Diana también es una mujer que cree en la democracia de su partido, que sabe “que no van a hacer actos de discriminación o de transfobia” y que, al contrario, “está dando oportunidad a los grupos vulnerables, a la minoría”.
La vida de Diana no ha sido fácil, sufre discriminación todo el tiempo, día a día. Pero en el terreno de la política, ella sabe que “no se trata de transexualismo o heterosexualismo, se trata de las capacidades que tenemos los seres humanos. Yo me siento capacitada para estar legislando para la ciudadanía con propuestas innovadoras”.
Su historia de confrontación consigo misma comenzó cuando tenía 12 años. Fue a esa edad cuando decidió que sería mujer el resto de su vida. A partir de entonces, las cosas no serían tan sencillas: tuvo que dejar la escuela y huir de casa porque sufría discriminación.
A los 16 años tomó la decisión definitiva y comenzó un proceso hormonal para cambiar su cuerpo y prepararse para una cirugía de reasignación sexual.
“Vives indocumentada en tu propio país. ¿Cómo vas a ir a pedir un trabajo o ser atendida por doctores si tu nombre no concuerda con la imagen que muestras?”, dice Diana, quien asegura que falta mucho para que los transexuales tengan plenos derechos en México, como la documentación y la salud.
Ella ha tenido suerte y hoy cuenta con toda su documentación actualizada: acta de nacimiento y credencial de elector.
Para ganarse la confianza de los electores, Diana primero les explicará qué es ser transexual: “Si tengo bien informada del tema a la ciudadanía, lo van a entender y van a cambiar de opinión, porque desgraciadamente mucha gente tacha a los grupos vulnerables porque no tienen la información”.
Sánchez Barrios siguió el ejemplo de su tocaya Diana Marroquín Bayardo, la primera mujer transexual que quiso lanzarse a la política a nivel nacional registrándose como candidata por la diputación federal de Tulancingo, en Hidalgo.
Marroquín no pertenece a ningún partido político, representa una candidatura ciudadana: “Los políticos de escuela, que van de partido en partido, no hacen nada, no han dado resultados y es preferible ciudadanizar la participación democrática, que es lo que estamos pidiendo”, dice Diana.
Ella presume: “Yo no vengo a tratar de convencer a nadie de que soy o no una mujer, soy una candidata ciudadana en lo que es el único caso a nivel nacional, donde una mujer transexual logra un registro avalado por el Instituto Estatal Electoral (IEE), estamos dando un ejemplo de pluralidad, aceptación e inclusión”, explica, refiriéndose al apoyo que encontró en los partidos de izquierda PRD, PT y Movimiento Ciudadano.
Marroquín nació en Tulancingo en 1973 y a los 21 años decidió dejar de ser Juan José para convertirse en Diana, transformación que se completó hasta que cumplió 24 años.
“Fue una decisión sobre mi cuerpo y eso no me quita la capacidad intelectual para que desarrolle una buena administración pública”, afirma.
El futuro político de estas dos mujeres lo conoceremos hasta julio de este año.
A nivel mundial
*Tatiana Piñeros, de 34 años, se convirtió en la primera transexual en ocupar un puesto público en Bogotá, Colombia. Hoy tiene a seis mil empleados a su cargo en la Gestión Corporativa de la Secretaría de Integración Social.
“Los heterosexuales pueden hacer otros trabajos si no están capacitados, pero las trans no pueden ni limpiar mesas. ¿Cuántas has visto barriendo calles, en un restaurante? Tenemos que ser las mejores y las más pilas”, dice.
Y además de tener que prepararse, Tatiana tiene que ponerse “una coraza para no llorar. Las trans tenemos una personalidad de hierro”.
¿Cómo quiere ser recordada en la política colombiana? Como una persona que cumplió de manera amable y transparente, “que la gente, cuando yo salga de acá, no vaya a hacer fiesta porque me voy, si no que digan: puso a correr los procesos con honestidad, trabajo, eficacia…Y era trans”.
*El año pasado, Anna Grodzka, una mujer transexual, se incorporó al Parlamento de Polonia, lo que representó un profundo cambio social en este país de tradición sumamente católica.
En su primera sesión, Grodzka dijo que la gente “quiere una Polonia moderna, abierta a la variedad, una Polonia donde toda la gente se sienta bien a pesar de sus diferencias. No puedo fallarles”.
*
Shabnam Mausi es el primer eunuco en ser elegido en la Asamblea Legislativa de la India. Es importante hacer la diferencia entre eunuco y transexual. Los eunucos pueden estar castrados parcial o totalmente, pero no tienen ninguna modificación anatómica, mientras que los transexuales sí. También vale decir que no todos los eunucos se asumen como mujeres, pero en el caso específico de Shabnam Mausi, ella lo hace.
Aunque sólo tomó dos años de primaria, todos los viajes que ha hecho le han servido para dominar 12 idiomas.
Como miembro de la Asamblea Legislativa, su agenda incluye la lucha contra la corrupción, el desempleo, la pobreza y el hambre. Además, tiene la intención de utilizar su puesto en la política india para hablar contra la discriminación de los eunucos, así como para aumentar la conciencia sobre el VIH-sida.
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