AFP
Washington --
Los consumidores estadounidenses y europeos son responsables de una
parte de la contaminación industrial en China, donde se producen muchos
de los productos que ellos compran, concluyó un estudio divulgado el
lunes.
Esta es la primera investigación que cuantifica la proporción de contaminación de llega a la costa oeste estadounidense a partir de la producción en China de teléfonos celulares, televisores y otros bienes de consumo exportados a Estados Unidos y a otros países, explican los autores.
“Nosotros trasladamos nuestras industrias manufactureras y gran parte de nuestra contaminación pero una porción de ese aire contaminado, empujado por los vientos a través del Océano Pacífico, regresa para perseguirnos”, dijo Steve Davis, investigador de la Universidad de California y coautor del estudio publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), fechadas del 20 al 24 de enero.
Las exportaciones chinas aumentaron un 390% entre 2000 y 2007, año a partir del cual este aumento se ralentizó con la crisis económica mundial.
Este fuerte incremento de la producción industrial china no fue acompañado por un control de la contaminación.
“Teniendo en cuenta las quejas planteadas por la contaminación china que afecta la calidad del aire en otros países, esta investigación muestra que la responsabilidad podría ser plenamente compartida”, añadió Davis.
Los Ángeles, por ejemplo, registra al menos un día adicional anual durante el cual el smog excede los límites federales de ozono debido a emisiones de óxido nitroso y monóxido de carbono de las fábricas chinas que producen bienes para la exportación, señala esta investigación.
“Nuestro análisis de la calidad del aire en Estados Unidos muestra que la contaminación del aire en China como resultado de la producción industrial destinada a la exportación contribuye diariamente de 12 a 24% de la contaminación por sulfato en el oeste estadounidense”, precisan los autores.
China está lejos de ser responsable de la mayor parte de la contaminación estadounidense proveniente de los automóviles y las refinerías de petróleo.
Pero algunos días en que soplan los fuertes vientos del oeste, llamados “westerlies”, los contaminantes químicos emitidos por China pueden llegar a la costa oeste estadounidense a través del Pacífico, especialmente en primavera, y causar un peligroso aumento de la polución.
El polvo, el ozono y el carbono pueden acumularse en los valles y las cuencas en California y otros estados del oeste.
El negro de carbón, producido por la combustión incompleta de productos derivados del petróleo, presente especialmente en el hollín, plantea un problema particular debido a que la lluvia no lo puede eliminar fácilmente de la atmósfera, donde persiste y es transportado por los vientos a través de largas distancias, señalan los investigadores.
Este contaminante está vinculado a muchos problemas de salud, como el asma, el cáncer de pulmón y enfermedades del corazón.
Los resultados de esta investigación podrían ser utilizados para negociar más eficazmente tratados internacionales destinados a mejorar la calidad del aire, sugieren los autores.
Esta es la primera investigación que cuantifica la proporción de contaminación de llega a la costa oeste estadounidense a partir de la producción en China de teléfonos celulares, televisores y otros bienes de consumo exportados a Estados Unidos y a otros países, explican los autores.
“Nosotros trasladamos nuestras industrias manufactureras y gran parte de nuestra contaminación pero una porción de ese aire contaminado, empujado por los vientos a través del Océano Pacífico, regresa para perseguirnos”, dijo Steve Davis, investigador de la Universidad de California y coautor del estudio publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), fechadas del 20 al 24 de enero.
Las exportaciones chinas aumentaron un 390% entre 2000 y 2007, año a partir del cual este aumento se ralentizó con la crisis económica mundial.
Este fuerte incremento de la producción industrial china no fue acompañado por un control de la contaminación.
“Teniendo en cuenta las quejas planteadas por la contaminación china que afecta la calidad del aire en otros países, esta investigación muestra que la responsabilidad podría ser plenamente compartida”, añadió Davis.
Los Ángeles, por ejemplo, registra al menos un día adicional anual durante el cual el smog excede los límites federales de ozono debido a emisiones de óxido nitroso y monóxido de carbono de las fábricas chinas que producen bienes para la exportación, señala esta investigación.
“Nuestro análisis de la calidad del aire en Estados Unidos muestra que la contaminación del aire en China como resultado de la producción industrial destinada a la exportación contribuye diariamente de 12 a 24% de la contaminación por sulfato en el oeste estadounidense”, precisan los autores.
China está lejos de ser responsable de la mayor parte de la contaminación estadounidense proveniente de los automóviles y las refinerías de petróleo.
Pero algunos días en que soplan los fuertes vientos del oeste, llamados “westerlies”, los contaminantes químicos emitidos por China pueden llegar a la costa oeste estadounidense a través del Pacífico, especialmente en primavera, y causar un peligroso aumento de la polución.
El polvo, el ozono y el carbono pueden acumularse en los valles y las cuencas en California y otros estados del oeste.
El negro de carbón, producido por la combustión incompleta de productos derivados del petróleo, presente especialmente en el hollín, plantea un problema particular debido a que la lluvia no lo puede eliminar fácilmente de la atmósfera, donde persiste y es transportado por los vientos a través de largas distancias, señalan los investigadores.
Este contaminante está vinculado a muchos problemas de salud, como el asma, el cáncer de pulmón y enfermedades del corazón.
Los resultados de esta investigación podrían ser utilizados para negociar más eficazmente tratados internacionales destinados a mejorar la calidad del aire, sugieren los autores.
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