Tras la solución del conflicto por el TIPNIS, los indígenas de tierras bajas evaluarán su continuidad en el Pacto de Unidad, que reúne a las bases sociales del oficialismo, mientras que en lo político consolidarán una bancada legislativa indígena para desmarcarse del oficialismo.
El diputado indígena de filas del oficialismo Pedro Nuni afirmó que dejarán la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS). “Nos vamos a independizar como diputados indígenas con voz propia para hacer respetar la Constitución Política del Estado”.
Además de Nuni, el legislador titular Bienvenido Zacu y los diputados suplentes Blanca Cartagena, Cristina Valeroso y Justino Leaño actuarán al margen de las decisiones del oficialismo, afirmó.
El distanciamiento de los indígenas del oficialismo se da como consecuencia de las reacciones que generó la marcha en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) en el Pacto de Unidad. Los colonizadores, campesinos, las mujeres campesinas “Bartolina Sisa” y el propio oficialismo criticaron y rechazaron la movilización.
El dirigente de los campesinos, Julián Jala, informó de que en 15 días convocará a los dirigentes de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) y del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo (Conamaq), que apoyaron la marcha por el parque, para resolver las diferencias y reencauzar el proceso de cambio.
La marcha partió de Trinidad el 15 de agosto y llegó a La Paz el miércoles 19. Un contingente policial reprimió la caminata el 25 de septiembre en Yucumo, Beni, cerca a un bloqueo de colonos opuesto a la marcha por el TIPNIS.
El 26 de agosto del 2006, el presidente Evo Morales inauguró las oficinas del Pacto de Unidad en Sucre, en presencia de dirigentes de las cinco organizaciones sociales, indígenas, originarios, campesinos, colonizadores y “Bartolinas”.
REACCIÓN. “Después de lo que pasó, corresponde hacer un análisis para ver si continuamos en el Pacto de Unidad”, anunció Adolfo Chávez, líder de la CIDOB.
El dirigente del Conamaq, Rafael Quispe, quien participó de la caminata, afirmó que el Pacto de Unidad debe ser conformado por pueblos originarios. Criticó la presencia de los colonizadores en el bloqueo, porque actúan —afirmó— en función de sus intereses.
De consolidarse el alejamiento de los sectores de tierras bajas, el oficialismo perdería parte del respaldo del oriente y del chaco, donde habitan los pueblos indígenas.
Hasta el momento, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la Confederación de Mujeres Campesinas Indígenas “Bartolina Sisa” y la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB) respaldan la gestión de Morales.
“El problema que tuvieron es con el Gobierno y no con el Pacto de Unidad. Nunca les dijimos que se vayan”, aseguró Jala.
La jefa departamental del MAS en Cochabamba, Leonilda Zurita, pidió reflexión a los sectores que participaron de la marcha y reencauzar el apoyo al Gobierno. “No se puede traicionar al proceso de cambio que tantas vidas ha costado”, cuestionó Zurita. Morales promulgó el lunes la ley que veta la construcción de una vía por el TIPNIS.
El Gobierno evaluará lo hecho en el conflicto
“Ciertamente corresponderá hacer una evaluación con la cabeza fría”, respondió el ministro de la Presidencia, Carlos Romero, cuando fue consultado, en una conferencia de prensa, respecto a la posibilidad de hacer una evaluación en torno al accionar del Gobierno respecto al conflicto indígena.
La movilización en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) partió el 15 de agosto de Trinidad y llegó el miércoles 19 a La Paz con un pliego de 16 demandas, entre ellas que la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos no pase por la reserva ecológica. El Gobierno atendió la demanda el viernes y la refrendó con una ley el lunes.
Romero fue parte activa de las negociaciones que concluyeron con un acuerdo con los indígenas de tierras bajas y el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), liderada por Rafael Quispe, quien pidió la renuncia de cuatro ministros.
