lunes, 6 de agosto de 2012

Adolescente transexual exige sus derechos de no ser discriminado en el colegio

Se siente una niña atrapada en el cuerpo de un niño, pero se atrevió a vestir de mujer e ir a clases. Allí la obligaron a dar su examen final alejada a más de 10 metros de sus compañeros.

The Telegraph

Ashlyn Parram tiene 16 años, el pelo largo y castaño, y usa maquillaje, como cualquier niña de su edad. Pocos creerían que hasta los 15 se llamó Lewis, y que ante sus compañeros de colegio y amigos, debió vestirse durante todo ese tiempo con la ropa que supuestamente le corresponde al género con el que nació, masculino.

Ashlyn (a la izquierda) justo a su madre, Miranda.

Ashlyn (a la izquierda) justo a su madre, Miranda.

“Por lo que a mí respecta, soy una mujer. Todo lo que quiero es que la gente me acepte como soy”, dice la adolescente a los medios ingleses, que han reporteado su caso luego de las acusaciones de la familia de Ashlyn en contra de su colegio, por haberla hecho sentirse discriminada.

El primero de junio pasado fue la primera vez que se atrevió a ir con el uniforme de mujer y sus extensiones de cabello a su colegio. Ya había vivido con constantes burlas de sus pares, y en más de una ocasión le vaciaron su mochila en el suelo. Incluso, un profesor imitaba su forma de ser delante de los otros compañeros.

Pero no fue hasta que dio su prueba final para obtener el certificado de secundaria, que se sintió tratada en menos. Estaban todos los alumnos rindiendo el examen en el gimnasio del colegio Giles Academy, en Boston, Lincolnshire, cuando Chris Walls, el director, le dijo que no podría sentarse y comenzar la prueba hasta que fuera a su casa y se pusiera su uniforme de hombre.

Pero tras años sintiéndose diferente y aguantando las burlas del resto, Ashlyn supo no dejarse amedrentar, y fue hasta un computador para imprimir la “Equality Act”, ley de igualdad inglesa que la protegía de una serie de situaciones discriminatorias, entre ellas “por un profesor de escuela”.

Le enrostró la copia en la cara al docente, quien, sin otra alternativa, aceptó que ella diera su prueba, no sin antes sentarla a más de 10 metros alejada de sus compañeros.

“Durante todo el examen me sentí a punto de ponerme a llorar (...) Me hicieron sentir como un bicho raro. Es triste que la gente no sea más abierta de mente”, comentó a Daily Mail, la menor.

Tras el incidente, la mamá de Ashlyn, Miranda Johnson, quiso interponer una acción judicial en contra de Walls, más que nada, para exigir una disculpa del director, y con la esperanza de que estos hechos no se repitan con otros adolescentes.

“Todo tenía sentido”: Una niña dentro un cuerpo equivocado

Miranda recuerda que Ashlyn siempre fue diferente. Nunca le interesó jugar con autos o robots o pistolas de juguete. Prefería estar en la casa y armar historias con muñecas. “Nunca me molestó, pero como madre, te preocupas de las dificultades y prejuicios que tenga que enfrentar tu hijo más adelante”, señaló la mujer.

A los 11 años, la adolescente anunció a su familia que era homosexual, pero más adelante, confesaría que en realidad lo que le sucedía era que se sentía atrapada en un cuerpo de hombre.

De hecho, Ashlyn fue diagnosticada con disforia de género, que es un desajuste o contradicción entre la identidad sexual y el sexo biológico de una persona (Ver recuadro). Por eso, actualmente, se encuentra en lista de espera para recibir un tratamiento hormonal que le ayude a suprimir sus características masculinas, y al cumplir los 18 años podrá optar por una cirugía de cambio sexual.

“Todo tenía sentido”, comentó la madre. “Sobre todo me preocupaba lo molesto que debía ser para Ashlyn sentirse atrapada en el cuerpo de otra persona. Como madre, es un instinto tratar de ir despejando el camino por el que va tu hijo en su vida, y sabía que iba a enfrentar obstáculos difíciles en el futuro. (Pero) quería hacer todo lo posible para ayudarla”.

“La gente tiene que entender que esta no es una ‘opción’ que Ashlyn tuvo, es lo que ella es. Se trata de su condición (...) Lo más importante es la familia. La mía puede ser inusual pero es mi familia. Ashlyn es mi hija. Y el hecho de que ella era solía ser mi hijo antes, es irrelevante”.

Disforia de género, el término que se quiere eliminar
El próximo 20 de octubre, como todos los años, será el Día Internacional de Acción por la Despatologización Trans, que desde 2009, reúne a organizaciones que esperan que la transexualidad deje de ser considerada un trastorno de género o disforia. Este término actualmente rige en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Enfermedades Mentales de la Asociación de Psiquiatría Norteamericana y en la Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS (CIE-10). La campaña se celebró el año pasado en más de 60 ciudades del mundo.



No hay comentarios: