LISBOA (Reuters) - Portugal vota el domingo en unas elecciones parlamentarias que probablemente supondrán el retorno a los tiempos de incertidumbre política, justo cuando afronta una recesión económica.
Los sondeos dan una ventaja ajustada al primer ministro socialista, Jose Socrates, aunque sin mayoría absoluta, lo que haría difícil que pudiera mantener las políticas favorables al mercado y la inversión de su primer mandato.
Aunque los expertos no descartan completamente una victoria de Manuela Ferreira Leite - la líder de los socialdemócratas (centroderecha), conocida como la Dama de Hierro de la política portuguesa - creen que el verdadero reto para el vencedor será conseguir aprobar sus leyes en el Parlamento.
Así, los dos principales partidos podrían tener que llegar a acuerdos en cuestiones claves, como las finanzas públicas y el presupuesto para 2010. En otras cuestiones, los socialistas podrían buscar el apoyo de partidos de izquierda.
"Parece que los socialistas ganarán, pero sin mayoría y con dificultades para gobernar", dijo Francisco Sarsfield Cabral, comentarista político y redactor jefe de Radio Renascenca. "Creo que estamos hablando de un gobierno (...) que tendrá que negociar a derecha e izquierda".
El sondeo más reciente da a los socialistas un 34,9 por ciento, frente al 31,6 por ciento de los socialdemócratas.
Los socialistas han prometido mantener un papel fuerte del Estado en la economía, incluyendo proyectos de infraestructuras como la conexión del AVE con España. Los socialdemócratas, por su parte, quieren reducir drásticamente el gasto público e impulsar la inversión del sector privado.
Para el país más pobre de Europa occidental - con un PIB per capita de 15.600 euros, frente a los 28.300 de la eurozona -, un resultado igualado no ayudaría a afrontar la recesión más aguda de las últimas décadas.
Socrates logró el 45 por ciento de los votos en 2005, lo que le permitió sanear las finanzas públicas y reformar las pensiones y el funcionariado. Pero los niveles de deuda han vuelto a subir, el desempleo está en su nivel más alto desde los 80 y las agencias de crédito están advirtiendo de los retos que afronta la economía.
¿MOMENTO DE LA VERDAD?
Ferreira Leite es una antigua ministra de Finanzas conocida por sus duros recortes. "Ha llegado el momento de la verdad", es el lema de campaña que está utilizando.
Portugal parece que se dirige a un regreso de su sistema multipartidista, en el que los votos se reparten entre los cinco partidos principales, dijo Rui Oliveira Costa, director de la encuestadora Eurosondagem.
"Las circunstancias que llevaron a una mayoría de los socialistas en 2005 son virtualmente irrepetibles", dijo. "Hay una consolidación del sistema pentapartito. Portugal está volviendo a la normalidad de un sistema pluripartito, un sistema como el de Alemania".
Lo malo para los socialistas es que aunque podrían trabajar con sus aliados naturales del Bloque de Izquierdas en asuntos sociales, ambos están muy en desacuerdo en las políticas favorables al mercado de Socrates o en las delicadas cuestiones de las finanzas públicas. El Bloque de Izquierdas ha descartado siempre una posible alianza.
En cuanto al presupuesto del año que viene, probablemente necesitará duros recortes o subidas de impuestos, para tratar de reducir el déficit del 5,9 por ciento del PIB de este año.
Pero a diferencia de Alemania - que también vota el domingo - Portugal no tiene una verdadera tradición de "grandes coaliciones". Los dos principales partidos solo han gobernado juntos una vez desde la "revolución de los claveles" que devolvió la democracia al país en 1974, entre 1983 y 1985.
Los sondeos dan una ventaja ajustada al primer ministro socialista, Jose Socrates, aunque sin mayoría absoluta, lo que haría difícil que pudiera mantener las políticas favorables al mercado y la inversión de su primer mandato.
Aunque los expertos no descartan completamente una victoria de Manuela Ferreira Leite - la líder de los socialdemócratas (centroderecha), conocida como la Dama de Hierro de la política portuguesa - creen que el verdadero reto para el vencedor será conseguir aprobar sus leyes en el Parlamento.
Así, los dos principales partidos podrían tener que llegar a acuerdos en cuestiones claves, como las finanzas públicas y el presupuesto para 2010. En otras cuestiones, los socialistas podrían buscar el apoyo de partidos de izquierda.
"Parece que los socialistas ganarán, pero sin mayoría y con dificultades para gobernar", dijo Francisco Sarsfield Cabral, comentarista político y redactor jefe de Radio Renascenca. "Creo que estamos hablando de un gobierno (...) que tendrá que negociar a derecha e izquierda".
El sondeo más reciente da a los socialistas un 34,9 por ciento, frente al 31,6 por ciento de los socialdemócratas.
Los socialistas han prometido mantener un papel fuerte del Estado en la economía, incluyendo proyectos de infraestructuras como la conexión del AVE con España. Los socialdemócratas, por su parte, quieren reducir drásticamente el gasto público e impulsar la inversión del sector privado.
Para el país más pobre de Europa occidental - con un PIB per capita de 15.600 euros, frente a los 28.300 de la eurozona -, un resultado igualado no ayudaría a afrontar la recesión más aguda de las últimas décadas.
Socrates logró el 45 por ciento de los votos en 2005, lo que le permitió sanear las finanzas públicas y reformar las pensiones y el funcionariado. Pero los niveles de deuda han vuelto a subir, el desempleo está en su nivel más alto desde los 80 y las agencias de crédito están advirtiendo de los retos que afronta la economía.
¿MOMENTO DE LA VERDAD?
Ferreira Leite es una antigua ministra de Finanzas conocida por sus duros recortes. "Ha llegado el momento de la verdad", es el lema de campaña que está utilizando.
Portugal parece que se dirige a un regreso de su sistema multipartidista, en el que los votos se reparten entre los cinco partidos principales, dijo Rui Oliveira Costa, director de la encuestadora Eurosondagem.
"Las circunstancias que llevaron a una mayoría de los socialistas en 2005 son virtualmente irrepetibles", dijo. "Hay una consolidación del sistema pentapartito. Portugal está volviendo a la normalidad de un sistema pluripartito, un sistema como el de Alemania".
Lo malo para los socialistas es que aunque podrían trabajar con sus aliados naturales del Bloque de Izquierdas en asuntos sociales, ambos están muy en desacuerdo en las políticas favorables al mercado de Socrates o en las delicadas cuestiones de las finanzas públicas. El Bloque de Izquierdas ha descartado siempre una posible alianza.
En cuanto al presupuesto del año que viene, probablemente necesitará duros recortes o subidas de impuestos, para tratar de reducir el déficit del 5,9 por ciento del PIB de este año.
Pero a diferencia de Alemania - que también vota el domingo - Portugal no tiene una verdadera tradición de "grandes coaliciones". Los dos principales partidos solo han gobernado juntos una vez desde la "revolución de los claveles" que devolvió la democracia al país en 1974, entre 1983 y 1985.
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