La
transnacional Endesa de origen español fusionada con la transnacional
Enel de origen italiana, ambas con capitales de sus respectivos estados,
nuevamente sale a la palestra sobre acaparamientos de aguas y amenazas
hidroeléctricas en territorios ancestrales. Esta vez en la zona de
Curacautín, región de la Araucanía.
Sin
especificar sus usos y finalidades, Endesa mantiene cinco
inscripciones de derechos de agua no consuntivos en el río Cautín, en
la zona pre cordillerana de esta localidad, cuyo proceso de inscripción
se remonta al año 2010, a través del conservador de Bienes Raíces.
Las
aguas inscritas por Endesa, son parte de una serie de especulaciones y
negocios que diversas otras empresas y particulares mantienen en la
zona para fines hidroeléctricos. Algunas de estas son: Energía Llaima
SPA, también con varias inscripciones en el río Cautín desde el 2012;
Hidroeléctrica doña Alicia Ltda. Con varias inscripciones y un actual
proyecto hidroeléctrico en el río Cautín desde el 2011; Hidroeléctrica
Alto Cautín, con inscripciones en los ríos Blanco Sur y Cautín desde el
2012; Empresa Aguas Condor S.A, vinculada a la empresa Forestal Comaco
S.A, con 24 inscripciones en el río Blanco, río Dillo, río Rariruca,
estero Los Monos, desde el 2013; Emin Energía S.A, con inscripciones en
el río Blanco, río Corcoludo, río Corcoludo y varios esteros sin
nombre, desde el 2013; Pintoresco hidro SPA, sobre el estero Pintoresco
desde el 2013; Energía Hueñivales, con inscripción de aguas en el río
Cautín, desde el 2014; Empresa Huturi S.A, en el río Blanco, desde el
2012; Hidroeléctrica el Refugio S.A, en el río Malleco, desde el 2012;
El Agrio SPA, en el estero Agrio, desde el 2014.
También
registran aguas sin especificar sus usos, “Inversiones Villarrica” en
Río Negro, estero Ñanco y estero Colico, desde el 2013; Y algunos
particulares, como José Emilio Chahin, sobre el río Cautín, dos
inscripciones para “energía hidroeléctrica” desde el 2012.
En
Curacautín, comunidades Mapuche y organizaciones ciudadanas locales,
mantienen activa su oposición a proyectos hidroeléctricos, quienes
exigen a su vez el respeto a sus derechos y la vocación territorial que
mantiene la comuna, principalmente la conservación, el turismo y
actividades productivas de fomento local.
Las
inscripciones señaladas, en su gran mayoría, fueron concedidas para
fines hidroeléctricos durante el gobierno del ex presidente Sebastián
Piñera. La situación es coincidente en zonas cordilleranas y
precordilleranas como: Lonquimay, Melipeuco y Curacautín, entre otras,
con cientos de concesiones de derechos de agua a empresas en la
Región de la Araucanía.
La Transnacional Endesa en territorio ancestral Mapuche
Endesa
que mantienen derechos de agua en Curacautín, construyó dos mega
centrales en la zona pewenche del Alto Bio Bio y pretende un nuevo
proyecto en tierras Mapuche en la zona de Neltume.
Esta
transnacional, impuso hace algunos años la mega presa en RALCO,
cabecera del río Bío-Bío, en la cordillera de los Andes, en territorio
de identidad territorial Pewenche. Esta presa dio lugar a un embalse de
1.222 Hm3 e impacta a unas 3.460 has. de los valles del Bío-Bío, Lomín,
Villucura y Lolco, la mayoría de bosques nativos de alta biodiversidad.
Esta instalación a su vez, ocasionó la afectación de la vida social,
cultural, económica, política y espiritual ancestral que las comunidades
llevaban allí y generaron un gravísimo conflicto interno y graves
hechos de criminalización contra opositores, incluyendo la aplicación de
la Ley anti terrorista. Previo a Ralco en el Bio Bio, Endesa construyó
la central hidroeléctrica Pangue.
En
el caso Ralco, la mega central inundó dos Comunidades pehuenches:
Quepuca-Ralco y Ralco-Lepoy, que estaban integradas por 92 familias y
más de 500 personas. Allí en estos territorios, en mayo del 2004, las
familias pewenche tuvieron la inundación de su cementerio ancestral en
Quepuca Ralco, causada por Endesa que guarda los restos de 56 personas,
identificadas con nombres y apellidos por sus familiares y que hoy se
encuentran bajo agua. En el presente, ha habido insinuaciones que en el
territorio del Bio Bio Endesa buscaría un nuevo proyecto hidroeléctrico a
lo que se agrega el que actualmente construyó su socio en las
proximidades, la empresa Colbún, en Angostura.
Por
su parte, Endesa, tiene actualmente el proyecto CH Neltume, en la
comuna de Panguipulli, que corresponde a una central hidroeléctrica de
pasada con una potencia aproximada de 490 MW y una generación media
anual estimada en 1.885 GWh. El monto de inversión de partida es de los
781 millones de dólares.
Según
su “Estudio de Impacto Ambiental”, traerá efectos adversos
significativos sobre la cantidad y calidad de los recursos naturales
renovables.
El
proyecto de concretarse, Implicaría el reasentamiento de comunidades
humanas, y la alteración significativa de los sistemas de vida y
costumbres de las comunidades que habitan el sector, debido a que se
emplazará de forma permanente en comunidades mapuches. De hecho, su
operación perturbaría la ceremonia religiosa realizada por las
comunidades pues supone la inundación y alteración del palenque de la
cancha de Nguillatun donde participan comunidades de los territorios de
Carirriñe, Lago Neltume y Choshuenco-Punahue, la que hoy, la empresa,
pretende trasladar.
Además,
el proyecto se emplaza dentro de los límites del sitio prioritario para
la conservación Mocho –Choshuenco, en un área considerada bajo
protección oficial (ZOIT) cuyo paisaje es uno de los atributos
relevantes del territorio y uno de los motivos por los cuales la comuna
de Panguipulli fue declarada Zona de Interés Turístico, habría una
pérdida de especies de flora bajo protección (Lingue y Copihue) y se
afectarían varios predios de comunidades Mapuche.
Asimismo,
habría una alteración de la calidad y fragilidad del paisaje,
componente de gran relevancia en el área de influencia del proyecto;
habría un cambio en la percepción de la imagen de turismo de naturaleza y
produciría una alteración de las actividades deportivas y de recreación
y los hitos paisajísticos correspondientes a los saltos del Huilo
Huilo, El Puma y La Leona.
Además
de lo señalado, con los impactos a las posibilidades de desarrollo
local de acuerdo a los intereses y necesidades de las mismas familias e
impedir la realización de actividades ancestrales de la zona, el
proyecto ha generado varios quiebres sociales internos, entre sectores
cooptados y opositores que mantienen firmes los procesos de defensa
territorial.
Mapuexpress.org
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