Por Wanfeng Zhou y Steven C. Johnson
NUEVA YORK (Reuters) - Los temores a que se esté expandiendo la crisis de deuda en Europa enviaron el lunes al euro a mínimos en dos meses contra el dólar y a una baja histórica contra el franco suizo, y los operadores advirtieron que el declive de la moneda aún no habría tocado un piso.
Los mercados manifestaron su preocupación por el compromiso de España con las medidas de austeridad fiscal luego de que el Partido Socialista, en el Gobierno, perdió las elecciones regionales. Italia, en tanto, sufrió una rebaja en su panorama crediticio.
Eso se agregó a las preocupaciones en torno a Grecia. Incluso con un Gobierno que se ha comprometido a intensificar la privatización de compañías estatales, los inversionistas temen que aún necesitará reestructurar su deuda.
Los operadores respondieron al escenario presionando al euro hacia el nivel de respaldo de 1,40 dólares y los analistas dijeron que la ola de ventas continuará esta semana si datos económicos estadounidenses no decepcionan a los inversores.
"Tenemos una confluencia de eventos negativos que han ocurrido durante el fin de semana. Todo eso está juntándose para crear esta mezcla tóxica para el euro", indicó Mark McCormick, estratega de divisas de Brown Brothers Harriman en Nueva York.
El euro cayó hasta 1,3968 dólares, su desempeño más débil desde mediados de marzo, tras haber caído por debajo del nivel de 1,40 dólares y de su promedio móvil de 200 días.
Luego se recuperó a 1,4048 dólares, ayudado parcialmente por bancos centrales de Asia, pero mantuvo una pérdida del 0,7 por ciento en el día.
La moneda también cayó un 0,5 por ciento a 115,10 yenes. El dólar, en tanto, subió un 0,3 por ciento a 81,99 yenes.
La presión para liquidar euros creció luego de que los diferenciales de los bonos referenciales de España, Grecia e Italia se ampliaran contra los bonos alemanes, mientras inversionistas se deshacían de bonos de países más débiles de la alianza europea a favor de la deuda alemana.
Las débiles cifras económicas se sumaron a las preocupaciones por el euro después que los índices de gerentes de compra (PMI) de mayo de la zona euro y Alemania cayeron más de lo esperado.
El dólar fue el gran beneficiario de la debilidad del euro, lo que le permitió tocar máximos en siete semanas de 76,366 frente a una cesta de monedas principales.
El estratega de UBS Geoffrey Yu dijo que la opción del banco para un dólar más firme comenzaba a desarrollarse en el mercado monetario, un panorama que atribuyó a las preocupaciones por Grecia y a que los inversionistas se preparan para el fin del segundo programa de alivio cuantitativo de Estados Unidos a fines de junio.
Mientras que no se espera que la Reserva Federal suba pronto las tasas de interés, el final del programa de compra de bonos del Tesoro por 600.000 millones de dólares reducirá la cantidad de dinero en el sistema financiero y podría presionar los rendimientos de los bonos, lo que haría más atractivo al billete verde.
Pero los avances del dólar podrían ser de corta vida si emergen más preocupaciones por el déficit fiscal estadounidense y si se conocen nuevos datos económicos negativos, dicen los analistas.
Esta semana Estados Unidos divulgará datos clave que incluirán bienes duraderos, mercado inmobiliario y una segunda lectura sobre el crecimiento del PIB en el primer trimestre.
"Es posible que se les recuerde a las personas que la Fed seguirá a la espera y que el Banco Central Europeo probablemente subirá sus tasas de interés en julio", indicó McCormick.
(Reporte adicional de Naomi Tajitsu en Londres)
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