sábado, 5 de diciembre de 2009

Concluye en Fortaleza homenaje a la Casa de las Américas por sus cincuenta años de vida



El poeta Nicolás Guillén, su alcance más allá de las fronteras de Cuba, su relación con el Caribe y con América Latina, y los aspectos que relacionan su obra con la música, las artes plásticas y la cultura cubana, en general, ocupó el centro de los debates este jueves durante el homenaje que la Fundación Bernardo Feitosa, la Universidad del Estado de Ceará, su Secretaria de Cultura y la Fundación José de Alencar ofrecen a la Casa de las Américas por sus cincuenta años de vida.

Maité Hernández-Lorenzo inició la tercera jornada de trabajo con la presentación a los documentales Por primera vez, de Octavio Cortázar, y El son te salió redondo, de Pury Faget.

Por primera vez, considerado uno de los clásicos de la documentalística cubana, fue realizado en 1967 y relata la impresión que causó a los campesinos de Los Mulos, comunidad intrincada del macizo Guantánamo-Baracoa, al ver cine por primera vez. Hasta allá llegaron los camiones y proyectores del Cine Móvil, experiencia que durante muchos años, entrados también los ochentas, llevaba el cine a los lugares de difícil acceso y también a los bateyes de los centrales azucareros.

El son te salió redondo muestra un panorama general de la poesía de Nicolás Guillén concentrado en la génesis y posterior difusión de los libros de poemas Motivos de son y Sóngoro Consongo. La repercusión inmediata del primer poemario de 1930 en el contexto cubano y el interés que despertó en el exterior, los permanentes diálogos entre la poesía guilleneana y la música popular e instrumental cubanas a través de la obra de importantes exponentes como el Trío Matamoros, El Septeto Habanero, Bola de Nieve y los compositores Alejandro García Caturla y Amadeo Roldán, aparecen en el documental. Asimismo, la constante influencia de Guillén en las nuevas generaciones.

El documental sirvió de puente a las intervenciones posteriores en torno a los vínculos del poeta con América Latina y con el Caribe.

Roberto Zurbano moderó la mesa desde la que Jimena Codina leyó un texto de Norberto Codina en el que pone de manifiesto los nexos entre el universo poético de Guillén y su contexto. Codina, asimismo, atiende un aspecto del lenguaje tan peculiar en la obra de Guillén y apunta:
    La presencia africana y la insularidad, teniendo en la lengua y la cultura española sus códigos de comunicación, hacen de la poesía guilleniana, la síntesis caribeña que como una gran corriente submarina nos integra al continente, haciendo el viaje inverso de las primeras piraguas arahuacas. La cultura, y en particular el baile, la música, la pintura y la poesía, han logrado atravesar las fronteras que aún lo político, económico o ideológico no han podido cruzar. El idioma es el cuerpo vivo y múltiple donde se funde el mestizaje y establece sus nuevas formas, desde una historia de origen diverso. Es esa lengua de todos, una patria común con sus singularidades en Brasil o en las Antillas menores.
Seguidamente, Yolanda Wood, directora del Centro de Estudios del Caribe expuso tres claves que ilustran y significan los puntos de contacto entre Guillén y el Caribe y lo caribeño.

Partiendo del hecho de que en los primeros años del siglo XX aún no se reconocía el Caribe como un concepto. Según Wood, la primera de esas claves Guillén-Caribe está relacionada con el aspecto de cómo se modela un intelectual en el Caribe en el siglo XX. Guillén es un ejemplo de esa nueva construcción en tanto penetra aspectos relacionados con la situación del negro en otro contexto una vez que se alcanza la abolición de la esclavitud y ese individuo comienza a integrarse y relacionarse con la sociedad. De ahí el interés de Guillén por la oralidad urbana del negro, como él mismo relata, no hubiera podido escribir Motivos de son si no hubiera transitado por la experiencia habanera. Nicolás Guillén es un poeta profundamente comprometido, de un gran antiimperialismo en un contexto donde Haití, República Dominicana y Cuba están siendo ocupados por Estados Unidos.

Su actividad fundacional en el campo de las publicaciones también es importante. Crea La Gaceta del Caribe, Mediodía y es miembro del Partido Comunista de Cuba. No es, por tanto, asombroso que sea el responsable de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba en 1961.

Con Nicolás también se está fundando una nueva ética ciudadana y social que, al hacer una transversal en el Caribe, explica Yolanda, podemos encontrar en ejemplos equivalentes a Guillén.

Guillén pone en valor la problemática del hombre negro, un asunto, según palabras de Wood, de vital importancia pues aborda la reubicación de ese ser social en la cultura y la sociedad. Con sus poemarios Motivos de son y West Indies, Ltd., cuatro años entre uno y el otro, se produce un reconocimiento de una belleza otra, del tema de la colonialidad. Ello es, a su vez, una clave de época en tanto define una condición caribeña.

Por último para Wood la tercera clave se manifiesta en su propio proceso de construcción de una poética que no desconoce las diversas fuentes de su mulatez.

Aquí también confluye una excepcional circunstancia que va a conectar por primera vez al Caribe consigo mismo y con el resto del mundo a través de sus más importantes intelectuales.

Si en el siglo XIX los grandes líderes políticos de la región van a visitar otros países caribeños y trazar con ello una ruta emancipadora; en los años cuarenta y cincuenta serán los intelectuales los que establezcan una conexión cultural.

En este sentido, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil Española provocarán migraciones de europeos hacia el Caribe y América Latina. Ya en 1937, Jacques Romain y Guillén se encuentran y se establecerá una amistad profunda, al punto que Romain llega a La Habana en 1940 y Nicolás Guillén va a Haití en 1942. Viajan a Haití Wifredo Lam, Alejo Carpentier y Carlos Enríquez. El pequeño país se convertirá en la fuerza centrífuga de ese movimiento. Todo confluye en él. Yolanda Wood lo advierte claramente en las novelas Gobernadores del rocío y El reino de este mundo. La primera es una proyección hacia el futuro y la segunda propone otra lectura de la historia con miras al presente.

Y Guillén está inserto en esa refundación del Caribe y lo caribeño, enfatiza Wood en su intervención. Participa de la concepción de una nueva mirada sobre el negro en ese contexto.

Floriano Martins señaló desde el público los nexos que encuentra entre Vinicio de Moraes y Nicolás Guillén en tanto su poesía refleja un lenguaje popular de alto vuelo, ha sido musicalizada por importantes intérpretes y músicos, lo que también ha posibilitado una gran difusión al mundo entero. El público asistente reclamó conocer más de la obra de Guillén y divulgarla con mayor fuerza en Brasil.

Este viernes la sesión de clausura incluye la proyección de la película Yo soy del son a la salsa, de Rigoberto López con la presentación de Zurbano; un panel sobre las revistas La Gaceta de Cuba, Artecubano, Casa de las Américas, Anales del Caribe, Boletín Música, Conjunto y La Ventana; y la intervención especial, al finalizar, del señor Francisco Auto Filho, Secretario de Cultura del Estado de Ceará.



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