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El Gran Wyoming escribe, “desde el desprecio”, No estamos locos
“Si no entendemos quiénes fueron los malos en la Guerra Civil aún no hemos empezado a hablar de democracia”
“Creer que en plena crisis el PP iba a hacer una gestión en favor de la ciudadanía ha sido un suicidio social”
“Hay castigos que forman parte de una
ideología”, sostiene el polifacético humorista y reciente premio Ondas
2013 al mejor presentador, El Gran Wyoming. Por eso, en No estamos locos
(Editorial Planeta) repasa en clave de ironía el camino que nos ha
hecho llegar hasta la situación actual, las características de “ser
español” y los objetivos de una derecha que “no tiene manual, sólo
intereses”.
Además, reconoce que su nuevo libro no pretende ser objetivo. “Está escrito desde el desprecio”, advierte.
Usted afirma que al español “siempre se le ha gobernado a golpes”. ¿Nos merecemos esos golpes?
No es una cosa exclusiva de España, ha ocurrido en otras latitudes,
como Alemania en los años treinta. Pero aquí triunfó. Tuvimos la gran
desgracia o, mejor dicho, vivimos la traición del resto de los países
del entorno que nos dejaron completamente aislados frente a un enemigo
extremadamente poderoso. España fue el único país donde el fascismo
triunfó. La Segunda Guerra Mundial lo barrió del mapa, pero a nosotros
nos dejaron solos durante 40 años. Esto crea una sociología y una forma
de entender el mundo que está ahí. Hay castigos que forman parte de una
ideología.
¿Estamos, entonces, todavía a la sombra del franquismo?
El franquismo está en las instituciones. Estos señores todavía no han
condenado el golpe de Estado. En los colegios nunca se ha enseñado la
Guerra Civil porque siempre ha salido el debate de cómo se va a enseñar y
a ver si van a ser unos los buenos y otros los malos. Si no entendemos
quiénes son los buenos y quiénes los malos, aún no hemos empezado a
hablar de democracia.
Cuando la Comunidad de Madrid comienza a contar esto en los
institutos –crea un curso de capacitación, uno de los ponentes es Pío
Moa–, lo que dicen es que el golpe de Estado no existió y que la guerra
empezó en el 34 en Asturias. Para quitar una estatua ecuestre de Franco
hubo que hacerlo a las 4 de la mañana. Y aun así la gente se enteró y
salió y hubo unas protestas de miembros del PP diciendo que no se podía
borrar la historia. El gran mito es que el 20 de noviembre de 1975 se
muere Franco y se mueren 40 millones de españoles. Pues no, 40 millones
de españoles estaban y, de una forma u otra, por acción o por omisión,
eran del régimen.
Todavía no hemos superado la Guerra Civil porque simplemente se ha
ocultado, como si no hubiera ocurrido, y la gente vota desde un punto de
vista ideológico, independientemente del candidato, de que sea idóneo y
de que sea honrado. Hay gente que va a votar a unas determinadas siglas
y da igual que el candidato sea un corrupto, va a obtener los mismos
votos.
Parece que el corrupto es impune
La impunidad con la que trabajan es casi absoluta. La justicia es muy
lenta, pero muy condescendiente. Yo creo que una persona que ha
administrado el dinero público no tiene derecho a no declarar. Sin
embargo, los altos cargos se acogen a él como los delincuentes comunes.
Una cosa es la responsabilidad penal y otra la que tienen con quien les
ha contratado. A una cajera de unos grandes almacenes, si de su caja
desaparecen 1.000 euros todos los días, el jefe la va a llamar a su
despacho. Si ella pide que la lleve a comisaría, él le dirá: “Ahora
vamos a ir a comisaría, pero primero me vas a contar qué coño pasa aquí,
¿dónde está la pasta?”. Esto es lo normal, pero esos dos trámites no se
siguen. Un alto cargo con un buen abogado, que sea capaz de interponer
recursos, papeles y delitos de forma, es inmune a la justicia.
¿El caso Bárcenas será un punto de inflexión?
Los expertos dicen que no va a ocurrir absolutamente nada por
prescripciones y falta de pruebas. Si se consiente que se destruyan
pruebas, no hay nada que hacer. Varios juzgados han considerado, en una
decisión bastante extraña para el ciudadano, que como los ordenadores
eran suyos los podían romper. Lo que la jueza obvia es que estaban bajo
custodia y que ahí se contenían datos en los que el principal acusado
dice que está la clave de la verdad. Estamos asistiendo a un despilfarro
de la autoridad moral de la justicia que va a tener graves
consecuencias.
La composición del Consejo General del Poder Judicial está claramente
al servicio del partido que gobierna. El Tribunal Constitucional puede
anular las decisiones del Parlamento y el presidente es militante de un
partido, algo completamente ridículo y que no se le consiente a un juez
normal. Se ha creado una supraestructura que puede anular la voluntad
del Parlamento. Eso es un disparate. Lo que están haciendo en este país
es desmontar el sistema democrático.
