Llegaron de toda Europa, más de 500 activistas pertenecientes a grupos feministas y asociaciones por los derechos de la mujer se reunieron ayer en Estambul convocadas por la Marcha Mundial de Mujeres (MMM) en el marco de su Tercera Acción internacional.
La jornada se estructuró mediante comisiones de trabajo que abordaron la situación de los movimientos feministas y de las mujeres turcas y kurdas en el país, y la situación socieconómica y política actual en Europa. Las conclusiones se llevaron a la asamblea plenaria donde además se concretaron las próximas convocatorias internacionales que tendrán lugar en Colombia, durante el mes de agosto, y en la República Democrática del Congo, a mediados de octubre.
En su declaración final la plataforma global de mujeres denunció que al amparo de la crisis capitalista las mujeres del mundo están siendo víctimas de la mayor agresión de los últimos 50 años, ante lo cual demandó el fortalecimiento de los servicios públicos y el fin de la mercantilización de los bienes comunes (medioambiente, recursos naturales, patrimonio cultural...). El documento también mostró su rechazo al militarismo, cuyo exponente más claro son las bases estadounidenses diseminadas por todo el planeta; a la violencia contra las mujeres en zonas de conflicto; y al sistema patriarcal que impide la autonomía económica de las mujeres.
La asamblea también pidió a EEUU y la Unión Europea que pusieran fin al criminal bloqueo que soporta Gaza y mostró su solidaridad con las mujeres y el pueblo palestino en su lucha por la libertad.
Al término de la misma, Miriam Nobre, del Secretariado Internacional de la MMM, nos explicó el funcionamiento de la plataforma feminista desde 2000, fecha en que fue creada en la ciudad belga de Bruselas.
¿Qué pretende la organización?
La Marcha Mundial de Mujeres es un movimiento global que reúne a grupos y organizaciones feministas que actúan para eliminar las causas que originan la pobreza y la violencia contra las mujeres, y que apuestan por un cambio político, económico y social. Desde su nacimiento, hace diez años, la MMM realizado tres grandes acciones -una cada cinco años-. Durante el resto del tiempo recogemos las demandas que hay en los países y las organizamos en cuatro campos de acción: el trabajo de las mujeres, los bienes comunes y los servicios públicos -nuestra lucha contra la privatización-, la violencia de género y la desmilitarización de la sociedad.
¿Cuáles han sido las prioridades en esta Tercera Acción Internacional 2010?
En la preparación de los encuentros de este año estudiamos la situación de la mujer en el mundo y vimos cómo la violencia contra la mujer se utiliza siempre como arma de guerra e incluso como botín de guerra en las zonas en conflicto. Queríamos abordar esa problemática a partir de una situación concreta y, a partir de ahí, estudiar qué pasaba en el resto del mundo. Entonces las compañeras de la R.D. del Congo nos pidieron que fuésemos a su país donde la situación de violencia es muy grave, y donde pasan cosas muy duras contra las mujeres. Allí las mujeres son el sustento de la comunidad, a nivel moral y económico, y cuando se ataca a las mujeres se está atacando a la comunidad. La violencia tiene como objetivo final que las comunidades abandonen sus territorios, de modo que cuando éste queda libre aparecen las multinacionales dispuestas a explotarlo.
Por eso decidimos convocar allí un encuentro en el mes de octubre.
¿Qué otras convocatorias hay previstas?
Del 16 al 24 de agosto estaremos en Colombia, queremos denunciar la creciente militarización del país y pedir el cierre de las bases militares estadounidenses. Nos reuniremos frente a la que denominan “cuna de los paramilitares”, y ese día convocaremos concentraciones en todo el mundo frente a las embajadas de Colombia.
Como te he comentado, entre el 14 y 17 de octubre mantendremos en Bukavu (R.D. Congo) un encuentro africano en el que trataremos de organizar y coordinar las luchas de las mujeres no sólo del país sino de toda la región. En el caso del Congo es un país que cuenta con una gran riqueza que va desde importantes yacimientos minerales, a recursos hídricos, pasando por una importante biodiversidad. De todo ello se quieren aprovechar las multinacionales amparándose en los conflictos armados.
Ustedes apuestan por la desmilitarización ¿cómo se articula esta propuesta sin que afecte a la soberanía, la integridad territorial y la defensa de las personas?
Eso es algo sobre lo que estamos debatiendo. En 2006 mantuvimos un encuentro internacional donde abordamos este tema. Queremos la paz, pero una paz con justicia, y para llegar a ella es necesario reconocer el legítimo derecho de las comunidades y las personas a defenderse. Ahora, de ahí a formar ejércitos con una lógica patriarcal y jerárquica va un abismo. No es fácil dar una respuesta común porque sobre este tema hay visiones diferentes dentro de la Marcha pues venimos de culturas políticas diferentes, pero ese es el camino que nos hemos marcado.
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