martes, 16 de julio de 2013

El Salvador: Dignas celebran 23 años de aporte y fortalecimiento del movimiento feminista

Nacieron en 1990 con el objetivo de aportar en la construcción de una fuerza organizada de mujeres jóvenes y adultas para la acción política feminista, ellas trabajan en 14 municipios de la zona norte de Usulután, La Paz y San Salvador y  reconocen que en el país han existido avances y retos en materia de Derechos Humanos para las Mujeres salvadoreñas.


Dignas 

Saúl Martínez

Entre los avances destacan  la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia, la Ley de Igualdad Equidad, además, la No Discriminación para las Mujeres, en las cuales se determinan el actuar de todas aquellas instituciones publicas a fin de garantizar los derechos de la mujeres y su acceso a la justicia.

“Reconocemos la reforma a la Ley de la Carrera Docente que se aprobó mediante nuestro apoyo, ya que cuando los docentes acosaban a sus alumnos estos solo eran trasladados de un lugar a otra, ahora en cambio dejan de ejercer su cargo y profesión y se da inicio con un proceso legal”, dijo  la representante del movimiento las Dignas María Teresa Trejo.

De la misma manera  demandan  a las autoridades gubernamentales, estatales e instituciones por la  existencia de un vacio e  incoherencia del discurso oficial respecto a al violencia en contra de las mujeres  y los casos de  impunidad.

La falta de compromiso de la Asamblea Legislativa para revisar el marco constitucional y legal que permita la defensa de la vida de las mujeres, desde un enfoque de derechos sexuales y derechos reproductivos.

“El caso de Rodrigo Samayoa es el claro ejemplo de impunidad, así como el del futbolista Dennis Alas”, entre otros que se conocen públicamente aseguró  Trejo.

Por tanto,  las Dignas denuncian a la Fiscalía General de la Republica (PGR), ante su alta negligencia que tiene en la investigación de los casos de violencia contra las mujeres.

También otra de las instituciones a la que demandan es la iglesia;  ya que consideran que debe de existir una “impericia y un Estado Laico” donde las religiones no tengan nada que ver con los movimientos sociales que luchan por el respeto de las mujeres y otras organizaciones  civiles.

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