¿Los votos legitiman el ‘todo vale’ una vez conseguidos?
La única legitimidad del elegido es cumplir con lo que ha prometido,
que para eso le han votado. El votante no es parte de su familia, sino
alguien que apoya una idea o un proyecto. El señor Rajoy reconoció que
presentó un proyecto que no puede cumplir porque las circunstancias le
sorprendieron y ha tenido que hacer lo contrario a lo que tenía
previsto. Si es honrado, tendría que irse. Cuando uno va a un
restaurante y pide un solomillo, no le pueden dar sardinas porque no
queda solomillo. Primero, no me cobre lo mismo y, segundo, deme la
opción de decidir si quiero sardinas o no.
Si no hay leyes que digan que los programas deben pasar ante un
notario porque se supone que esa gente es honrada y por eso se les
elige, cuando está en manos de lo contrario ocurre lo que ocurre. No se
sienten en la necesidad de cumplir lo prometido y, además, se creen
legitimados a hacer lo contrario. Esto es la abolición del sistema. El
daño que están haciendo a las instituciones probablemente sea
irreversible, como la incautación de los bienes públicos, la educación y
la sanidad.
Cuando el Gobierno se respalda en “las circunstancias” para llevar a
cabo determinadas políticas, ¿realmente las circunstancias son la causa
de esas políticas?
Es una coartada. Evidentemente, estos señores están aquí de paso y
todos terminan en los altos cargos de la administración. Si vemos la
trayectoria de algunos políticos, son gente que prácticamente no tenía
nada, casi ni cualificación profesional, pero entran en un ayuntamiento,
como el caso del señor Zaplana, de ahí pasa a Madrid, acaba de portavoz
del Gobierno y luego de consejero en Telefónica, cobrando un sueldo sin
trabajar. Pero, previamente, esa empresa que rendía beneficios se
vendió, nadie sabe a cuánto ni a dónde ha ido parar ese dinero, y ahora
los beneficios van al bolsillo de los accionistas. No es el único caso.
Estos señores rinden favores y luego están al frente de las empresas. No
es una cosa que esté enmascarada. Hay un interés económico claro. La
derecha no tiene manual, sólo tiene intereses.
¿Y cómo han conseguido quienes más se aprovechan de lo público ser considerados más españoles que quienes lo defienden?
Porque ellos utilizan una serie de símbolos en exclusiva, como la
bandera, la sangre de las víctimas del terrorismo, el término de la
patria y, por supuesto, la religión verdadera, que siempre está a su
servicio. Tienen estos cuatro elementos que les permiten hacer lo que
quieran. Esto quedó muy claro en el discurso fundamental de la Falange.
Dice José Antonio Primo de Rivera que ni democracia ni nada, cuando se
ofende a la patria no queda más discurso que las pistolas. Esto es así, y
estos señores lo utilizan para incautar realmente nuestros bienes, que
son todo lo público. Como los españoles no hemos tenido conciencia de
ello, de esta especie de división en la defensa de lo común, se han
aprovechado para destruirlo y metérselo en el bolsillo.
Pero estamos viendo una gran contestación social con
multitudinarias manifestaciones, ¿acabará este Gobierno imponiendo su
ley por agotamiento?
Primero, por coacción y represión. Ante la ignominia de la defensa y
la negación de la corrupción evidente y del restablecimiento del honor
del corrupto, su gran preocupación es sacar de urgencia una ley que
impida manifestarse alrededor del Congreso y que puedan multar hasta con
600.000 euros por hacer escraches. A través de esta medida quieren que
la gente se quede en casa mientras ellos, en un breve tiempo, utilizan
la técnica del saqueo: todos a la vez y a contrarreloj. Llega un momento
en el que dices: Esto es totalmente insoportable.
“Roba, pero es de los míos”
Usted califica la relación del PP con sus votantes como un “auténtico matrimonio”. ¿Veremos el divorcio?
Ya vimos cómo se llenaban las plazas de toros con el señor Camps y el
presidente de la nación diciendo: “Francisco, estaré a tu lado, delante
o detrás, pero siempre contigo”. Una cosa es que la justicia no pueda
condenarlo y otra lo que los ciudadanos escuchamos en aquellas
conversaciones telefónicas. Tendrían que haberle apartado y haberle
puesto un cinturón de seguridad para que no se acerque más a una
institución. Estas demostraciones son absolutamente patéticas, pero el
pueblo estaba allí aclamándole.
En un bar de Valencia me han dicho: “Tú te callas y de Rita Barberá
no tienes nada que decir porque no eres valenciano”. Me ha tocado
decirle que es que esa pasta que está robando es la mía. ¿Qué quieres,
que robe sólo a los valencianos votantes del PP? Es una forma de
entender la vida muy delirante. Y ahí entra la ideología: roba, pero es
de los míos.
