En África subsahariana, solo hay plazas para el 36% de los niños y adolescentes en edad de cursar estudios secundarios. Las niñas son quienes se enfrentan a mayores obstáculos para ingresar en ese nivel de enseñanza, "porque la disparidad de género aumenta en esa región", tal como revela el "Informe sobre Educación Mundial 2011", publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La ONU alerta de que la demanda mundial de educación secundaria se ha elevado de manera exponencial, lo que ha dejado a millones de niños sin escuela "debido a la incapacidad de los gobiernos de muchos países para responder al crecimiento de este grupo de población".
Según el estudio, las escuelas de secundaria han acogido en sus aulas a casi 100 millones de alumnos adicionales por década, y el número total de los matriculados aumentó en un 60% entre 1990 y 2009. No obstante, la demanda de plazas de secundaria ha experimentado un aumento exponencial debido al número cada vez mayor de niños que cursan estudios primarios y los terminan.
En 2009, el 88% de los niños del mundo llegaron a cursar el último grado de la educación primaria, mientras que en 1999 ese porcentaje alcanzó solo el 81%. Sin embargo, en unos 20 países -pertenecientes en su gran mayoría a la región de África subsahariana- los niños que están en el último grado de primaria solo tienen, en el mejor de los casos, un 75% de probabilidades de ingresar en el primer ciclo de la enseñanza secundaria.
En 2009, el 88% de los niños del mundo llegaron a cursar el último grado de educación primaria
"No se puede salir de la pobreza sin un vasto desarrollo de la educación secundaria. Esto es lo mínimo, si queremos brindar a los jóvenes los conocimientos teóricos y las competencias prácticas que necesitan para conseguir medios de subsistencia decentes en el mundo globalizado de hoy", indicó la directora general de la UNESCO, Irina Bokova. "Será preciso mostrarse ambiciosos y comprometerse a fondo para afrontar este desafío, pero esta es la única vía posible para encaminarnos hacia la prosperidad", añadió.
Bokova también defendió que una población educada "es la mayor riqueza de un país". Las desigualdades señaladas en el informe, y más en concreto la exclusión de las niñas de los estudios secundarios en muchos países, “tienen enormes repercusiones en la posibilidad de alcanzar los objetivos de desarrollo acordados por la comunidad internacional, desde la salud materna e infantil hasta la prevención del VIH y la seguridad ambiental”, alertó.
Sin embargo, África subsahariana es la región del mundo que más progresos ha realizado en lo que respecta a la escolarización en educación secundaria. En el periodo 1999-2009, sus tasas brutas de matrícula en el primer ciclo de este nivel educativo pasaron del 28% al 43%, y en el segundo ciclo del 20% al 27%. Pese a todo, en el conjunto de la región más de 21,6 millones de niños en edad de cursar el primer ciclo están excluidos de la educación y la mayoría de ellos no llegará nunca a pisar una escuela.
Las niñas tienen menos posibilidades que los varones de terminar los estudios en educación primaria
Las niñas en la educación secundaria
Las niñas son las más afectadas por esta situación, según el estudio de la UNESCO. La tasa bruta de matrícula de las niñas en el primer ciclo de secundaria se cifra en un 39% en África Subsahariana, mientras que la de los varones asciende a un 48%. Además, en la gran mayoría de los países de esta región que han suministrado datos para el informe, las niñas tienen menos posibilidades que los varones de terminar los estudios correspondientes a ese nivel de enseñanza.
Las niñas también se enfrentan a importantes obstáculos en la región del Asia Meridional y Occidental, aunque la situación mejora. En 2009, estaban matriculadas en el primer ciclo de secundaria unas 35 millones de niñas y su tasa bruta de matrícula ascendía al 69%, mientras que en 1999 ese porcentaje se cifraba en un 53%. Por otra parte, datos de las encuestas de hogares ponen de manifiesto la existencia de otras disparidades derivadas del área de residencia y de la riqueza de los hogares de los alumnos. En Pakistán, los varones de 10 a 12 años de edad pertenecientes a familias de alto nivel económico de zonas urbanas tienen tres veces más posibilidades de asistir a la escuela que las muchachas de esa misma edad pertenecientes a familias pobres de áreas rurales.
Las perspectivas de educación de las niñas han mejorado en otras regiones del mundo, como en Asia Oriental y el Pacífico, donde su tasa bruta de matrícula pasó del 75% al 91% en el periodo 1999-2009. También se han registrado mejoras importantes en la región de los Estados Árabes, donde la tasa bruta de matrícula de las niñas en el primer ciclo de secundaria aumentó del 67% al 82% en ese mismo periodo.
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