Caracas, 22 Feb. AVN.- Un disparo retumbó en el Audubon Ballroom de la ciudad de Manhattan. El caos y la desesperación se apoderaron del lugar. Otros dieciséis disparos estallaron y el blanco fue Malcom X, que en ese momento pronunciaba un discurso a sus seguidores.
El traje negro y la camisa blanca que caracterizaban la vestimenta del líder negro ahora estaban manchados de rojo, y en ese auditorio quedaba sin vida una de las personas que más había enfrentado al sistema segregacionista estadounidense.
En medio del descontrol provocado por los disparos, Thomas Hagan fue detenido, mientras que posteriormente los testigos identificaron dos sospechosos más, Norman 3X Butler y Thomas 15X Johnson. Los tres eran miembros de la Nación del Islam, organización que Malcom X había dejado meses atrás, y tras el juicio los sospechosos fueron condenados.
Nacido en 1925 con el nombre de Malcom Little, la historia de "Red", como era conocido por sus cabellos rojizos, estuvo marcada por la opresión al pueblo afrodescendiente y diversos problemas que lo llevaron a la cárcel.
Su cambio profundo se produjo en 1946 en una cárcel de Massachusetts mientras cumplía una condena por robar una joyería.
Dentro del presidio, donde estaría hasta 1952, Malcom descubrió la lectura y la existencia de la Nación del Islam, organización encabezada por Elijah Muhammad.
Desde ese momento quedaría atrás su vida de proxeneta, adicción a las drogas y ladrón, para convertirse al islamismo y, libre de la cárcel, erigirse en el líder más relevante de la Nación del Islam en EEUU hasta el punto en que fue directamente invitado por el monarca de Arabia Saudita a realizar una visita a ese país de la península Arábiga y realizar la obligada peregrinación a la Meca.
Por ese entonces Malcom agregó la X a su nombre, que simbolizaba el apellido africano original que los negros americanos habían perdido.
En paralelo, se inició su lucha por los derechos civiles y la defensa del pueblo negro, aunque esto incluyera la utilización de la fuerza para defenderse de grupos racistas como el Klu Klux Klan.
En ese momento, el FBI ya había comenzado los seguimientos a Malcom X, conociendo el potencial que desplegaba por todo el país ese dirigente negro, al que no le temblaba la voz cuando llamaba a sus seguidores a que se armaran para resistir las agresiones.
Pero su crecimiento personal y dentro de la Nación al Islam trajo aparejado las envidias de Elijah Muhammad quien sentía debilitado su liderazgo por las denuncias recibidas de utilizar su poder para abusar de las mujeres.
En 1960, Malcom X recibió al líder cubano Fidel Castro en el histórico hotel Theresa del barrio de Harlem, quien había llegado a Estados Unidos para participar en la Asamblea General de la ONU, como así también en los años posteriores recorrió África, donde se reunió con los máximos dirigentes que impulsaban los procesos de liberación contra el colonialismo.
En 1964 su situación en la Nación del Islam se convirtió insostenible y, sancionado por el propio Muhammad, decidió separase y fundó la Organización de la Unidad Afro-Americana, visualizada por Ernesto Che Guevara como un paso extraordinario en el movimiento revolucionario estadounidense y a la que envió su mensaje esperanzador, leido por el propio Malcom X en una de sus reuniones.
Desde ese momento hasta su asesinato el 21 de febrero de 1965, transcurrieron apenas once meses, donde se pudo ver una radical y profunda transformación en Malcom X.
Desde su postura contraria a los blancos y en defensa exclusiva del pueblo afrodescendiente, "Red" ahora convocaba a la clase obrera estadounidense, conocía las revoluciones de liberación nacional en África y no dudaba en reclamar un profundo cambio de sistema en su país.
En diciembre de 1964, Malcom X denunciaba, en una intervención en la Universidad de Oxford, que la clase gobernante de Estados Unidos "se pasea por toda la tierra presumiendo que tiene el derecho de decir a otros pueblos cómo deben gobernar sus países, cuando ni siquiera puede corregir las porquerías que ocurren en su propio país".
En ese mismo discurso, dejó en claro de forma concreta sus ideas: "ustedes están viviendo en una época de extremismo, una época de revolución, una época en la que tiene que haber cambios. La gente que está en el poder ha abusado de él, y ahora tiene que haber un cambio y hay que construir un mundo mejor, y la única forma en que se va a construir es con métodos extremos. Por mi parte, me voy a unir a quien sea; no me importa del color que sea, siempre que quiera cambiar las condiciones miserables que existen en esta tierra".
Silenciado o satanizado por la maquinaria mediática, Malcom X construyó su vida de resistencia en las calles de Harlem, convocó a su causa a cientos de personas, deslumbró con sus discursos a estudiantes y a personajes como Mohamed Ali, uno de los boxeadores más relevantes de la historia del deporte, además de ser una referencia ineludible para los movimientos políticos como las Panteras Negras en las décadas del 60 y 70 dentro de Estados Unidos.
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