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Al menos tres muertos y 32 heridos ha dejado la violenta represión desatada por el Gobierno de Guatemala contra el Pueblo Maya Kiché de Totonicapán. No es un hecho aislado: en mayo pasado el mismo gobierno presidido por Otto Pérez Molina decretó el estado de sitio en Santa Cruz Varillas, deteniendo a los líderes de las comunidades que se oponen a la construcción de una hidroeléctrica en sus instalaciones. Y los líderes mayas en general son permanente objeto de amenazas y atentados, como es el caso de Domingo Hernández Ixcoy, dirigente de la Coordinadora y Convergencia Nacional Maya Waqib’ Kej.
Waqib’ Kej informó que el ejército y la policía nacional arremetieron contra la movilización pacífica de los 48 cantones del Pueblo Kiché, que demandaba el cese del cobro excesivo de energía, detener la reforma a la carrera magisterial y expresaba su rotundo rechazo a las reformas constitucionales que el gobierno pretende aprobar y que atentan contra los derechos territoriales de los pueblos indígenas.
La represión y criminalización contra los pueblos indígenas recorre todo el continente. En Colombia asesinan a los defensores de la vida, hay más de treinta pueblos al borde de la extinción física y cultural por efecto del conflicto armado interno y la imposición de megaproyectos en sus territorios. En Ecuador, Bolivia y Perú cientos de líderes y autoridades originarias son procesados judicialmente acusados de graves delitos como terrorismo, sabotaje y secuestro.En Venezuela se denunció el asesinato de ochenta indígenas en septiembre pasado. Y en Chile también son brutales los desalojos contra las comunidades Mapuches que luchan por recuperar sus tierras.
Tanto los gobiernos abiertamente liberales como los llamados “progresistas” han puesto en la mira a los pueblos indígenas, maniobrando además para cooptarlos y dividirlos, propiciando organizaciones paralelas. Así es como responden al creciente protagonismo político de los pueblos indígenas y sus organizaciones, su construcción de propuestas y articulación para la defensa de sus derechos humanos y colectivos contra la imposición del neoliberalismo extractivista.
La Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas – CAOI expresa su rotunda condena al asesinato de los Mayas Kichés en Guatemala y exige la destitución y sanción a los autores materiales e intelectuales de estos crímenes.
Con la misma energía, condena los asesinatos, represión y criminalización de los pueblos indígenas, sus organizaciones, líderes y autoridades en todo el Abya Yala. Los organismos de las Naciones Unidas, del Sistema Interamericano de Derechos Humanos y de la comunidad internacional en general deben pronunciarse en defensa de la vida y los derechos humanos y colectivos de los pueblos indígenas.
Llamamos también a los movimientos indígenas y sociales a pronunciarse contra la vulneración de derechos y en defensa de la vida. No más asesinatos. No más imposición de modelos de desarrollo ajenos en nuestros territorios. Respeto a nuestra libre determinación. Basta de represión, de criminalización y de militarización.
Octubre 5 del 2012,
Por el Consejo Directivo CAOI
Gerardo Jumí Tapias
Coordinador General
Blanca Andrade Chilo
Coordinadora de Derechos Humanos
Benito Calixto Guzmán, Subcoordinador General de la CAOI, se pronuncia sobre el tema:
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