Exigió la renuncia del canciller David Choquehuanca y de los ministros Romero; de Obras Públicas, Wálter Delgadillo y de Justicia, Nilda Copa. El Ministro de la Presidencia informó de que en el curso del diálogo no hubo ningún pedido de renuncia de ministros.
“No hay una solicitud formal y en las reuniones (con los dirigentes indígenas) no se ha mencionado la observación o el pedido de renuncia de ningún ministro de Estado”, aseguró Romero.
Legisladores de la oposición como la diputada del Movimiento Sin Miedo (MSM), Marcela Revollo, sugirió a Morales renovar el gabinete si quiere recuperar la credibilidad de la población. Romero destacó los acuerdos alcanzados y la necesidad de profundizar el diálogo.
Llorenti: Se afectaron intereses de corrupción
El exministro de Gobierno Sacha Llorenti aseguró que la represión a los indígenas que defienden el TIPNIS fue una acción que asumió la Policía en represalia a los cambios encaminados en la institución y que afectaron -—firmó— intereses millonarios de corrupción.
Un contingente de al menos 500 uniformados reprimió el 25 de septiembre en Yucumo, Beni, la marcha indígena. Golpearon, maniataron y amordazaron con cinta adhesiva a los marchistas.
“Lo que ha sucedido en Yucumo tiene que ver con los cambios que hemos hecho en la Policía. Los cambios tienen un precio y más cuando se afectan intereses de corrupción, millonarios intereses económicos que hemos cortado. A mucha gente no le ha gustado”, afirmó a la red UNO.
El subcomandante de la Policía, general Óscar Muñoz, y el director de la Universidad Policial, coronel Óscar Chávez, fueron suspendidos para que asuman defensa en la investigación sobre los hechos de Yucumo. Llorenti fue destituido del cargo de Ministro de Gobierno el 27 de septiembre, un día antes renunció el viceministro de Gobierno, Marcos Farfán, quien estuvo en el lugar de los hechos y a quien Llorenti acusó de dar la orden de intervención. Imágnes de televisión, también mostraron en el operativo al director de Régimen Interior del Ministerio de Gobierno, Boris Villegas.
Periodista(s): Iván Paredes - La Paz
La Razon
El diputado indígena de filas del oficialismo Pedro Nuni afirmó que dejarán la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS). “Nos vamos a independizar como diputados indígenas con voz propia para hacer respetar la Constitución Política del Estado”.
Además de Nuni, el legislador titular Bienvenido Zacu y los diputados suplentes Blanca Cartagena, Cristina Valeroso y Justino Leaño actuarán al margen de las decisiones del oficialismo, afirmó.
El distanciamiento de los indígenas del oficialismo se da como consecuencia de las reacciones que generó la marcha en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) en el Pacto de Unidad. Los colonizadores, campesinos, las mujeres campesinas “Bartolina Sisa” y el propio oficialismo criticaron y rechazaron la movilización.
El dirigente de los campesinos, Julián Jala, informó de que en 15 días convocará a los dirigentes de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) y del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyo (Conamaq), que apoyaron la marcha por el parque, para resolver las diferencias y reencauzar el proceso de cambio.
La marcha partió de Trinidad el 15 de agosto y llegó a La Paz el miércoles 19. Un contingente policial reprimió la caminata el 25 de septiembre en Yucumo, Beni, cerca a un bloqueo de colonos opuesto a la marcha por el TIPNIS.
El 26 de agosto del 2006, el presidente Evo Morales inauguró las oficinas del Pacto de Unidad en Sucre, en presencia de dirigentes de las cinco organizaciones sociales, indígenas, originarios, campesinos, colonizadores y “Bartolinas”.
REACCIÓN. “Después de lo que pasó, corresponde hacer un análisis para ver si continuamos en el Pacto de Unidad”, anunció Adolfo Chávez, líder de la CIDOB.
El dirigente del Conamaq, Rafael Quispe, quien participó de la caminata, afirmó que el Pacto de Unidad debe ser conformado por pueblos originarios. Criticó la presencia de los colonizadores en el bloqueo, porque actúan —afirmó— en función de sus intereses.
