recuerda la primera acción de la que pronto se cumple un año?
Ahora lo veo y digo “¡Madre mía, cuántos errores!”. Pero poco a poco he mejorado en mi faceta de activista. El primer objetivo cuando planteamos una acción es hacerla y luego, en función de los acontecimientos, saber reaccionar. Hemos dejado entrever una cara de los colectivos provida que para nada es la que quieren mostrar: la cara de la violencia. Nos rociaron con spray por el cuerpo y muchos nos agredieron físicamente. Nuestras acciones ayudan a hacer visible la verdadera cara de todos estos colectivos que a veces intentan llevar por bandera el amor y al final son todo lo contrario.
- ¿Es en el aborto donde van a seguir poniendo todas sus energías?
Sí. Hasta que no desaparezca del programa de cambios que quiere hacer el Gobierno no vamos a parar. Pero hay temas que también son de vital importancia como las elecciones europeas porque los ultraconservadores, que son fascistas, están resurgiendo e intentado hacerse con el poder a través de un mecanismo democrático, algo todavía más escalofriante. También estamos bastante preocupadas por la ley antiprotesta, por el estado policial en el que se está convirtiendo el país que criminaliza cada vez que se sale a manifestar y los problemas que está habiendo con las fronteras, que son dignas de un gobierno completamente facha.
- También dice que la heterosexualidad es una imposición en España.
¡Esto está en todas partes! Es algo extendido en el mundo y no hay mejor ejemplo que lo que está pasando en Rusia y en España. Con el paso del tiempo se ha desarrollado un término llamado heternormatividad. Es ese querer gustar siempre a los hombres. A mí me da igual la tendencia sexual de la gente y a Femen también pero todo el mundo debe tener los mismos derechos independientemente de con quién se acueste. Sigue habiendo acoso a las personas homosexuales en colegios, institutos y trabajos. Y sigue existiendo un estigma. Aunque las cosas van mejorando y la gente va entendiendo cada vez más que es algo que todo el mundo tiene derecho a escoger.
- ¿Qué futuras acciones tienen previstas?
Nunca se sabe. Aparecemos en el momento menos esperado. No podemos desvelar cómo, cuando, dónde ni por qué.
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