lunes, 6 de julio de 2009

Contundente rechazo a la represión en Honduras


"Dejen de reprimir al pueblo", fueron las enfáticas palabras con las que el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, se dirigió a quienes lo expulsaron del país y al mundo entero durante una conferencia de prensa realizada en El Salvador, junto a mandatarios sudamericanos que viajaron en señal de apoyo,

"Me arriesgo personalmente a resolver los problemas sin violencia. No pierdan la esperanza, porque nunca la fuerza debe de ser el Norte de nuestra sociedad", añadió, tras lo cual agradeció la presencia de los mandatarios presentes "que han demostrado con su presencia el respeto por los derechos humanos".

De la conferencia conjunta brindada esta noche en la capital salvadoreña participaron, además de Zelaya, los presidentes de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner; de Ecuador, Rafael Correa; de Paraguay, Fernando Lugo; de El Salvador, Mauricio Funes; el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, y el presidente de la asamblea general de las Naciones Unidas, el nicaragüense Miguel D'Escoto.

"Me siento honrado de estar en este país -dijo Zelaya-; los hechos que hoy se sumaron a la vergüenza de los hondureños siguen siendo de falta de respeto a los derechos humanos, que la humanidad abrazó durante siglos. No es posible que los actos de violencia los promueva el Estado. Me solidarizo con las familas que fueron sacrificadas en una marcha pacífica para recibir a un preesidente elegido por el pueblo. Una marcha reprimida a balazos, con golpes y disparos". "Ya hay una persona joven asesinada por un criminal", completó Zelaya.

"Fui violentamente sacado y no pude regresar a mi país, y los demás presidentes deben estar preocupados, porque en el siglo XXI nos negamos a aceptar que le ocurra esto a un presidente democrático en cualquier parte del mundo", dijo también el mandatario depuesto.

Funes, presidente anfitrión, había abierto la rueda de prensa exigiendo la "inmediata restitución" de Zelaya, y dijo que su gobierno no ha reconocido a quienes usurparon el poder en Honduras.
"Lo más importante es sentar un precedente, dejar atrás el pasado y exigir el respeto del orden constitucional", lo que implica "que el presidente Zelaya sea restituido".

A su turno, Insulza recordó que "la Asamblea General del organismo decidió suspender a Honduras" en virtud de haberse quebrado alí el orden constitucional. Y ratificó que el gobierno hondureño "negó el permiso de vuelo a Zelaya y a otros presidentes". "Estoy dispuesto a seguir adelante con las gestiones para conseguir nuestros objetivos, que seguirán siendo restablecer el orden democrático en el país".

En el mismo sentido se pronunció el titular de la asamblea general de las Naciones Unidas, Miguel D'Escoto, quien recordó que la ONU rechazó con firmeza el golpe, reclamó la restitución de Zelaya y consideró que se dio "un gran paso" hacia la restitución del orden democrático.c

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