Manesh Shrestha
Katmandú, 19 ene.- La decisión de la India de volver a penalizar las
relaciones entre personas del mismo sexo convierte a Nepal en el único
país del sur de Asia donde los homosexuales gozan de los mismos derechos
que el resto de ciudadanos.
Desde que en 2007 el Tribunal Supremo
reconoció la existencia del "tercer sexo" -en el que incluyó, además de
a los transexuales, a los gays y a las lesbianas- el país del Himalaya
se ha lanzado a aprobar medidas que garanticen los derechos de esas
minorías.
"El tribunal dictaminó que la homosexualidad no es un
comportamiento fingido, sino que se trata de un fenómeno natural en el
cuerpo de una persona", explicó a Efe Hari Phuyal, el abogado que lideró
ante la justicia nepalí la lucha por los homosexuales.
"Así se
reconoció -añadió el letrado- que la orientación sexual de una persona
es algo similar a poseer o no una discapacidad física, por lo que el
Estado debe respetar y proteger los derechos de las minorías sexuales".
Nepal
fue el primer país en legalizar la homosexualidad en el sur de Asia, al
que en 2009 le siguió la India, cuando el Tribunal Superior de Nueva
Delhi despenalizó las relaciones homosexuales, pero el mes pasado esa
misma corte decidió revocar el veredicto.
Según Phuyal, las cortes
nepalíes basaron su decisión en que el país del Himalaya es uno de los
firmantes del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
(ICCPR), en el que "implícitamente" son reconocidas las personas con una
orientación sexual diferente.
El exparlamentario y rostro del
activismo de la comunidad LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y
Bisexuales) en Nepal, Sunil Babu Pant, aseguró a Efe que una de las
claves del progresismo nepalí es que nunca ha tenido leyes contra la
sodomía.
Esas leyes fueron impuestas en los países de la región que fueron colonizados por los británicos, algo que no sucedió en Nepal.
El artículo 377 del Código Penal de países como Bangladesh, la India, Pakistán
o las islas Maldivas -y que fue impuesto por los británicos en el siglo
XIX-, penalizan los actos "antinatura" con penas que van desde los
pocos años de prisión a la cadena perpetua.
Otros países sudasiáticos como Bután o Sri Lanka basan sus leyes contra los homosexuales en ese artículo, mientras que en Afganistán
el Código Penal, de 1976, considera las relaciones entre personas del
mismo sexo como un crimen que puede conllevar la pena de muerte.
Para
el activista nepalí, la decisión tomada por el Tribunal Supremo indio
de penalizar de nuevo las relaciones homosexuales se basó en "valores
conservadores", mientras que el Tribunal Superior de Nueva Delhi
fundamentó su sentencia en "los derechos humanos".
Entre los
avances logrados por la comunidad LGTB en Nepal desde el histórico
veredicto en 2007, destaca el reconocimiento en el documento oficial de
identidad nepalí a las personas del "tercer sexo" que no se consideren
así mismas hombres ni mujeres.
Gracias a ese documento, 155
votantes se identificaron a través de la casilla del "tercer sexo"
durante la elecciones generales del pasado noviembre en Nepal, según
datos de la Comisión Electoral.
Además, como recordó Phuyal, el
Gobierno ha creado un comité de siete miembros para que busquen el modo
de legalizar cuanto antes el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La
discriminación social, sin embargo, continúa siendo punzante en Nepal, y
los activistas esperan que la sociedad evolucione del mismo modo que lo
ha hecho la ley.
"Las leyes no son suficientes. La sociedad
también debe tratar a las minorías sexuales con respeto, pues la
discriminación continúa", sentenció la activista transexual Bhumika
Shrestha, que aseguró que el único modo de lograrlo es "concienciar" a
la población.
(Agencia EFE)
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