Anaiz Zamora Márquez | Cimac
En el marco de la conmemoración del 8 de
marzo Día Internacional de la Mujer, el Senado de la República
condecoró hoy a la antropóloga y feminista Marcela Lagarde y de los
Ríos con la Medalla Elvia Carrillo Puerto, en reconocimiento a su labor
de defensa y protección de los Derechos Humanos (DH) de las mexicanas.
Entre las y los asistentes a la sesión
solemne estaban el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong;
la directora del Programa Universitario de Estudios de Género de la
UNAM, Ana Buquet, y la diputada federal por el PRD Martha Lucía Micher
Camarena.
Al llegar al salón de plenos del recinto
legislativo, Lagarde recibió una ovación de pie por su trayectoria de
más de 36 años como académica e investigadora, además de una Legislatura
como diputada federal.
La impulsora de la tipificación a nivel
federal del delito de feminicidio ocupó su lugar en el presídium. La
ceremonia inició con una semblanza de la vida y obra de Elvia Carrillo
Puerto, primera mexicana en convertirse en diputada en 1923.
Posteriormente la presidenta de la
Comisión para la Igualdad de Género del Senado, Diva Hadamina Gastélum,
reconoció en su mensaje a Marcela Lagarde como una fuente de inspiración
y destacó que el hecho de que la feminista sea la primera mujer en
recibir el reconocimiento, compromete a las legisladoras a seguir
luchando para abrir más espacios en la política para las mexicanas.
“Recibo en persona esta medalla, pero
también de manera colectiva para el movimiento feminista”, fueron las
primeras palabras con las que la docente de la UNAM comenzó su discurso
de agradecimiento por un reconocimiento que –dijo– “fue impulsado por
legisladoras que aún realizan su trabajo en un contexto de desigualdad
de género”.
Lagarde, presidenta de la Red de
Investigadoras por la Vida y la Libertad de las Mujeres, recordó al
público presente que el gran aporte del feminismo a la política es la
crítica al “androcentrismo” en el que viven las personas, y que a la par
de la crítica, el movimiento feminista siempre ha planteado
alternativas ante la discriminación de género.
La autora de “Los cautiverios de las
mujeres” –una de las obras teóricas más importantes del feminismo
latinoamericano– lamentó que pese a las insistencias del movimiento
feminista “los derechos nos siguen siendo escamoteados o negados a las
mujeres”.
Advirtió que en la actualidad hay
mujeres amenazadas por defender sus derechos y los de las víctimas de
violencia, mientras que la mayor parte de las mexicanas vive en pobreza
con altos grados de marginación, explotación y violencia.
No obstante, la galardonada animó a sus
compañeras feministas a no retroceder en la exigencia y en la
realización del sueño de un mundo mejor, toda vez que “de la utopía las
feministas pasamos a la topía, es decir, no sólo proponemos, hacemos,
realizamos, somos constantes en la construcción del país que
requerimos”.
Queremos y necesitamos –agregó– un país
capaz de eliminar la violencia de género, saciar el hambre y detener el
embarazo en adolescentes. “Un país que pueda reconocer y valorar la
condición humana de las mujeres”, en el que las instituciones judiciales
hagan realmente justicia “sin equivocaciones, corrupción o
negligencia”.
En ese llamado a las feministas para no
rendirse, la ex diputada federal reprochó la impunidad en la presunta
violación sexual cometida por militares contra la indígena de 73 años
Ernestina Ascencio Rosario, y la forma negligente en la que actúan las
autoridades de justicia en el caso de la joven Yakiri Rubio, quien pese a
quedar en libertad aún está bajo proceso.
Debemos construir –agregó– un México que
cumpla con las recomendaciones y compromisos internacionales que le
exigen proteger a las defensoras de DH y mujeres periodistas que son
acosadas, hostigadas e incluso asesinadas al realizar su labor.
“Aún estamos en el arduo camino que
consiste no sólo en hablar en femenino sino hablar en feminista, pues
queremos una sociedad que por fin pueda vivir en paz y desplegar una
cultura de paz”, finalizó.
Además de la Medalla Elvia Carrillo
Puerto, la académica ha sido condecorada con la Medalla al Mérito
Universitario por 30 años de docencia en la UNAM; el Premio Hermila
Galindo, que otorga la Comisión Nacional de Derechos Humanos, así como
el reconocimiento Clara Campoamor, otorgado por el gobierno de
Andalucía, España.
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