Tras desacreditar al movimiento indígena liderado por la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB), con acusaciones en sentido de que estaría financiado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el Gobierno logró cristalizar el viernes un acuerdo con una regional de la Central de Pueblos Indígenas del Beni (CEPIB), cuya acción debilita y divide a la organización que agrupa a los pueblos de tierras bajas.
La firma del acuerdo con un sector de la CEPIB, según el documento, busca impulsar el desarrollo productivo y social de las comunidades indígenas de la amazonia beniana, pero a su vez frena el hecho de que este grupo se sume a la marcha encabezada por la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB).
El primer sector que decidió no participar de la marcha fue la Asamblea del pueblo Guaraní (APG), que lleva más de un mes negociando sus demandas con el gobierno de manera separada, tal y como informó Celso Padilla, su máximo representante, situación que llegó a su punto cúspide ayer cuando hicieron pública su decisión. "Como resultado de este primer encuentro con el jefe de Estado en La Paz, el pueblo guaraní resolvió no realizar ninguna medida de presión", manifestó en la oportunidad el dirigente guaraní tras el compromiso que asumió Morales durante la reunión. Asimismo, en estos últimos días, el gobierno se reunió con originarios mosetenes, comunidad del norte de La Paz, con los que acordó atender sus exigencias, las cuales se basan, en general, en servicios básicos, salud y carreteras.Otro sector que no quedó indiferente en esta desarticulación sistemática fue la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) que calificó, la pasada semana, de "inconstitucionales" las demandas de la CIDOB y pidió una reanudación del dialogo con el gobierno para consensuar soluciones a su pliego petitorio. Entretanto, conciente del golpe estratégico que le asestó el Gobierno, los miembros de la CIDOB no retrocedieron en su postura y continúan su marcha por la tierra, los derechos de los pueblos y la autonomía, a pesar de que cedieran al enviar una comisión a La Paz para intentar un acercamiento con el Gobierno, la cual está liderado por Lázaro Tacoó, ejecutivo de la Coordinadora de los Pueblos Étnicos de Santa Cruz (Cepsc).
Mientras tanto, en Palacio de Gobierno, el Presidente Evo Morales, secundado por su Vicepresidente Álvaro García Linera y el Ministro de Autonomías, Carlos Romero, y otras autoridades, se comprometió, en reiteradas ocasiones, a mantener un diálogo directo con los indígenas bajo la única condición de no vulnerar las disposiciones que emanan de la Constitución Política del Estado (CPE). "Nunca hemos cerrado la puerta ni la cerraremos, tenemos acuerdos y los respetamos, la marcha no tiene justificativos que emerjan de las necesidades de los propios pueblos, no busca el beneficio colectivo", denunció el presidente en ejercicio, Álvaro García Linera, al recordar que su partido fue desde un principio el máximo abanderado de la autonomía indígena.
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