Por Decio Machado / Sociólogo y periodista Este artículo fue preparado originalmente para la Revista R, Quito "Básicamente estamos haciendo mejor las cosas con el mismo modelo de acumulación, antes que cambiarlo, porque no es nuestro deseo perjudicar a los ricos, pero sí es nuestra intención tener una sociedad más justa y equitativa." Presidente Rafael Correa, Entrevista, Diario El Telégrafo, 15.1.12 Desde la llegada del economista Rafael Correa al Palacio presidencial de Carondelet, a mediados de enero del 2007, el aparato de propaganda política oficialista se especializó en movilizar a la ciudadanía para ganar las "batallas por la significación" por encima de lo que es o debe ser un "buen gobierno", articulándose una estrategia política planificada sobre la imagen del líder.
El objetivo se enfocó en la idea de que cada ciudadano sienta que más que gobierno, "ahora sí tenemos presidente". Se articuló un plan político-comunicacional basado en el "gobernar-actuar-comunicar", posicionándose hipotéticos valores como: autoridad, disciplina y seguridad, lo que se combinó con una mediática lucha contra la corrupción, la mala política y la injusticia social. Todo se estructuró bajo un discurso que se autodefine como "izquierda moderna" o "socialismo del siglo XXI".
Articulada esta nueva forma de intervención política, todos los esfuerzos de la propaganda oficialista se enfocaron a reforzar la credibilidad del líder por encima de ideologías o del partido. La estrategia política y comunicacional es vieja, ha sido desarrollada en multitud de ocasiones y en diferentes países, y consiste en construir un sujeto de deseo, un superhéroe.
Bajo esta estrategia bien planificada, el presidente Correa ha consolidado durante estos cinco años de gobierno un sólido perfil basado en conceptos posicionados como: honestidad, entrega al país, gran sabiduría e inteligencia política y discurso monotemático con el fin de no perder el conquistado amor popular. Sobre esta imagen se ha desarrollado su papel de salvador de la Patria. Sin quitar méritos a los diseñadores de esta estrategia mediática, todos afincados en el anillo inmediato que rodea al presidente Correa, la operación ha sido relativamente fácil debido al enorme descrédito de los gobiernos precedentes. Siga leyendo en http://www.rebelion.org/docs/145047.pdf |
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