Un hombre levanta las manos en compañía de miles de ''indignados'' que se reúnen en la Puerta del Sol, en Madrid. EFE
PARÍS, FRANCIA (15/MAY/2012).- Europa está en plena ebullición por la crisis económica y hoy eleva la temperatura con la asunción del nuevo mandatario francés, el socialista François Hollande, quien llega para polemizar con la canciller de hierro, la alemana Angela Merkel, sobre el tema del pacto fiscal y severas políticas de austeridad que impactan en los bolsillos de los habitantes del Viejo Continente.El desalojo de los “indignados” en España, que siguen en pie de lucha cuando hoy se cumple el primer aniversario de aquel movimiento social, junto con los fracasos para conformar un Gobierno griego, abonan al “calentamiento global” de la zona del euro.
El premio Nobel de economía, Paul Krugman, pregona el fin de la moneda única en Europa “en unos meses”, por la reticencia de fuerzas políticas en Grecia a cumplir con los rescates financieros.
El economista basa su vaticinio en que si Alemania no acepta una “drástica revisión de la estrategia” contra la crisis económica del Viejo Continente, es decir, que el pacto fiscal sea menos lesivo para los 27 países que lo firmaron apenas en marzo, la solidez del bloque estaría amenazada.
Y mientras Angela Merkel se opone a cualquier modificación, el socialista François Hollande impulsa una visión de cambio, propuesta que le dio la victoria sobre el conservador Nicolas Sarkozy, mancuerna de la canciller alemana en el manejo de la Zona Euro.
En España hay motivos para avivar la incertidumbre.
Por una parte los “indignados” celebran el primer aniversario de un movimiento que nació para protestar por los costosos ajustes sociales, el cual hoy tiene vigencia por la desocupación de que roza 25% y, por el otro, la banca privada asume los costos de un paquete para cubrir riesgos provocados por los activos “tóxicos” inmobiliarios. El monto alcanza los 15 mil millones de euros.
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