Lisboa, 1 de diciembre.- El Tratado de Lisboa hace que Europa inicie una nueva etapa histórica, que le permitirá tener un mayor papel con una sola voz, con la que desea contribuir a un mundo más justo y estable, afirmaron hoy aquí líderes de la Unión Europea (UE).
En un acto en la Torre de Belem de esta capital, los principales representantes de turno de las instituciones europeas celebraron la entrada en vigor del Tratado, que estrena presidente estable del Consejo de la UE, y una nueva alta representante de Política Exterior.
El acto fue encabezado por ese nuevo presidente, el ex primer ministro belga Herman Van Rompuy; el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso; el del Parlamento Europeo (PE), Jerzy Buzek, y el presidente de turno, el sueco Fredrick Reinfeldt.
También participaron el presidente de la República de Portugal, Anibal Cavaco; el primer ministro luso, José Manuel Durao Barroso, y el próximo presidente rotatorio, el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, así como por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, de visita de Estado en Portugal.
En este acto fue recordado que el Tratado lleva el nombre de Lisboa por haberse firmado en esta capital en diciembre de 2007, bajo la Presidencia de turno de Portugal, cuya diplomacia logró el acuerdo que en dos años se ha ido ratificando por los 27 Estados de la UE.
El presidente del Consejo de la UE, el belga Van Rompuy, aseveró que entre la Declaración de Bruselas y la entrada en vigor del Tratado, han pasado muchos años y se cierra ese proceso para iniciar una nueva etapa para afrontar las oportunidades de esta época.
Recalcó que el Tratado permitirá "tomar decisiones más rápido y de forma más democrática y lleva a Europa a tomar su papel en el mundo".
Recordó que la UE debe afrontar la crisis económica, fomentar el empleo, reforzar la lucha contra el cambio climático y garantizar la seguridad energética, "políticas para cientos de millones de europeos, que somos los actores de este reto fantástico".
"Los 27 Estados son diferentes, tienen diferentes idiomas, culturas, y dentro de cada país hay diversidad, hay fuente de nuestra riqueza. La unión debe ser ejemplo de tolerancia y respeto. Este Tratado tras un largo viaje ha llegado a puerto en esta histórica ciudad" dijo.
El presidente de la CE, el portugués Durao Barroso, afirmó: "Ahora podemos soñar con confianza en el futuro", y aseguró que el Tratado será "el verdadero motor de integración europea que pondrá en práctica el talento europeo, que le haga más democrática".
Indicó que las "expectativas que se han depositado exigen un sentido de responsabilidad en las competencias de cada una de las instituciones", por lo que ofreció la colaboración de la CE y anunció que ésta velará por el cumplimiento del marco institucional.
"Los Tratados son importantes, pero nada sustituye al liderazgo y la determinación política en un mundo cada vez más interdependiente, en el que es indispensable una cultura europea de decisión", recalcó.
El sueco Reinfeldt señaló que "ahora Europa estará mejor preparada para enfrentar los retos, se fortalecerá ante ellos, y la voz de Europa será más fuerte".
En su calidad de presidente de turno de la UE, consideró que si bien en esta capital se firmó en 2007 el Tratado, "no fue un viaje fácil, e hizo falta mucho esfuerzo para llegar a Lisboa, y ha sido el compromiso de los 27, para con los ciudadanos, por lo que fue posible".
"Ahora acaba un largo periodo de mirada introspectiva institucional, y la Unión debe estar centrada en garantizar recuperación financiera, contra el desempleo y la exclusión social, de más inversión en educación y luchar contra el cambio climático".
Rodríguez Zapatero coincidió en que ahora con el Tratado, Europa será más fuerte y sólida, volcada al orden internacional de paz, entendimiento y de avance a favor de igualdad, la cooperación al desarrollo y lucha contra pobreza y miseria.
"Europa es paz, democracia, entendimiento y apertura al exterior, pero es también el continente que más dedica ayuda de los más humildes en cooperación al desarrollo, son ideales europeos que hoy renovamos con la entrada en vigor del Tratado", manifestó.
Afirmó que España, que ejercerá la Presidencia rotatoria en el primer semestre de 2010, "es europeísta, solidaria, agradecida con Europa, que ha conocido el progreso de la mano de su incorporación a UE, es leal a los valores y principios, objetivos y sus instituciones".
El presidente del Parlamento Europeo expuso que hace 20 años caía el Muro de Berlín y se construía una nueva identidad europea, ahora en Lisboa se marca una nueva era europea, en un nuevo mundo globalizado, en el que los europeos tienen un nuevo mapa, que es el Tratado.
"El periodo de reflexión ha acabado ahora y se tiene que estudiar el instrumento del Tratado. Nos ayudará a cumplir las expectativas, podremos hablar con voz clara y fomentar valores de solidaridad, no sólo dentro sino con vecinos y en el mundo", agregó.
El primer ministro portugués subrayó que la historia de 52 años de la UE ha tenido muchos momentos importantes, pero ahora es el día del Tratado de Lisboa, que es un nuevo comienzo para defender derechos de los ciudadanos, relaciones entre pueblos y de unión más grande.
Refirió que es un orgullo para Portugal que el Tratado lleve el nombre de Lisboa, de donde salieron grandes expediciones en siglos pasados a recorrer el mundo y ahora es referencia de "valores del diálogo, de pueblos y culturas, ambición y sueño de una Europa unida".
Sócrates también agradeció a otros líderes que contribuyeron a este proceso, como la canciller Angela Merkel, a Durao Barroso y a Reinfeldt, así como a quienes años atrás participaron de la Convención, a parlamentarios y a diplomáticos del continente.
Tras los discursos, los mandatarios presenciaron un concierto de la Orquesta Metropolitana de Lisboa, una interpretación de melancólicas canciones populares portuguesas y el lanzamiento de fuegos artificiales en las cercanías de la Torre de Belem. (Con onformsción de Notimex/JJJ)
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