Organización Nacional Indígena de Colombia –ONIC-.
Gran pesar ha causado en el movimiento indígena colombiano la muerte de dos lideresas pertenecientes al pueblo kankuamo, una de las cuatro etnias de la Sierra Nevada de Santa marta.
En un comunicado hecho público por la ONIC y la OIKC, las organizaciones indígenas registran la muerte al mediodía del miércoles 10 de julio de Mildreth Patricia Montero Zuleta e Indira Tatiana Pacheco Arias, quienes perecieran en un accidente en la vía Río Seco – Valledupar.
Mildreth se desempeñaba como coordinadora de Derechos Humanos de la OIK, destacándose como una lideresa emprendedora y promotora de actividades al interior del resguardo Kankuamo.
La líder indígena había representado a la Organización en diversos eventos de carácter nacional e internacional, y se venía desempeñando como Consejera Nacional de Mujeres Indígenas. Sobresalió por su aporte decisivo como coordinadora del componente de restitución de derechos dentro del proceso de construcción del Plan de Salvaguarda del Pueblo Kankuamo.
Deja dos hijos adolescentes de 14 y 12 años, quienes hoy se lamentan por la actitud irresponsable de un conductor que se dio a la huida después del siniestro en las afueras de Valledupar.
Indira Tatiana, oriunda del corregimiento de Los Haticos, representante de los kankuamos desplazados en la ciudad de Santa Marta en la construcción del Plan de Salvaguarda, se había destacado de manera reciente por su activa participación en el proceso que busca asegurar la pervivencia cultural, social y tradicional de uno de los cuatro pueblos asentados en la Sierra Nevada. Deja huérfanas dos menores de tres y un año de edad. Al momento del fatal accidente se dirigían a la ciudad de Valledupar para participar en una reunión donde se ajustaría el documento final del Plan de Salvaguarda.
Las autoridades tradicionales de la Organización Indígena Kankuama y el Consejo Mayor de la Organización Nacional Indígena de Colombia hacen un llamado de atención por la forma irregular en que se desarrolló el proceso de levantamiento de los cadáveres de las compañeras indígenas, diligencia donde no se observó el protocolo requerido para estos casos, además de no conservarse las medidas que garantizaran la recolección de elementos probatorios en la escena del accidente. De manera puntual, el cabildo gobernador Jaime Arias Arias solicitó el esclarecimiento de los hechos para que no quede en la impunidad éste nuevo hecho de sangre que enluta al Pueblo Kankuamo.
Vale la pena recordar que el Pueblo Indígena Kankuamo fue azotado por un genocidio durante las décadas de los 90 y principios del 2000, situación consecutiva de exterminio que costó la vida de más de 300 miembros de ésta etnia, y que motivó la declaratoria de medidas cautelares por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
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