De consolidarse el alejamiento de los sectores de tierras bajas, el oficialismo perdería parte del respaldo del oriente y del chaco, donde habitan los pueblos indígenas.
Hasta el momento, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), la Confederación de Mujeres Campesinas Indígenas “Bartolina Sisa” y la Confederación Sindical de Comunidades Interculturales de Bolivia (CSCIB) respaldan la gestión de Morales.
“El problema que tuvieron es con el Gobierno y no con el Pacto de Unidad. Nunca les dijimos que se vayan”, aseguró Jala.
La jefa departamental del MAS en Cochabamba, Leonilda Zurita, pidió reflexión a los sectores que participaron de la marcha y reencauzar el apoyo al Gobierno. “No se puede traicionar al proceso de cambio que tantas vidas ha costado”, cuestionó Zurita. Morales promulgó el lunes la ley que veta la construcción de una vía por el TIPNIS.
El Gobierno evaluará lo hecho en el conflicto
“Ciertamente corresponderá hacer una evaluación con la cabeza fría”, respondió el ministro de la Presidencia, Carlos Romero, cuando fue consultado, en una conferencia de prensa, respecto a la posibilidad de hacer una evaluación en torno al accionar del Gobierno respecto al conflicto indígena.
La movilización en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) partió el 15 de agosto de Trinidad y llegó el miércoles 19 a La Paz con un pliego de 16 demandas, entre ellas que la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos no pase por la reserva ecológica. El Gobierno atendió la demanda el viernes y la refrendó con una ley el lunes.
Romero fue parte activa de las negociaciones que concluyeron con un acuerdo con los indígenas de tierras bajas y el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), liderada por Rafael Quispe, quien pidió la renuncia de cuatro ministros.
Exigió la renuncia del canciller David Choquehuanca y de los ministros Romero; de Obras Públicas, Wálter Delgadillo y de Justicia, Nilda Copa. El Ministro de la Presidencia informó de que en el curso del diálogo no hubo ningún pedido de renuncia de ministros.
“No hay una solicitud formal y en las reuniones (con los dirigentes indígenas) no se ha mencionado la observación o el pedido de renuncia de ningún ministro de Estado”, aseguró Romero.
Legisladores de la oposición como la diputada del Movimiento Sin Miedo (MSM), Marcela Revollo, sugirió a Morales renovar el gabinete si quiere recuperar la credibilidad de la población. Romero destacó los acuerdos alcanzados y la necesidad de profundizar el diálogo.
Llorenti: Se afectaron intereses de corrupción
El exministro de Gobierno Sacha Llorenti aseguró que la represión a los indígenas que defienden el TIPNIS fue una acción que asumió la Policía en represalia a los cambios encaminados en la institución y que afectaron -—firmó— intereses millonarios de corrupción.
Un contingente de al menos 500 uniformados reprimió el 25 de septiembre en Yucumo, Beni, la marcha indígena. Golpearon, maniataron y amordazaron con cinta adhesiva a los marchistas.
“Lo que ha sucedido en Yucumo tiene que ver con los cambios que hemos hecho en la Policía. Los cambios tienen un precio y más cuando se afectan intereses de corrupción, millonarios intereses económicos que hemos cortado. A mucha gente no le ha gustado”, afirmó a la red UNO.
El subcomandante de la Policía, general Óscar Muñoz, y el director de la Universidad Policial, coronel Óscar Chávez, fueron suspendidos para que asuman defensa en la investigación sobre los hechos de Yucumo. Llorenti fue destituido del cargo de Ministro de Gobierno el 27 de septiembre, un día antes renunció el viceministro de Gobierno, Marcos Farfán, quien estuvo en el lugar de los hechos y a quien Llorenti acusó de dar la orden de intervención. Imágnes de televisión, también mostraron en el operativo al director de Régimen Interior del Ministerio de Gobierno, Boris Villegas.
Periodista(s): Iván Paredes - La Paz
La Razon
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