A raíz de su identidad de género diversa Sandy ha sido acosada día a día durante cuatro años por un grupo de vecinos, en el marco de ataques que iniciaron verbalmente, pero que ahora han incrementado su nivel de violencia.
''Nos han amenazado de muerte, nos han lanzado basura, han roto nuestro techo con palas, me tratan de enferma e inmoral porque soy transexual y han golpeado a mi pareja'', ha denunciado la afectada en dos ocasiones ante la Fiscalía de San Antonio y ante la Segunda Comisaría de Carabineros en Cartagena.
Los hechos derivaron en que en dos ocasiones Sandy contará con protección policial, extendiéndose la última hasta el viernes próximo, mientras que la Ilustre Municipalidad de Cartagena instaló un poste de luz y cercó un sitio eriazo ubicado al lado de su casa, para prevenir los ataques.
Sin embargo, los atropellos no cesan y aún cuando el mayor de la Segunda Comisaría de Cartagena, Iván Ibaceta, ha colaborado para proteger a la afectada, en más de una ocasión Sandy ha padecido incluso la transfobia policial de funcionarios de rangos menores que sin justificación la han detenido ''tratándome como victimaria porque me defiendo de los ataques, cuando en realidad soy víctima''.
La afectada denunció el caso ante el Movilh la semana anterior y ayer dicho movimiento de la diversidad sexual se apostó en la casa de la afectada para brindarle “todo el apoyo que sea necesario y también para dar una señal clara a sus vecinos de que Sandy y su pareja no están solos, sino que cuentan con nuestro respaldo”.
Tras denunciar públicamente el caso, la afectada y el Movilh se reunieron con el mayor Ibaceta para expresar su valoración por la labor que ha efectuado, pero también para denunciar los atropellos policiales, por lo que el funcionario se comprometió a dar instrucciones precisas a los carabineros bajo su mando para que cesen las hostilidades y brinden toda la ayuda necesaria a Sandy.
En paralelo, el presidente del Movilh, Rolando Jiménez, visitó junto a Sandy la Fiscalía de San Antonio para recopilar todos los antecedentes del caso, solicitar la extensión de la medidas de protección e iniciar las acciones legales correspondientes “contra este grupo de vecinos que daña y ofende a una familia sólo por ser distinta. Esta situación es muy lamentable por lo que agotaremos todas las gestiones necesarias para Sandy y su familia puedan alguna noche dormir tranquilos”, puntualizó el activista.
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