Berlín, 23 de Junio (EFE).- Más de 100.000 personas mueren cada año en Europa por habitar en viviendas no acondicionadas adecuadamente, revela un informe difundido hoy por la Organización Mundial de la Salud (OMS). “El hogar debería ser un lugar seguro. Pero para muchos todavía no lo es, especialmente para gente vulnerable que pasa la mayor parte del tiempo en casa, como niños pequeños, personas mayores y discapacitados”, señala Zsuzsanna Jakab, directora regional de la OMS para Europa.
Unas condiciones de vivienda inadecuadas causan o contribuyen además a desarrollar muchas patologías y lesiones evitables, incluidas enfermedades respiratorias, cardiovasculares y del sistema nerviosos, además de cáncer, subraya el informe, titulado “Problemas del entorno en enfermedades asociadas a viviendas no adecuadas". “Las viviendas no acondicionadas adecuadamente representan una seria amenaza del entorno a la salud que se podría prevenir”, subraya Jakab. Entre los factores de riesgo asociados a la vivienda, el documento alude al ruido, la humedad, la calidad interior del aire, el frío y la seguridad en las casas. Así, la falta de medidas de seguridad en el hogar como detectores de humo causa 7.000 muertes al año en toda la región (0,9 por cada 100.000 habitantes).
Temperaturas bajas en el interior de la casa causan 12,8 muertes por cada 100.000 habitantes al año; la exposición al gas radón, entre 2 y 3 en determinados países y al humo de terceros, 7,3; y el uso de combustibles sólidos como fuente de energía sin contar con ventilación apropiada 16,7 por cada 100.000 niños y 1,1 por cada 100.000 adultos. Por otra parte, el uso de combustibles sólidos sin ventilación adecuada se traduce anualmente en 577 años de vida potencialmente perdidos (AVPP) por cada 100.000 menores de cinco años y la exposición a plomo en el hogar en 79 AVPP. Según datos procedentes de 45 países, la presencia de moho en la vivienda resulta en la pérdida de 40 AVPP por cada 100.000 niños. Sólo en Alemania, la exposición al ruido del tráfico causa la pérdida de 31 AVPP por cada 100.000 habitantes y en toda Europa la ausencia de detectores de humo se traduce en la pérdida anual de 22 AVPP.
Según el informe, en gran parte de Europa, la gente pasa cerca del 90 por ciento de su tiempo en edificios y entornos artificiales, por lo que garantizar que los espacios cerrados sean cuanto más seguros y saludables aportaría grandes beneficios a la salud pública y contribuiría a prevenir las enfermedades no contagiosas. Sin embargo, en 2009 las viviendas en la Unión Europea presentaban todavía muchos riesgo para la salud como ruido excesivo (22 %), humedad (16 %), hacinamiento (18 %), problemas para mantener el calor en invierno (9 %), y falta de equipamientos sanitarios como retretes (3 %) y bañeras o duchas (3 %).
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