Anaiz Zamora Márquez/CIMAC
Oaxaca, México.- “Las mujeres somos ‘insistencialistas’”, dijo
Marcela Lagarde y de los Ríos para cerrar una de sus tantas
participaciones como ponente, académica, experta en violencia contra las
mujeres y/o como representante e inspiración de las mujeres que
defienden los derechos femeninos.
Con
aquella frase, la antropóloga y feminista buscó resumir las luchas,
esfuerzos, resistencias y arduas labores que encabezan las mujeres para
resguardar sus derechos y hacerlos válidos.
La insistencia de trabajar “por la vida y la libertad de las
mujeres”, que por más de tres décadas ha caracterizado a Marcela
Lagarde, será reconocida este 6 de marzo por el Senado de la República.
En una ceremonia como parte de la conmemoración por el 8 de marzo Día
Internacional de la Mujer, la Cámara alta entregará por primera vez la
Medalla Elvia Carrillo Puerto a quien en sus libros ha abordado temas
como “el poderío, la autonomía y las negociaciones en el amor”.
Vía telefónica, la senadora priista Lucero Saldaña Pérez contó que la
presea -que lleva el nombre de la primera mexicana que logró el cargo
de diputada en 1923- tiene el objetivo de visibilizar el trabajo de
quienes han impulsado el empoderamiento femenino y el respeto a los
Derechos Humanos de las mujeres.
Fue de esta concepción que el pleno del Senado aprobó de manera
unánime dar el reconocimiento a quien visibilizó, desde su gestión como
diputada federal, la grave problemática de violencia de género que
enfrentan las mexicanas tanto en el ámbito público como privado, y que
en muchos casos ha culminado con su muerte.
Durante la LIX Legislatura y como parte de la bancada del Partido de
la Revolución Democrática (PRD), Lagarde presentó la primera
investigación global sobre violencia feminicida, integrada en 12 libros y
un inmenso acervo documental donde se prueba que, sólo en 2004, mil 205
niñas y mujeres fueron asesinadas en todo el país.
Este trabajo sirvió de base para la creación y publicación de la Ley
General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y la
posterior tipificación del delito de feminicidio.
Lucero Saldaña, quien reconoce a Marcela Lagarde como “la maestra de
maestras”, también apuntó que la medalla también busca colocar la lucha
feminista de nuevo en la opinión pública, pues es desde estos bastiones
“que se ha logrado avanzar por la igualdad, respeto y reconocimiento de
las mujeres”.
Contó además que para el nombre de la medalla -que será otorgada cada
año en el Día Internacional de la Mujer- se pensó en varias mujeres
destacadas dentro de la historia y política de México.
Detalló que finalmente se eligió el de Elvia Carrillo, también
llamada “Monja Roja del Mayab”, pues fue una de las pioneras del
movimiento feminista y sufragista.
En un comunicado, la senadora por el PRD Angélica de la Peña resaltó
que la decisión de instaurar este reconocimiento fue de todas las
legisladoras de las diversas fracciones parlamentarias. Además, destacó,
se contó con el apoyo de todos los coordinadores de bancada “porque nos
interesa darle el nivel preponderante emanado de las decisiones del
Senado de la República”.
Igualmente, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos recordó
el gran cabildeo por parte de las senadoras para conseguir que se
aprobara de manera unánime el dictamen de la Comisión para la Igualdad
de Género, a fin de crear la Medalla Elvia Carrillo Puerto y
entregársela por vez primera a Marcela Lagarde.
TRASCENDENCIA HISTÓRICA
Teniendo como inspiración al sacerdote catalán anarquista Serafín
García y Rita Cetina, maestra que fundó la primera organización
feminista de Yucatán “La Siempreviva”, Carrillo Puerto fue la primera
candidata de izquierda electa en el Congreso de Yucatán, cargo que
desempeñó por dos años y que tuvo que dejar por amenazas de muerte.
En 1923, y acompañada de las feministas Gloria Mireya Rosado y Susana
Betancourt, Elvia asistió al Congreso Panamericano de Mujeres en la
Ciudad de México. La pequeña delegación yucateca se destacó como la más
radical del Congreso, y aunque sus demandas sobre control natal y amor
libre fueron derrotadas, logró consenso en el voto femenino.
Este último se convertiría desde ese momento en el punto central de
las demandas de todos los grupos feministas de México y del resto de
América Latina.
Su labor política la llevó a fundar en 1927 la Liga Orientadora
Socialista Femenina para dar atención a menores desamparados y madres
solteras, y en 1931 la Liga de Acción Femenina para luchar por los
derechos políticos de las mujeres, que desapareció en 1938.
No hay comentarios:
Publicar un comentario