lunes, 1 de julio de 2013

El debate sobre la mano de obra china

El debate sobre la mano de obra china
Buscar una mano de obra barata ha sido sin duda una de las principales causas de internacionalización de las principales empresas mundiales. Mercados como el chino o el sudeste asiático han sido una ganga para compañías que fabricaban a precios ínfimos y vendían por un coste muchísimo mayor lo que les llevaba a aumentar anualmente sus beneficios. Pero China ha crecido y la mano de obra china está cada vez  más cualificada.

El auge de los graduados universitarios y la preparación de una gran parte de la nueva generación china ha puesto en jaque a una gran cantidad de compañías y China es un gran ejemplo de ello.

Como ya analizamos en Global Asia Magazine en el artículo Economía china: ¿Apostar o  huir de ella?, los costes por mantener una tienda o una fábrica en el gigante asiático han subido de forma gradual durante los últimos años, acercándose ya a costes cercanos a países más desarrollados en ese sector como los europeos. Pese a que China sigue creciendo la mano de obra todavía sigue siendo barata y todavía queda tiempo para que pueda igualar a la de los trabajadores europeos.

Y aquí entra el debate empresarial de si continuar fabricando en China o si emigran hacia otros países del sudeste asiático todavía menos desarrollados como Vietnam, Bangladesh o a zonas más interiores del país donde van apareciendo nuevos mercados. A esto hay que sumarle el aumento competitivo de las empresas chinas y el ferviente auge por innovar y mejorar lo establecido. China ya no es un copia y pega, China crea y mejora lo existente como puede verse con su gran cantidad de empresas tecnológicas que están teniendo éxito a nivel mundial como puede ser Huawei y ZTE en España, por ejemplo.

La mano de obra en China

En relación al último ajuste al salario mínimo de los trabajadores para una jornada completa el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social de China ha ofrecido los siguientes datos: En Beijing el salario mínimo pasó de 1.260 yuanes ( 205 dólares) a 1.400 yuanes (228 dólares); en Shanghái, de 1.450 yuanes (236 dólares) a 1.620 yuanes (263 dólares); en Guangzhou, capital de la provincia de Guangdong, pasó de 1.300 yuanes (211 dólares) a 1.550 yuanes (252 dólares); en Taiyuan, capital de la provincia de Shanxi cuyo desarrollo económico está por debajo del promedio nacional, subió de 980 yuanes (159 dólares) a 1.125 yuanes (183 dólares); en la provincia de Gangsu, una de las menos desarrolladas, aumentó de 670 yuanes (109 dólares) a 900 yuanes (146 dólares). Estos datos se aplican a una semana laboral no mayor a 44 horas.

Como se ve el trabajador chino todavía está a años luz de cobrar lo que un europeo o norteamericano. Pese a ello el nivel vida en el país no deja de crecer y en los próximos años seguro que la balanza se irá equilibrando y el dilema empresarial de obtener beneficios volverá a ser uno de los puntos a debatir en los círculos empresariales.


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