Más de 40.000 personas se manifestaron el jueves en Grecia contra la política de austeridad del nuevo gobierno de coalición de Lucas Papademos, que había obtenido un amplio voto de confianza el miércoles en el Parlamento.
La policía, que estimó el número de manifestantes en 27.000, usó gases lacrimógenos en pocas oportunidades, cuando grupos de gente encapuchada le lanzaron pedradas delante del Parlamento.
Tradicionalmente se realizan en Grecia manifestaciones el 17 de noviembre para conmemorar el aniversario de la rebelión estudiantil contra la junta de los coroneles en 1973.
El año pasado, esas marchas (20.000 personas en Atenas, según la policía) se transformaron en protesta contra la política de austeridad (aumento de impuestos, baja de salarios, etc.) aplicada por el gobierno bajo la presión de los acreedores extranjeros de Grecia.
"La junta (militar) no se fue en 1973, ¡levantamiento contra el gobierno UE-FMI!", indicaban banderolas en la manifestación, vigilada por 7.000 policías desplegados en Atenas.
Marita, una estudiante de 23 años de la Escuela Politécnica, bastión del levantamiento de 1973, hacía un paralelismo entre pasado y presente: "El actual gobierno no salió de elecciones. Si no es una junta, ¿qué es?".
"Los vamos a echar a todos", prometía otra banderola. Este año, además de las protestas sociales, las manifestaciones adquirieron un cariz aún más político a raíz de la entrada al gobierno de coalición de la extrema derecha por vez primera desde la caída de la dictadura.
El gobierno griego formado el viernes bajo la dirección de Papademos, un ex vicepresidente del Banco Central Europeo, es el resultado de una coalición histórica de la derecha, los socialistas y la extrema derecha. Su objetivo es evitar a Grecia el cese de pagos de la deuda y una posible salida de la Eurozona.
El nuevo gobierno inició ya el miércoles negociaciones con los bancos del mundo entero para reducir una parte de su deuda, que permitirá bajar el endeudamiento público de Grecia a 120% de su PIB en 2020, en vez de 160% actualmente. El viernes, el gobierno presentará al Parlamento el presupuesto de 2012, que recordará al país la enormidad de los sacrificios que se le piden.
El Fondo Monetario Internacional anunció este jueves que esperará que haya en Grecia un "amplio apoyo político" para "realizar la quinta revisión y desembolsar la sexta partida" de un préstamo de 30.000 millones de euros. Los acreedores del país exigen que todos los partidos griegos miembros de la coalición gubernamental se comprometan por escrito a respetar el programa de austeridad.
Una exigencia que se resiste a aceptar el dirigente del partido de derecha Nueva Democracia, Antonis Samaras, que no desea asociar su nombre a políticas de rigor similares a las aplicadas por el precedente gobierno socialista.
Por su parte, la oposición de izquierda --el Partido Comunista (KKE) y la izquierda radical (Syriza)-- rehusó formar parte de la coalición gubernamental. Alentados por las encuestas de opinión, los comunistas y los radicales cuentan capitalizar la creciente oposición a la política de austeridad y encarnar el frente de rechazo al gobierno de coalición.
*
No hay comentarios:
Publicar un comentario