miércoles, 21 de septiembre de 2011

Bolivia: Evo denuncia una "conspiración desde oenegés" contra su gobierno


El Presidente Evo Morales denunció ayer en Nueva York "una conspiración" contra su gobierno por organizaciones no gubernamentales, en cabeza de la Agencia de Cooperación de Estados Unidos (Usaid) que digitan, tras bambalinas, la marcha de 20 de las 64 comunidades que habitan el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) en oposición a la construcción de una carretera por esa reserva en la Amazonia boliviana.

"Es una conspiración interna desde las oenegés", afirmó el mandatario boliviano en declaraciones, por separado, a la cadena de televisión estadounidense CNN y la cadena paraestatal Telesur.

Morales se encuentra en Nueva York, sede de Naciones Unidas, ante cuya Asamblea hablará hoy por la noche. El mandatario pidió considerar que detrás de la razón ecológica, que esgrimen los indígenas del TIPNIS, se esconde un interés político. Acusó a Usaid de solventar la protesta y, al contestar una pregunta de la periodista de Telesur, en sentido quién o quiénes financiaban la marcha, dijo que los billetes salían "de la embajada de EEUU: Usaid paga".

"Eso es sólo un pretexto, usar el tema del medioambiente en el Parque Isiboro Sécure que, en el fondo, son acciones netamente políticas", afirmó en declaraciones a Telesur.

Explicó, a manera de crítica, las intenciones de la Central Indígena del Oriente Boliviano y la Asamblea del Pueblo Guaraní, detrás de un petitorio en que los inconformes con la carretera demandan poder vender bonos de carbonos.

"El movimiento indígena quiere el Fondo Verde, quiere bonos de carbono, están con las propuestas del capitalismo", sostuvo.

Citó, que incluso la Embajada de EEUU en La Paz había admitido que sostenía, paradójicamente, contactos con los líderes de la marcha.

"La cancillería ha convocado a los representantes de la embajada de EEUU, que han reconocido" los lazos con la dirigencia de la marcha, agregó.

Denunció también que Usaid ofreció a uno de los dirigentes de tierras bajas de Bolivia, financiar su estada en Nueva York, durante la Asamblea de la ONU, para aguijonear a su gobierno ante la opinión pública internacional.

Ya en declaraciones a la CNN, el mandatario explicó que la vocación de diálogo de su administración con los marchistas indígenas está harto demostrada en la serie de 8 intentos por establecer un entendimiento, y otras tantas veces rechazada por los marchistas.

"Intentamos como ocho veces reunirnos, ministros estaban allá, cuatro, cinco días esperando el diálogo; sin embargo ha sido difícil de que puedan reunirse y acordar", resumió en pocas palabras más de un mes de cabildeos.

También refirió que los marchistas piden imposibles, tales como detener la producción y exportación de hidrocarburos y la construcción de infraestructura, a cambio de parar la marcha, que Morales definió como chantaje.

"Hay algunas demandas que son imposibles de atenderlas", dijo antes de referir, textualmente, uno de los puntos de la Plataforma de 16, referida a ׳la paralización de todas las actividades hidrocarburíferas en el Parque Nacional Aguaragüe׳.

"Quiero comentarle", le dijo a la periodista de CNN, que "por este parque pasa la exportación del gas, casi el 90 por ciento sale por acá; paralizar significa dejar sin recursos económicos al pueblo boliviano, y eso no se puede negociar, por supuesto, (por tanto) son planteamientos inatendibles".

Empero dijo persistir en su decisión de tender definitivamente el diálogo.

"De todas maneras he invitado varias veces, que venga una comisión para empezar a dialogar, para acordar algunos temas que es obligación del gobierno nacional atender las demandas que tiene el movimiento indígena o cualquier sector social de toda Bolivia", afirmó.

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