A Arequipa, la segunda ciudad más
grande del Perú, le quedan 100 días de agua. De no empezar las lluvias
en la parte alta de la serranías, las reservas seguirán
menguando aceleradamente. El cambio climático alimenta la
desertificación y pondrá en riesgo a cientos de millones de personas en
las próximas décadas. Conoce las alianzas que el MINAM está articulando para enfrentarla.
Hace 2,000 años una próspera ciudad de mercaderes y comerciantes se
erigía en la Provincia de Xinjiang del Oeste en China. La hermosa ciudad
de Yinpan fue durante cientos de años un oasis surtido por dos amplios
ríos y una parada obligatoria para mercaderes y exploradores en la
legendaria ruta de la Seda. Hoy en día queda un estéril y baldío
desierto, una más de las 40 ciudades abandonadas por la desertificación
en esta región.
Sarcófago ancestral en lo que fue la próspera ciudad de Yinpan. © Sean Gallagher Photography. Tomado de http://digitaljournalist.org/issue0906/gallagher-bp.html
Lejos de ser un problema exótico, la desertificación es un problema
sumamente serio en el Perú –el cual es uno de los 12 países del mundo
que enfrentan estrés hídrico- y el mundo, y es agravado por el cambio
climático.Cerca de 1,200 millones de personas vive ya en áreas de escasez de agua, y 500 millones más están en riesgo de escasez. Lord Nicholas Stern, uno de los principales economistas del mundo, advierte que el cambio climático está claramente transformando las condiciones y razones por las cuales la gente vive en las regiones donde vive (incluyendo la disponibilidad de agua en unas zonas y no en otras). A menos que tomemos acciones enérgicas, en las décadas que vienen miles de millones de personas tendrán que migrar y abandonar las regiones donde hoy viven, incluyendo las ciudades que se quedarán sin agua.
Represa Aguada Blanca. Foto de Gabriel Ramos/La República. Tomada de: http://www.larepublica.pe/22-01-2015/se-consumen-las-ultimas-reservas-de-agua
El caso del Perú
Según el informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) el Perú se ubica entre los 12 países que ya estarían afrontando estrés hídrico, países con menos de dos mil metros cúbicos por habitante al año, donde la demanda de agua es mayor que la cantidad disponible
Una de las fuentes de provisión de agua dulce son los glaciares. En los últimos 40 años, el Perú ha perdido el 40% de la superficie de glaciares, lo que podría haber abastecido a Lima por más de 10 años. Se estima que entre el 2020 y 2030, los glaciares por debajo de los cinco mil metros sobre el nivel del mar van a desaparecer por completo, impactando seriamente la disponibilidad del agua.
El cambio climático aumenta la temperatura de la atmósfera y cambian los patrones de lluvias. Gabriela Rosas Benancio, Directora de Meteorología Aplicada del Senamhi, señaló que los pronósticos ya están mostrando cambios importantes en las lluvias, específicamente menos lluvias en el valle del Mantaro, lo que, aunado al retroceso de los glaciares, significará que habrá menos agua disponible para la ciudad de Lima.
Arequipa es una de las ciudades que ya está sufriendo las consecuencias del stress hídrico. Cada año las siete represas del Sistema de Chili Regulado deben almacenar más de 300 millones de metros cúbicos (m3) de agua. En este momento sólo le quedan 78 millones de m3, es decir, agua para sólo 103 días más.
Medidas de prevención
Un área clave que requiere atención es la mejora de la habilidad de los países para implementar sistemas efectivos para “contabilidad del agua“: una medición meticulosa del suministro, los trasvases y las transacciones de agua para poder tomar decisiones informadas sobre la forma en que los recursos hídricos pueden ser gestionados y utilizados en condiciones cada vez más variables.
Según la FAO, la contabilidad del agua en la mayor parte de los países en desarrollo es muy limitada, y los procesos de asignación o bien no existen o están poco desarrollados o son distintos para cada caso.
En el caso del Perú, el Ministerio del Ambiente junto con el SENAMHI está implementando un Portal de Sequías, cuyo principal objetivo es prever la ocurrencia de la sequía meteorológica, hidrológica y agrícola con la debida anticipación a nivel nacional.
Asimismo, el MINAM está actualizando el Programa de Acción Nacional (PAN), con el apoyo del GEF y PNUD, que servirá de base para que las regiones, como Arequipa, inicien el proceso de formulación de su Plan de Acción Regional (PAR Arequipa) para la Lucha contra la Desertificación y Sequía. Este conjunto de acciones, sumado a la participación activa de los actores regionales, contribuiría en un mediano plazo a disminuir los impactos de este fenómeno natural, como es la sequía, en regiones como Arequipa.
Además, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) también está implementando 78 estaciones hidrometeorológicas de alta tecnología que brindarán información permanente y automática sobre las lluvias y condiciones de los ríos del país.
(Tomado de http://www.cop20.pe/ck/la-amenaza-de-la-desertificacion-el-peru/)
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