Los dirigentes africanos reunidos este domingo en Abuja se
pronunciaron a favor de enviar a Malí una fuerza de "3.300 soldados",
"por una duración de un año" para reconquistar el norte del país,
ocupado por grupos islamistas armados, declaró el presidente de Costa de
Marfil, Alassane Ouattara.
"Prevemos 3.300 soldados por una duración de un año", dijo Ouattara a los periodistas, al término de la cumbre que reunió a los dirigentes de los 15 países miembros de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) y otros países africanos, en la capital nigeriana.
Jefes de Estado y gobierno de África Occidental, así como los de países africanos como Argelia y Mauritania, se reunieron en Abuja para validar un plan de intervención para reconquistar el norte de Malí.
Después que los dirigentes de la CEDEAO, que reúne a quince países, dieron el visto bueno al plan, será enviado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a través de la Unión Africana en los próximos días.
El proyecto, adoptado el viernes en la capital nigeriana por los ministros de Defensa y de Relaciones Exteriores de estos países, prevé el despliegue de soldados procedentes también de países africanos no miembros de la CEDEAO, según una fuerza interna de la organización.
Países como Sudáfrica, Mauritania, Marruecos, Libia, Argelia y Chad, que no pertenecen a la CEDEAO, han sido invitados a participar en la cumbre de ese domingo, según la misma fuente.
No obstante, para los ministros la primera opción para la resolución de la crisis maliense sigue siendo el diálogo.
En este sentido, el presidente de la comisión de la CEDEAO, Kadré Désiré Ouedraogo, reiteró que la organización debería seguir transitando por una doble vía: la prosecución del diálogo político y la presión militar a los grupos islamistas armados.
El sábado, los ministros Relaciones Exteriores de Francia y Alemania, Laurent Fabius y Guido Westerwelle respectivamente, instaron a la Unión Europea a que apoye el "despliegue y el compromiso de una fuerza internacional en Malí", en una carta publicada por el diario francés Le Figaro.
Una misión europea de entrenamiento de fuerzas africanas de Malí, que podría movilizar a 200 militares, será discutida por los ministros de Defensa y los cancilleres de cinco países europeos, el 15 de noviembre en París, dijo el ministro francés de Defensa.
El norte de Malí, una vasta región en su mayoría desértica que representa los dos tercios de su territorio, está controlado desde fines de junio por grupos armados aliados de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI), que defienden una rigurosa aplicación de la sharia (ley islámica) en todo el país. Se trata de Al-Qaida del Maghreb islámico (Aqmi), Ansar Dine y el
Movimiento por la Unidad y la yihad en Africa occidental (Mujao).
Estos islamistas armados aprovecharon el golpe de Estado militar contra el presidente Amadou Toumani Touré del 22 de marzo, y luego excluyeron a sus exaliados del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA, rebelión tuareg) que había comenzado la ofensiva en enero.
"Prevemos 3.300 soldados por una duración de un año", dijo Ouattara a los periodistas, al término de la cumbre que reunió a los dirigentes de los 15 países miembros de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) y otros países africanos, en la capital nigeriana.
Jefes de Estado y gobierno de África Occidental, así como los de países africanos como Argelia y Mauritania, se reunieron en Abuja para validar un plan de intervención para reconquistar el norte de Malí.
Después que los dirigentes de la CEDEAO, que reúne a quince países, dieron el visto bueno al plan, será enviado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a través de la Unión Africana en los próximos días.
El proyecto, adoptado el viernes en la capital nigeriana por los ministros de Defensa y de Relaciones Exteriores de estos países, prevé el despliegue de soldados procedentes también de países africanos no miembros de la CEDEAO, según una fuerza interna de la organización.
Países como Sudáfrica, Mauritania, Marruecos, Libia, Argelia y Chad, que no pertenecen a la CEDEAO, han sido invitados a participar en la cumbre de ese domingo, según la misma fuente.
No obstante, para los ministros la primera opción para la resolución de la crisis maliense sigue siendo el diálogo.
En este sentido, el presidente de la comisión de la CEDEAO, Kadré Désiré Ouedraogo, reiteró que la organización debería seguir transitando por una doble vía: la prosecución del diálogo político y la presión militar a los grupos islamistas armados.
El sábado, los ministros Relaciones Exteriores de Francia y Alemania, Laurent Fabius y Guido Westerwelle respectivamente, instaron a la Unión Europea a que apoye el "despliegue y el compromiso de una fuerza internacional en Malí", en una carta publicada por el diario francés Le Figaro.
Una misión europea de entrenamiento de fuerzas africanas de Malí, que podría movilizar a 200 militares, será discutida por los ministros de Defensa y los cancilleres de cinco países europeos, el 15 de noviembre en París, dijo el ministro francés de Defensa.
El norte de Malí, una vasta región en su mayoría desértica que representa los dos tercios de su territorio, está controlado desde fines de junio por grupos armados aliados de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI), que defienden una rigurosa aplicación de la sharia (ley islámica) en todo el país. Se trata de Al-Qaida del Maghreb islámico (Aqmi), Ansar Dine y el
Movimiento por la Unidad y la yihad en Africa occidental (Mujao).
Estos islamistas armados aprovecharon el golpe de Estado militar contra el presidente Amadou Toumani Touré del 22 de marzo, y luego excluyeron a sus exaliados del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA, rebelión tuareg) que había comenzado la ofensiva en enero.
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