Sábado 30 de Julio de 2011 | Las presidentas de Brasil y Argentina les bajaron el tono a las disputas comerciales e instaron a perfeccionar el proceso de integración.
Al hacer un análisis de la situación económica mundial, Rousseff pidió que se definan acciones conjuntas y concretas para "defender a nuestros países de la excesiva liquidez que valoriza nuestras monedas". Fernández, a su vez, sostuvo que se debe "tener una actitud proactiva y de integración en defensa de lo que se ha hecho en todos los países de la región"
BUENOS AIRES.- Las presidentas de la Argentina y Brasil salieron, desde Brasilia, a bajarles el tono a las recientes disputas comerciales entre ambos países que preocuparon al empresariado, y también instaron a "acelerar y perfeccionar el proceso de integración" dentro del Mercosur. Ambas mandatarias defendieron una acción conjunta de todos los países latinoamericanos para enfrentar la crisis económica global.
"Debemos definir acciones conjuntas y concretas para defender a nuestros países de la excesiva liquidez que valoriza nuestras monedas", expresó Rousseff al término de un encuentro que mantuvo con su par argentina en el Palacio del Planalto. Luego destacó el desarrollo económico y social de los países sudamericanos, que contrapuso a las dificultades económicas por las que atraviesan actualmente Estados Unidos y varios países europeos.
En tanto, Fernández sostuvo que Brasil y Argentina tienen la responsabilidad de liderar la integración de los países sudamericanos por ser las mayores economías del continente. "Por primera vez tuvimos una grata visión común sobre los problemas globales. Tenemos que tener una actitud proactiva y de integración en la defensa de lo que se ha hecho en todos los países de la región", señaló.
En relación al comercio bilateral, que pasa por una crisis en el sector industrial debido a trabas de las que se acusan mutuamente los empresarios de ambos países, Rousseff minimizó las dificultades y destacó el récord en el intercambio comercial de 33.000 millones de dólares, alcanzado en 2010.
El pico de las tensiones se desató hace dos meses, cuando Brasil frenó el ingreso de autos argentinos, en represalia porque la Argentina trababa la importación de algunos productos brasileños como maquinaria agrícola, calzado y neumáticos.
En la anterior visita a Brasil, Fernández se había reunido con el ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva, con quien también intentó atenuar el diferendo comercial que existía en ese momento. La jefa de Estado consideró que hay que "trabajar mucho sobre la articulación de los sectores privados de ambos países, porque no puede haber incompatibilidades y estamos en condiciones de ganar".
"No se trata de enfriar la economía, sino de que recalentemos la inversión", sostuvo la Presidenta, y dijo que el crecimiento económico argentino "no tiene que ser visto como una amenaza por ningún empresario brasileño".
Cristina destacó que "por el volumen del Brasil y también por el volumen que tiene Argentina, es una cuestión de carácter estratégico este proceso de integración". Agregó que "somos una región muy apetecible para blindarla desde la integración y no desde el aislamiento", y dijo que "hay que acelerar y perfeccionar el proceso de integración".
A su vez, Dilma aseguró que "el dinamismo del comercio es un considerable instrumento de integración entre Argentina y Brasil". Y agregó: "es importante que integremos cada vez más nuestros procesos de producción. No podemos retroceder en una integración de este tipo. Los problemas que surgen en la integración son poco importantes".
(NA-DPA)
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