Bogotá, 10 oct (EFE).- Los indígenas colombianos demandaron hoy un
espacio de participación en el proceso de paz que el Gobierno de este
país y las FARC abrirán la próxima semana en Oslo, pues como víctimas y
conocedores del conflicto armado consideran que tienen "mucho que
aportar".
En el VIII Congreso Nacional de los Pueblos Indígenas,
que desde principios de semana congrega a unos 5.500 nativos en un
colegio del sur de Bogotá, las autoridades aborígenes definen cuál será
su estrategia para incidir en la negociación del fin de un conflicto que
les ha arrebatado derechos y muchos compañeros.
Para ello,
organizaron una decena de mesas de trabajo, y dedicaron una de ellas a
perfilar el papel del movimiento indígena en el proceso de paz, a pesar
de haber sido excluidos de las conversaciones exploratorias que las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno
sostuvieron entre febrero y agosto.
Sin embargo, el consejero de
la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y coordinador de la
mesa de paz del Congreso, Juvenal Arrieta, matizó en declaraciones a
Efe que "el tema de paz para los indígenas no es nuevo" y defendió que
han sido "actores constructores de paz desde hace mucho tiempo".
"Tanto
la guerrilla como el Gobierno tienen mucha responsabilidad sobre
nuestros muertos, desgracias y sobre la violación de nuestros derechos, y
que se les haya olvidado a quién han matado, a quién han discriminado y
quiénes hemos propuesto históricamente una iniciativa de paz y de
reconciliación para el país es (motivo de) indignación", lamentó
Arrieta.
Los diálogos entre la guerrilla y el Gobierno arrancan el
próximo 17 de octubre en Oslo, pero los indígenas creen que hasta
entonces tienen tiempo para hacer oír su voz y lograr que sus propuestas
para mantener una paz duradera -que pasan por una redistribución de la
riqueza- se incorporen a las conversaciones.
En el congreso
bogotano, en el que además se celebra el 30 aniversario de vida de la
ONIC y se reorienta su proyecto político, los indígenas construirán su
estrategia en una plenaria que se celebra entre hoy y mañana.
"La
propuesta del movimiento indígena agrupado en la ONIC parte de un
Congreso Nacional Indígena de Paz, en el que vamos a definir un marco
político y metodológico que convoque a la comunidad civil para presionar
a los que estén en la negociación, sea en Oslo o en Cuba, para que se
incluya a los pueblos indígenas", anunció.
Aún no han concretado
la fecha ni el lugar de este encuentro definitivo en el que harán
propuestas sólidas para blindar sus preocupaciones: conservar sus
territorios ancestrales ante un posible reparto de la tierra, garantizar
el respeto a su soberanía y que los indígenas exguerrilleros se
reinserten en paz.
Y es que, como reconoció Arrieta, "las FARC
reclutan masas de nuestra gente (indígena)" y si entregan las armas y se
quieren reinsertar en la sociedad, los pueblos nativos deben estar
también prevenidos para acogerles.
La población aborigen
colombiana es de poco más de 1,37 millones de personas, lo que equivale
apenas al 3,36 por ciento del total nacional, pero aglutina según la
ONIC a 102 pueblos de los que el Estado sólo reconoce 87. De ellos, 35
están en peligro de extinción física y cultural, según determinó en 2009
la Corte Constitucional.
En el congreso también tratan sobre
territorio, autonomía, políticas públicas, salud, educación, estrategias
de comunicación y replantean los estatutos de la ONIC, entre otros
asuntos, para cimentar su proyecto político de cara a los próximos
cuatro años.
Con el objetivo de facilitar su estancia se han
dispuesto carpas para pernoctar, cocinas, lavaderos, puestos de comida y
hasta un pequeño mercado donde venden sus artesanías. EFE
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