La pequeña y mediana empresa de este país, en los ocho años que
gobernó Zapatero era muy beligerante, todo el rato exigiendo cosas,
probablemente con razón; pero justo cuando más han sufrido, que se han
cerrado cerca de 200.000 pymes, ha sido en estos dos años, no han vuelto
a abrir la boca, a pesar de que Rajoy tampoco ha cumplido lo que les
prometió. Yo tengo una familia de farmacéuticos.
También durante los años del PSOE había una gran indignación. Cuando
el PP gana, por ejemplo, en Castilla-La Mancha, se han dado casos en los
que se han pasado sin pagar las facturas de la Seguridad Social seis
meses y no decían nada. Te pisan y te quejas como si te hubieran matado,
pero te cortan un pie y no dices nada, porque son los tuyos y te pueden
robar, te pueden quitar, te pueden arruinar.
También hay obreros de derechas
Un obrero de derechas es un hombre que está fuera de su lugar. Es una
cosa que me dicen mucho: “Tú, como eres rico, puedes hablar de esto”.
Sí, yo puedo hablar de lo que me dé la gana. Un rico puede ser
extravagante, pero un obrero tiene que dar de comer a sus hijos.
En plena crisis, haberse creído que estos señores iban a hacer una
gestión a favor de la ciudadanía ha sido un suicidio social. He hablado
con funcionarios que me dicen: “Yo he votado al PSOE pero, como me han
congelado el salario, ya no le voto más. Ahora voy a votar al PP”. Es
como decir: “No quiero al acosador y, para evitarlo, me pongo en manos
del violador”. Aznar, Aguirre y toda esta gente no engañan a nadie. Son
muy evidentes en sus declaraciones públicas, están siempre del mismo
lado y sus medidas económicas siempre van en el mismo sentido. Trabajan
para el CEOE.
Usted asegura que hemos renunciado a la soberanía nacional para
acatar los dictados de la troika, sin embargo, Merkel, de cara a su
campaña electoral, prometió aumentar las partidas en educación, sanidad y
políticas sociales mientras a España se le exige lo contrario. ¿Cómo se
asimila eso?
Nosotros no lo asimilamos, a nosotros nos lo impone el presidente del
Gobierno. El día que gana Merkel las elecciones, él coge el teléfono y
la felicita. Pero esa señora en su campaña ha hecho lo contrario que él.
Entonces, ¿qué está felicitando?, ¿el modelo de gestión? ¡Cópielo!
Lo que ocurre es que hay que replantearse si somos socios o no.
Evidentemente, están creando una Europa que tiene un eje que se divide
en dos, el norte y el sur. El sur va a ser quien alquile las sombrillas
en las playas y el norte quien venga aquí a tomar posesión de ellas.
Porque dicho sea de paso, están comprando la costa. Ya no hace falta un
nuevo desembarco ni entrar con los tanques. Llegas con la pasta y te
quedas con todo. Es tan fácil como hundir un país y comprarlo.
El presidente del Gobierno debería ser el freno para que estas cosas
no ocurrieran, pero aquí hay un pequeño pacto. Ellos, a Rajoy, que saben
que miente y es corrupto, le desprecian profundamente, pero le toleran
porque es dócil y a nosotros nos deja con el culo al aire. En vez de ir a
dar la cara por nosotros va a Europa a defender sus intereses y los de
su entorno.
¿Tendría capacidad Rajoy para defender los intereses de España o estamos tan maniatados que ya no podría hacer nada?
De entrada, habría que ver cuál es la contestación de Europa, pero
tendría que plantearlo. Lo que no puede hacer es llegar con los
pantalones bajados. Habría que ver qué ocurre si algún país de la
Comunidad Europea se planta.
Hay un tema al que los medios de comunicación no le dan mucha
importancia, pero la tiene. El FMI y el BCE no han creado más que
desastres y ruina en todos los países donde han podido meter mano. A
Sudamérica la hundieron con créditos y créditos y créditos. Se han
tirado decenios pagando intereses a una gente que vivía muy bien, sin
cubrir nunca la deuda.
El señor Kirchner los convocó de urgencia y les anunció que llevaban
tanto tiempo pagando intereses que nos les iba a pagar ni un duro más,
que le daba igual la deuda y que iban a trabajar para su país, que les
bombardeasen y los invadiesen si querían. ¿Sabes qué hicieron? Nada. No
han vuelto a pagar y la deuda desapareció. A lo mejor es un caso extremo
y por eso le han hecho un mausoleo en su país, pero él se planto. Sí,
los mercados reaccionarán y pondrán primas de riesgo, pero hay que
plantearlo, porque esto es un callejón sin salida.
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