sábado, 5 de diciembre de 2009

"Sin duda, Bolivia ha iniciado una dura crítica a la Colonialidad del Poder"


(Por Idón Moisés Chivi Vargas)

Sin duda, Bolivia ha iniciado una dura crítica a la Colonialidad del Poder, una crítica que no proviene solo y exclusivamente de las academias, sino de la resistencia al modelo neoliberal, al cual conocimos y contra el cual hicimos lo que hicimos… y lo hicimos en la calle, en el bloqueo, en la marcha o la huelga, y muertos también los tuvimos, contra ello… a pesar de ello nuestra resistencia se hizo victoria, así fue, así será…

La crítica a la naturaleza colonial en Bolivia, proviene de la intuición política y capacidad organizativa de los más humillados en la toda la historia de Bolivia: los pueblos y personas indígenas originarios campesinos; los maestros urbanos y rurales; los mineros sindicalizados y cooperativistas, todos ellos expulsados de la seguridad social, de la seguridad educativa, de la seguridad… seguridad.

Ello no significa de modo alguno, que las voces libertarias, revolucionarias y otras memorias sociales no hayan dicho su palabra, lo hicieron a su modo, con su propio programa, con su propia historia…

“Nada pasa en Bolivia sin los indios” dice un ya viejo graffiti en Oruro, y tiene razón, el cuestionamiento al modelo neoliberal, nos ayudó a comprender que no era solo ese modelo el peor, sino que toda la historia de Bolivia estaba cimentada en la continuidad colonial, que se fueron los padres, pero se quedaron los hijos, y se quedaron con las mismas mañas, pero con un arma poderosa bajo el brazo: La Constitución Política.

Así que gran parte de la historia de Bolivia es la continuidad del colonialismo con barniz constitucional. Modelos normativos, diseños institucionales y proyectos de vida, fueron atrapados en la matriz colonial, en una jaula de hierro cuyos barrotes fueron invisibilizados o encubiertos por las elites en Bolivia.

Solo de este modo se explica su larga duración como poder intocable. Las pesadas exclusas coloniales fueron convertidas en cortinas de un palacio de la democracia como es el Legislativo; en soportes institucionales modernizados colonialmente como es el Ejecutivo; y en una modernidad judicial siempre esquiva a los más pobres, como constituye el Judicial.

Pero junto a todo ello, la verdadera fuerza, la espina dorsal de todo este embrollo se hallaba en el miedo de los pobres a apropiarse del voto, de hacerlo suyo y con ello de inaugurar un nuevo sentido en la historia. Los chacales y las hienas del neoliberalismo no solo se raptaron el voto, hicieron que todo un país vote por tres perdedores, uno detrás del otro, para que un órgano vituperable como fue el legislativo, le dijera al país quien es el chacal del turno.

El momento en que los pobres de apropian del voto, descolonizan la democracia, y de ahí a la descolonización general es ya cuestión de cumplimiento programático constitucional. Bolivia, nunca más será la misma, nunca más el voto será el rehén de los poderosos, sino arma de los más humildes.

Bolivia ha comprendido que con el voto no solo se elige presidente, vicepresidentes, diputados, senadores, prefectos y consejeros; alcaldes y concejales, sino también Juzgadores y Juzgadoras, pero que además con el voto puede revocárseles el mandato y echarlos del lugar donde fueron ungidos.

Pero más allá, Bolivia ha logrado, voto mediante, un sentido de auto-conocimiento poderoso, históricamente indudable en su despliegue: enfrentar la colonialidad del poder, en el lugar donde históricamente se erigió: El capitalismo de forma colonial. El voto del domingo 6 de diciembre constituye, en ese sentido- una fuerza motriz insustituible, a la hora de evaluar la estrategia política y las tácticas revolucionarias a lo largo del siglo XX.

Bolivia el 6 de diciembre sentará clara conciencia de su capacidad de auto-organización plurinacional y popular, de su capacidad de despliegue político. El voto del 6 de diciembre constituye el acto histórico, donde los espíritus del pasado serán enterrados tal como se lo merecen, en un agujero negro.

El voto del 6 de diciembre constituye la consolidación de la libertad conquistada en diciembre del 2005. El 6 de diciembre, se le dirá nunca más a la filosofía del despojo que domino nuestras tierras a lo largo de los siglos XIX y XX.

¡Voto libre, voto revolucionario, voto emancipatorio en el camino de la victoria…!

¡¡¡Todo por la Patria, Todo por la Revolución!!!•


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