miércoles, 25 de mayo de 2011

Hacia la caída de la economía mundial?


El fenómeno de la globalización económica ha conseguido que todos los elementos racionales de la economía estén interrelacionados entre sí debido a la consolidación de los oligopolios, la convergencia tecnológica y los acuerdos tácitos corporativos por lo que la crisis económica será global y vinculante. Para llegar a esta crisis, (los primeros bocetos ya están perfilados y que terminará de dibujar en el próximo quinquenio), han contribuido los siguientes elementos:

Sustitución de la doctrina económica de equilibrio presupuestario de los Estados por la del Déficit endémico, práctica que por mimetismo, adoptarán las economías domésticas y las empresas y organismos públicos y privados contribuyendo a la desaparición de la cultura del ahorro, endeudamiento crónico y excesiva dependencia de la financiación exterior.

Instauración del consumismo compulsivo en los países desarrollados, favorecido por el bombardeo incesante de la publicidad, el uso irracional de las tarjetas de plástico, la concesión de créditos instantáneos con sangrantes intereses y la invasión de una marea de productos manufacturados de calidad dudosa y precios sin competencia, provenientes de los países emergentes.

Política suicida de las principales entidades bancarias mundiales, en la concesión de créditos e hipotecas de alto riesgo: Inmersos en la vorágine expansiva de la economía mundial del último decenio y en nombre de optimizar su cuenta de resultados, actuarán obviando las más elementales normas de prudencia crediticia, convirtiéndose en meros brokers especulativos y descuidando las dotaciones a los Fondos de Provisión e Insolvencia.

Todo ello, unido a la falta de supervisión por parte de las autoridades monetarias de los índices de solvencia de las entidades bancarias, originará la crisis de las subprime de EEUU, seguida de un goteo incesante de insolvencias bancarias, una severa contracción de los préstamos bancarios y una alarmante falta de liquidez monetaria y de confianza en las instituciones financieras.

Obsesión paranoica de las multinacionales apátridas o corporaciones transnacionales, para maximizar los beneficios, debido al apetito insaciable de sus accionistas, al exigir incrementos constantes en los dividendos. Por ello, no dudarán en endeudarse peligrosamente, en nombre del gigantismo, mediante OPAS hostiles e intensificando la política de deslocalización de empresas en países emergentes, en nombre de reducir los costes de producción, (dado el enorme diferencial en salarios y el ausencia de derechos laborales de los trabajadores).

Todo ello provocará un severo impacto en los sectores del calzado y marroquinería, textil, equipamiento deportivo, electrodomésticos de baja y media gama e industria auxiliar del automóvil de los países desarrollados, la consiguiente inanición laboral y el retorno en la próxima década a tasas de paro desconocidas desde la II Guerra Mundial. Brutal incremento del consumo de materias primas y productos elaborados por parte de los países emergentes, por sus espectaculares crecimientos de los PIB anuales en el último decenio, lo que unido con la intervención de los brokers especulativos, ha conllevado una espiral de aumentos de precios, imposibles de asumir por las economías del Primer Mundo, (al no poder revertir en el precio final del producto dados sus altos costes de producción).

Como consecuencia de lo anterior, se ha producido una sensible pérdida de su competitividad, estancamiento de sus exportaciones y aumento de los Déficits por Cuenta Corriente y Deuda Externa, dibujando un escenario a cinco años en que se volvería a escenarios ya olvidados de proteccionismo económico, con la implantación de medidas proteccionistas (Fomento del Consumo de Productos nacionales), en forma de ayudas para evitar la deslocalización de empresas, Subvenciones a la industria agroalimentaria para la Instauración de la etiqueta BIO a todos sus productos manufacturados.

Elevación de los Parámetros de calidad exigidos a los productos manufacturados del exterior e imposición de aranceles a los países no respetuosos con el medio ambiente y medidas fitosanitarias adicionales como forma encubierta de proteccionismo frente a la invasión de productos de países emergentes, con la subsiguiente contracción del comercio mundial y subsiguiente liquidación a la globalización económica.

GERMÁN Gorraiz

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