Manifestantes se enfrentaron el jueves con la policía en dos regiones de Perú durante protestas contra el clave sector minero, que parecen tomar fuerza a tres meses de iniciado el Gobierno el presidente Ollanta Humala.
Las protestas antimineras son un reto para el izquierdista Humala, que busca reducir los más de 200 conflictos sociales en el sector minero y energético, que contemplan inversiones por 45.000 millones de dólares en la próxima década.
En una de las protestas en la región norteña de Ancash, los manifestantes ingresaron a un puesto de control de la minera de cobre Antamina, de las firmas BHP Billiton Ltd y Xstrata, ocasionando daños materiales a sus instalaciones, dijo la compañía en un comunicado.
Una fuente de la firma dijo que los manifestantes quemaron parte del comedor del puesto de control, rompieron las ventanas de un bus de Antamina sin pasajeros y también invadieron una estación de válvulas de su mineroducto, que no afectaron el transporte de minerales ni las operaciones de la compañía.
Perú, cuya minería es vital para la economía del país, es segundo mayor productor mundial de cobre.
Según los dirigentes de las zonas en conflicto, Antamina -una de los dos mayores productoras de cobre de Perú- no está cumpliendo con su compromiso de mayor responsabilidad social y cuidado del medio ambiente.
"Nuestra empresa aboga por una solución concertada, en un clima de paz y tranquilidad social a fin de evitar daños personales y exhorta al diálogo alturado y respetuoso", afirmó por su parte Antamina en un comunicado.
En esa misma protesta en Ancash, manifestantes bloquearon la principal vía costera del país y la policía tuvo que usar bombas lacrimógenas para dispersarlos. En otro bloqueo, en una carretera del interior de la zona, no se permitía el tránsito a decenas de vehículos de carga y de pasajeros.
SIN ACUERDOS
El nuevo conflicto se produce en momentos en que el mayor proyecto de oro de Perú -de unos 4.800 millones de dólares y de la estadounidense Newmont- enfrenta el rechazo en la región norteña de Cajamarca por temores medioambientales.
Más temprano el jueves, en la región andina de Apurimac la policía también usó bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes, que se enojaron con representantes del Gobierno por "no garantizar" el retiro de la minería de la zona.
La protesta comenzó la semana pasada en la localidad de Andahuaylas de la región, para exigir el desalojo de los mineros informales o ilegales que contaminan la zona.
Pero la protesta podría extenderse a operaciones formales.
En Apurimac se encuentra el proyecto de cobre Las Bambas de la gigante Xstrata, con una inversión prevista de 4.200 millones de dólares, uno de los más grandes del país. La empresa comenzaría a construir la mina antes de fin de año y según los planes de la firma produciría desde el 2014.
"Necesitamos que nuestros hijos tengan un futuro respaldado bajo un documento (...) donde se declara como zona de exclusión minera a la región", dijo el dirigente de la Junta de Usuarios del Distrito de Riego Andahuaylas de Ancash, Abel Ortega.
Tres ministros de Estado habían viajado a Apurimac para dialogar con los dirigentes de las comunidades que se oponen a la minería, pero no se llegó a acuerdos según los dirigentes.
(Reporte de Marco Aquino y Terry Wade; Editado por Ricardo Figueroa)
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