El primer ministro chino, Wen Jiabao, desmintió este sábado que se esté discriminando a las empresas extranjeras en China y que exista una degradación de las condiciones para sus inversiones en la tercera economía mundial.
"Hay actualmente afirmaciones según las cuales las condiciones de las inversiones se degradan. Esto es falso", afirmó Wen, citado por la agencia oficial China Nueva, en respuesta a una pregunta del presidente del directorio del número uno mundial de la industria química, el alemán BASF, Jürgen Hambrecht.
Ambos se encontraban en Xi'an (noroeste) con ocasión de un seminario sino-alemán en presencia de la canciller alemana, Angela Merkel, y de empresarios de ambos países.
"Las inversiones extranjeras no afluirían si las condiciones se degradaran para las inversiones", añadió, refiriéndose a las últimas cifras oficiales.
Las inversiones directas extranjeras en China aumentaron en un año un 19,5%, según cifras del primer semestre de 2010 respecto al mismo periodo del año anterior.
"Los que ingresan en China se benefician del mismo tratamiento que las sociedades chinas, sean empresas de propiedad extranjeras, coempresas o sociedades comunes por acciones", agregó el primer ministro.
Treinta años después de la apertura de China a las inversiones extranjeras, las compañías internacionales se quejan de leyes costosas, reglas que privilegian a sus homólogos locales y de un nacionalismo creciente.
Estos últimos meses, la Cámara de Comercio Europea en China y su homóloga estadounidense expresaron sus preocupaciones.
En marzo, luego de varios meses de batalla entre Google y las autoridades chinas sobre la censura, el primer ministro Wen Jiabao había afirmado que China seguiría recibiendo a los inversores extranjeros.
frb/jb/am/erl
"Hay actualmente afirmaciones según las cuales las condiciones de las inversiones se degradan. Esto es falso", afirmó Wen, citado por la agencia oficial China Nueva, en respuesta a una pregunta del presidente del directorio del número uno mundial de la industria química, el alemán BASF, Jürgen Hambrecht.
Ambos se encontraban en Xi'an (noroeste) con ocasión de un seminario sino-alemán en presencia de la canciller alemana, Angela Merkel, y de empresarios de ambos países.
"Las inversiones extranjeras no afluirían si las condiciones se degradaran para las inversiones", añadió, refiriéndose a las últimas cifras oficiales.
Las inversiones directas extranjeras en China aumentaron en un año un 19,5%, según cifras del primer semestre de 2010 respecto al mismo periodo del año anterior.
"Los que ingresan en China se benefician del mismo tratamiento que las sociedades chinas, sean empresas de propiedad extranjeras, coempresas o sociedades comunes por acciones", agregó el primer ministro.
Treinta años después de la apertura de China a las inversiones extranjeras, las compañías internacionales se quejan de leyes costosas, reglas que privilegian a sus homólogos locales y de un nacionalismo creciente.
Estos últimos meses, la Cámara de Comercio Europea en China y su homóloga estadounidense expresaron sus preocupaciones.
En marzo, luego de varios meses de batalla entre Google y las autoridades chinas sobre la censura, el primer ministro Wen Jiabao había afirmado que China seguiría recibiendo a los inversores extranjeros.
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