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Durante los años 70 y 80, un movimiento
feminista en la animación germinó con la checa Michaela Pavlatova a la
cabeza. Con sus dibujos, planteaba ideas de humor ácido, rica imaginería
de retratos de desigualdad sexual, masturbación y de matrimonios
infelices.
Sus películas han recibido numerosos premios, incluida una nominación al Óscar (en 1993 con su película Words, Words, Words).
Con temas liberadores y creativos, Pavlatova lanza sus mensajes de
emancipación e igualdad sexual. Asimismo, su sátira se ha convertido en
misiles contra el status quo, el machismo y las reglas de una sociedad
conservadora.
Partisana del feminismo desde la
trinchera del cine animado, Pavlatova ofreció una probadita de sus
trabajos a los presentes del bar-foro Pustervik, donde también se
realizan conciertos por las noches en la gélida ciudad de Gotemburgo,
Suecia, donde desde hace unos días se realiza el 38 Festival
Internacional de Cine.
En ésta, la segunda ciudad de
Suecia, que por estos días transpira y respira cine, Pavlatova mostró
algunas de sus piezas y las técnicas de dibujo que la llevaron a ser una
pionera junto con otras femeninas del lápiz en movimiento, como Alison
de Vere, Monique Renault, Ruth Lingford, entre otras, las cuales fueron
puntales en los mensajes de emancipación y sexualidad al inconsciente,
así como la ausencia de comunicación entre el hombre y la mujer.
“No creo que haya pocas (mujeres
en la animación), pero sí tienen menos oportunidades. Sin duda, es un
mundo dominado por los hombres”, confesó a La Jornada,
luego de su clase magistral --en una sala plena de mujeres--, una de
las muchas que se realizan en este encuentro, que proyecta trabajos de
unos 80 países.
“Sus filmes fueron son creativos y
liberadores, y tiene un mensaje directo hacia una sociedad improductiva
y avasallada del establecimiento conservador”, dijo sobre su trabajo
Midhat Ajanovic, uno de los programadores del festival, que concluirá el
próximo fin de semana.
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