sábado, 17 de julio de 2010

Lula se lanza a la campaña electoral y arropa a Rousseff en su primer mitin

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Río de Janeiro, 16 jul (EFE).- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se lanzó hoy de lleno a la campaña electoral y arropó con vehemencia a su candidata, Dilma Rousseff, en el primer mitin del Partido de los Trabajadores (PT), realizado en Río de Janeiro.

El carismático líder brasileño realizó una calurosa y emotiva defensa de las virtudes de Rousseff, la abrazó en varias ocasiones y levantó su brazo en señal de victoria, para el regocijo de los cerca de dos mil seguidores que aguantaron estoicamente en el centro de Río bajo un intenso aguacero y un viento con rachas fuertes.

"Brasil va a experimentar que la mujer no es un objeto de la cama y la mesa, sino un ser político que lo puede hacer mejor que nosotros en 500 años", bramó Lula, en una de sus intervenciones más aplaudidas de la noche.

El político, vestido con una chaqueta que le regaló el presidente de Bolivia, Evo Morales, destacó la competencia y la preparación de Rousseff, recordando su labor al cargo del ministerio de la Presidencia, que dirigió desde 2005 hasta el pasado marzo, cuando dejó el Gobierno para dedicarse a la campaña para las elecciones del próximo 3 de octubre.

También aludió al pasado de Rousseff como militante en los movimientos de izquierdas contra la dictadura militar y habló de las torturas que sufrió en la cárcel.

Reiteró que es la única candidata que evitaría "retrocesos" en las políticas sociales y económicas que su Gobierno ha impulsado en los últimos ocho años y pidió a los ciudadanos que den continuidad a su trabajo.

En un tono menos inflamado, Rousseff aludió constantemente al actual mandatario y a los logros de su gabinete, recordó el origen humilde de Lula, lo que, según ella, "le ha dado fuerza" para trabajar por los pobres.

"Lula decía que él no podía fallar por ser trabajador y es uno de los mejores presidentes de la historia. Yo tampoco puedo equivocarme, tengo que honrar a todas las mujeres", manifestó.

La candidata prometió gobernar escuchando al pueblo y dijo que haría "lo posible e imposible para atender sus necesidades" y aseguró que va a conservar la "herencia" dejada por Lula.

Ambos políticos centraron parte de sus discursos en problemas locales de Río de Janeiro, como la violencia y la precaria calidad de vida en las favelas, los barrios marginales en los que vive un tercio de los seis millones de habitantes de la ciudad.

En un discurso apasionado, Lula defendió la transformación de las favelas en barrios y en la aplicación de políticas que desmonten la "vergonzosa segregación" promovida, según él, por la elite política en los últimos siglos.

Rousseff fue la última en participar en el acto electoral y su intervención tuvo una acogida más fría que la de Lula, en parte por el clima adverso, que ya había espantado a muchos seguidores de la céntrica plaza en la que se realizó el mitin.

La persistente lluvia obligó a muchos simpatizantes a utilizar sus banderas y letreros como paraguas improvisados.

Antes de la llegada de Lula, quien se incorporó al acto a última hora, la candidata del PT sí se pudo dar un baño de masas en la concentración y en la caminata previa al mitin, realizadas en una de las avenidas más importantes de la ciudad, cuando la lluvia aún no había comenzado.

La mayoría de los asistentes al acto portaban emblemas del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal integrante de la coalición de Gobierno, aunque también se observó un nutrido grupo de seguidores del PT y de otras formaciones menores.

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