Escrito por: LOYDA PEÑA ( l.pena@hoy.com.do)
A pesar de logros las mujeres tienen menor participación en sectores políticos y sociedad civil
La Guerra de Abril de 1965 y el movimiento feminista de 1970 fueron la puerta para la emancipación de la mujer en República Dominicana; sin embargo, al día de hoy se encuentra entrampada por las condiciones de género que prevalecen en las estructuras de poder.
A esa conclusión llegó la encargada del área Político-Electoral de Participación Ciudadana, Josefina Arvelo, tras analizar la “Participación política de la mujer” 50 años después del ajusticiamiento de Trujillo, en un seminario realizado en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Señaló que aun cuando la mujer dominicana desde 1844 ha estado siempre incorporada a los procesos independentistas y democráticos, fue a partir de 1934 cuando le fueron reconocidos por primera vez, con limitantes, sus derechos sociales y políticos.
Dijo que a eso contribuyó el movimiento Acción Feminista Dominicana creado en 1931 y dirigido por Consuelo González y Abigaíl Mejía, que en su lucha por reinvidicaciones impulsó el voto femenino.
El primer voto femenino se trató de un ensayo para reformar la Constitución a fin de otorgarle su derecho a elegir y ser elegida. Participaron 96,247 mujeres, logrando que en 1940 se promulgara la Ley 390, que le otorgó la plena capacidad de los derechos civiles, que le permitieron ejercer el sufragio en 1942, siendo electas dos de ellas como diputadas y una como senadora.
Fuera un obstáculo. Refirió que tras la muerte de Trujillo en 1961 se incrementaron los movimientos políticos y con ellos la participación de la mujer, pero muy pocas en cargos directivos. Algunos partidos, como el Movimiento 14 de Junio, Unión Cívica Nacional (UCN) y el Revolucionario Dominicano (PRD) contaban con “ramas femeninas”, pero el rol de las mujeres era de poca relevancia.
En 1962, el 14 de Junio llevó a Josefina Padilla como candidata a la vicepresidencia, y se creó la Federación de Mujeres Dominicanas, sin mayor trascendencia.
Crece incursión en política. Arvelo dijo que las tareas de las mujeres que se integraron a la gesta de abril eran subordinadas, pero sirvieron para demostrar que sus capacidades se extendían más allá de lo doméstico y aún de la interpretación teórica esquemática de las cosas.
Señaló que en el primer Gobierno de Balaguer, éste asumió una política asistencial-paternalista y utilizó a la mujer para ocupar cargos de gobernadoras.
Cambios. Agregó que con la llegada del feminismo en la década del 70 creció la participación de la mujer en los partidos y se inició un proceso de demandas, entre ellas la de la cuota femenina.
Afirmó que producto de esas luchas, en 1997 se modificó la Ley Electoral y se estableció una cuota de un 25% para la mujer en los cargos de elección popular en la Cámara de Diputados y las regidurías; luego, en el 2000 se volvió a reformar la ley y se aumentó a un 33% la cuota para los cargos en la Cámara Baja y las regidurías, y se estableció otra cuota del 50 por ciento para las sindicaturas.
Señaló que durante este período el nivel de crecimiento de las mujeres en las alcaldías es muy lento, y en el caso de las regidoras, por primera vez se alcanzó la cuota del 33 por ciento (33.25%) en 2010.
En el Senado sólo hay tres mujeres electas, y en el caso de la Cámara de Diputados la cuota ha ido aumentando de manera lenta pero sostenida.
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