viernes, 30 de enero de 2015

ADITAL/ Amenazados por madereros, indígenas dejan aislamiento y contraen enfermedad



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Sólo un mes después de hacer contacto con una aldea cercana, contrajeron gripe tres indígenas aislados, forzados a dejar su tierra por el avance de la extracción de madera, en la región noroeste del Estado de Maranhão, en Brasil. Amakaria, Jakarewỹj e Irahoa, pertenecientes al pueblo Awá, vivían aislados en la Tierra Indígena (TI) Caru hace cerca de 30 años. Al final del año pasado, sin embargo, ellos retornaron a la antigua aldea y acabaron contrayendo el virus, para el que no tienen inmunidad.

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Antes aisladas, las indígenas Amakaria, Jakarewỹj volvieron a la antigua aldea, donde viven en casa con periquitos de estima. Foto: Cimi.

El contacto se realizó el último 27 de diciembre. Los tres indígenas fueron vistos por otros Awá, que cazaban en la cabecera de un canal. Dispuestos a restablecer la comunicación con ellos, retornaron a la aldea y volvieron con otras dos decenas de miembros de la tribu. Los aislados regresaron a la aldea con ellos, donde vivían hasta mediados de los años 1980. En aquella época, los tres se habían rehusado a continuar viviendo con su pueblo después de un contacto realizado por la Fundación Nacional del Indio (Funai) y optaron por la autonomía del aislamiento, volviendo a la floresta en medio de la noche.

El caso fue divulgado por el Consejo Indigenista Misionero (Cimi). Según la entidad, que estuvo en la aldea de los Awá, en el período del 7 al 9 de enero de este año, los aislados estaban cercados por madereros, que abrieron sendas en la floresta y ya habían marcado árboles para derribar. "Entonces, dijimos: vamos con ustedes, si no los madereros van a matarlos. Entonces, ellos vinieron”, relató Mihaxa’a, miembro de la tribu, al Consejo.

La tierra donde los aislados vivían comporta una gran área de coco babaçu, de donde provenía parte de la alimentación de los indígenas aislados. El Cimi señala que ellos también cazaban aves y poseían un considerable acervo de flechas y adornos realizados con plumas de animales. Hecho el contacto, Irahoa fue llevado en automóvil por la Funai a la aldea Tiracambu, donde ya fue tomado como esposo de una india. Las dos mujeres, Amakaria y Jakarewỹ, están viviendo en una casa en la aldea de los propios Awá.

Vectores de contagio
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Son cada vez más frecuentes los contactos de indígenas aislados, aumentando el riesgo de enfermedades.

Lo que ocurre es que en la región donde están viviendo hay muchos vectores de contagio de enfermedades. En entrevista con Adital, Rosana Diniz, consejera del Cimi Regional Maranhão, alerta que están en contacto frecuente con los indígenas algunos trabajadores de la empresa minera multinacional Vale, que construyen puestos de salud cerca de las aldeas para mitigar los impactos de la extracción de mineral. A comienzos de este mes, el Cimi ya había advertido que las obras de la minera deberían ser interrumpidas, por lo menos durante 40 días, dada la presencia de los indígenas recién contactados en las aldeas.

Además, Rosana afirma que habitantes de poblados cercanos, estarían siendo incentivados por la propia Funai a trabajar en la siembra dentro de las aldeas, conviviendo con los indígenas sin utilizar instrumentos que prevengan la contaminación, como máscaras y guantes. "Lo que sabemos por la Funai es que esas personas fueron inmunizadas, sobre todo los trabajadores de la tercerizada de la Vale, pero no tenemos como comprobarlo”, observa la consejera.

"La última información que tuvimos vino de uno de los médicos que atienden en la región. Dijo que ellos contrajeron gripe y que estaban siendo medicados, pero que la situación era estable”, relata la consejera a Adital. Según el Cimi, la iniciativa de los Awá que vivían aislados en la TI Caru de aceptar tener comunicación con los demás Awá ocurre en un momento en el que crece la explotación y degradación ambiental en las tierras indígenas de Maranhão.

¿Quiénes son los Awá?

Los Awá viven en Maranhão, pero también en el vecino Estado de Pará. Se cree, sin embargo, que ellos tienen origen en la región del Bajo Tocantins, perteneciendo a un grupo étnico más amplio, separado por la expansión luso brasilera en el área. Son nómades y viven principalmente de la caza y de la recolección.

Gran parte de ellos está en contacto con la Funai desde 1973, bajo el argumento del gobierno brasilero de la necesidad de facilitar la atención médica y la seguridad alimentaria al grupo. Los Awá son víctimas recurrentes de invasión de territorio por pecuaristas, agricultores y madereros, lo que muchas veces provoca conflictos violentos.
Conozca más a los Awá:


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