Caracas, 25 Jul. AVN.- Este miércoles, la Sala Generalísimo Francisco de Miranda de la Asamblea Nacional fue sede cultural del IV Festival de Pueblos de África, desde las 2:00 de la tarde, cuando los tambores nigerianos y la comida típica ofrecieron a los asistentes la oportunidad de descubrir parte de la riqueza de un continente que, para muchos, es sinónimo de hambre y atraso.
"Existe un desconocimiento bastante grande de lo que es África. Nosotros tuvimos la oportunidad de estar cuatro años en Benín y comprendimos que el continente no es lo que la televisión nos ha mostrado; más que guerra, hambre y atraso. Para nosotros significó una experiencia muy cercana con la identidad venezolana", expresó Carlos Feo en la inauguración fotográfica Sonrisas de los pueblos de África Occidental.
Feo, junto con su compañera Yasmín Corrales, tuvo la oportunidad de trabajar en la Embajada venezolana, ubicada en la capital de la República Federal de Nigeria, y en medio del trabajo ambos registraron, visualmente, momentos de la cotidianidad del pueblo africano, que integran la exposición inaugurada este miércoles.
Mujeres cantando a la tierra, niños jugando fútbol en el barrio Yaoundé, hombres recogiendo las cosechas de algodón y nuez son parte de las escenas que retratan la cotidianidad de las comunidades nigerianas, bajo los lentes fotográficos.
"Cómo la mujer busca el agua en el pozo, cómo el papá va y pesca, cómo el núcleo familiar define el actuar de las comunidades, el respeto por los ancianos y la defensa del saber espiritual son parte de las experiencias que siempre recordamos", comentó Corrales.
Entre el público reunido resaltaban delegaciones de jóvenes vestidos de uniforme azul e insignia blanca que rezaba Escuela Latinoamericana de Medicina Dr. Salvador Allende (ELAM), ellos integran el convenio de educación intercultural entre Venezuela, países latinoamericanos y África, sumada recientemente.
Para la estudiante nigeriana Baboshiya Sheyin, "la actividad es muy interesante porque hay muchas cosas que aprender y compartir con culturas latinoamericanas. Cuando llegué aquí sólo sabía decir 'hola' y 'gracias', ahora he aprendido mucho más por mis clases de español (...) Estudio segundo año de medicina y entiendo casi todas mis lecturas".
Países como Ecuador, Bolivia, Brasil, Nicaragua y Cuba se benefician del convenio intercambiando saberes y experiencias traducidas en educación integradora. "Para mi todas las culturas se relacionan desde sus antepasados. Estas actividades ayudan a que esa herencia ancestral se cultive", manifestó la estudiante boliviana Risel Copa.
Mientras los presentes estrechaban palabras, los tambores emitieron su quejido rítmico en las voces de los intérpretes del grupo africano, que sazonó el ambiente con instrumentos y letras étnicas como la yoruba, hausa e igbo, mientras que parejas de baile movían caderas y piernas con pasos similares a las danzas venezolanas.
Otra muestra que deleitó al público fue una selección de platos criollos con raíces africanas como la cachapa de maíz, el patacón zuliano, elaborado con plátano, conservas de variadas frutas y granos guisados.
La cafunga resultó ser la más exótica y gustosa para el público. "Es un dulce criollo a base de coco rallado, harina de maíz y cambur que se come en Barlovento por receta ancestral traída por hermanos africanos que cultivaron tierras venezolanas hace mucho tiempo", explicó el anfitrión de la mesa, Joa Carrillo.
Para esta edición, el festival rinde homenaje a países occidentales de África como Benín, Nigeria, Guinea, Malí, Ghana, Senegal, Costa de Marfil, Gambia y otras que junto a Brasil, Cuba, Ecuador, Bolivia y Venezuela se unen para mostrar el rostro más amable de sus pueblos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario