Tras
casi dos años y medio de tramitación, el denominado proyecto de “Aborto
en Tres Causales” fue aprobado esta madrugada en sus tres ítems por la
Sala del Senado. Votación que era denominada como una prueba de “fuego”
para el Ejecutivo, ya que en la Cámara Alta fue donde más costó cuadrar a
los parlamentarios oficialistas, principalmente por la falta de un
proceso de acompañamiento para la mujer, indicación que finalmente fue
ingresada, razón por la cual hasta el senador Ignacio Walker se
comprometió a respaldar las tres causales.
Por
una estrecha mayoría, fueron aprobadas las tres columnas vertebrales
que determinan la “interrupción del embarazo” en tres causales: cuando
corre peligro la vida de la madre, inviabilidad del feto y en caso de
violación. El proyecto también establece que, en cualquiera de las
causales, la mujer deberá manifestar en forma expresa, previa y por
escrito, su voluntad de interrumpir el embarazo. Además, prohíbe la
publicidad sobre los hechos a los establecimientos que realicen los
procedimientos y sanciona el ánimo de lucro o su uso para fines
“distintos de los autorizados por la ley de transplantes, órganos,
tejidos o fluidos humanos provenientes de una intervención propia de la
interrupción del embarazo”.
La
ley también incluyó en votación el proceso de acompañamiento a la
mujer, el que se desarrollará previo a la interrupción del embarazo,
durante y después, además de la polémica objeción de conciencia para
“todo el equipo médico”, pero no para las instituciones médicas, cambio
que fue agregado durante la tramitación en el Senado, ya que antes solo
se definía para el médico a cargo.
La fallida jugada de Zaldívar
A
pesar de que el Ejecutivo logró cuadrar a prácticamente a toda la
bancada oficialista, no pudo ponerle freno al senador Zaldívar, quien
desplegó una última carta bajo la manga y retrasó la sesión inicial,
ocupando todo el primer día de votación en la discusión de su
indicación, que buscaba restituir, en el Código Sanitario, la
despenalización de la interrupción del embarazo debido al peligro de
vida de la madre. Lo que hacía que las otras dos causales pasaran a
estar en un artículo 119 bis.
El
conflicto estaba en si la indicación anulaba o no el resto del
proyecto. Al respecto, el senador Allamand insistió en que "no afectaría
el resto de los articulados". Pero los senadores oficialistas
insistieron en que la iniciativa está "en las antípodas de la discusión
". "Aprobar está indicación es dejar inviables las otras causales y
licuar el proyecto", aseguró Alfonso de Urresti (PS).
Finalmente,
la indicación fue rechazada por 18 votos contra 17, luego de haber sido
empatada en dos ocasiones. El presidente del Senado, Andrés Zaldívar,
señaló que intentó llegar a un acuerdo con el Gobierno. "Efectivamente
le envié al Ejecutivo una propuesta de acuerdo. El Gobierno me propuso
un acuerdo parlamentario, una solución (...) para subsumir que en caso
de peligro de la madre no hay aborto", pero habría habido
“manifestaciones de algunos senadores –no voy a decir nombres– que no
quisieron apoyar este acuerdo", dijo en la sesión.
El
voto clave era el de la senadora Lily Pérez, quien el lunes había
aprobado la indicación del senador Zaldívar. Minutos antes de la
discusión se le vio con la ministra vocera de Gobierno, Paula Narváez, y
con la senadora Carolina Goic (DC), quienes habrían sido claves al
momento en que Pérez determinó abstenerse de la votación esta vez, lo
que cambió la correlación de los votos.
Tras
la eliminación de esta indicación, un grupo de evangélicos que se
encontraban en la Sala comenzaron a rezar y fueron sacados por
Carabineros. Minutos después, un grupo de dirigentas del Partido
Comunista desplegaron un lienzo que rezaba: “Nosotras parimos, nosotras
decidimos”.
El triunfo de las tres causales
La
causal que permite la interrupción del embarazo en caso de “riesgo
vital” de la madre fue visada con 20 votos a favor y 14 en contra,
pertenecientes a la oposición. Por otra parte, la segunda causal, que
determina la interrupción del embarazo en el caso de que el embrión o
feto padezca una patología congénita adquirida o genética, que sea
incompatible con la vida extrauterina independiente, en todo evento de
carácter letal, fue aprobada por 19 votos a favor y 14 en contra.
La
discusión respecto a la segunda causal se centró en la determinación de
la inviabilidad del feto, el equipo médico que lo definiría, la
cantidad de meses como plazo para realizar la interrupción del embarazo y
la distinción entre un “aborto” y un parto que ha sido adelantado.
El
punto que intentaron dejar en claro los senadores falangistas, para
justificar su apoyo a esta indicación, es que el foco de esta causal
recae en la capacidad de la madre de poder “elegir”, de tener opciones.
La senadora Adriana Muñoz (DC) manifestó que “hay dos visiones muy
distintas, los que piensan que el embrión es sagrado y los que pensamos
que es un objeto valioso, pero no sagrado, y creemos que las mujeres son
sujetos de derechos”.
Por
otra parte, la senadora Jacqueline van Rysselberghe (UDI) hizo hincapié
en que después de las 22 semanas no es un aborto, ya que se define como
la inducción de un parto de un “feto inmaduro”. Además, anunció la
reserva de constitucionalidad para este artículo, debido a que estarían
discriminando a un ser humano que está enfermo frente a uno que está
sano, porque “no puede asegurar un tiempo de supervivencia
extrauterina”.
Finalmente,
el senador Allamand (RN) indicó que “soy contrario al aborto, pero
también soy contrario a que la mujer que recurre al aborto caiga presa,
de una penalidad excesiva (...). Tiene que haber una ponderación de la
responsabilidad penal”.
Por
18 votos contra 16 fue aprobada la tercera causal, que se define en el
caso de que el embarazo sea resultado de una violación, “siempre y
cuando no hayan transcurrido más de doce semanas de gestación”. Este
ítem determina que “tratándose de una niña menor de 14 años, la
interrupción del embarazo podrá realizarse siempre que no hayan
transcurrido más de catorce semanas de gestación. Además de su voluntad,
deberá contar con la autorización de su representante legal o de un
juez, punto que también fue aprobado por los parlamentarios, por 19 a
favor, 6 rechazos y 6 abstenciones.
La
causal de violación era el punto más complejo para el Gobierno, ya que
el mismo senador Zaldívar había anunciado que no respaldaría dicha
causal y, aunque los resultados fueron estrechos (18-16), los más
complejo fue el debate. La senadora Lily Pérez lo dijo: “Llegamos a la
causal más compleja en la discusión, el acompañamiento. Yo soy
partidaria del acompañamiento de parte de privados… es muy difícil tener
opiniones neutras”.
“He
escuchado a hombres que hablan de ‘violaciones falsas’, de ‘matar
guaguas’, de ‘el padre de la guagua’. Antes que senadora, soy mujer. Se
trata a las mujeres como que somos irresponsables y que inventarán una
violación para ir al médico a practicarse el aborto”, arremetió la
parlamentaria.
“Toda
la carga de la prueba es la mujer y eso me parece tremendamente
injusto. Pregúntenles a sus hijas o mujeres. Yo conozco a algunas de
ellas y sé que no representan lo que se está diciendo acá”, afirmó la
senadora, quien finalizó su intervención con una frase que reventó las
redes sociales: “No me callo y no me voy a callar, porque soy mujer y
quiero defender lo que las mujeres sentimos”, dijo.
La
senadora Van Rysselberghe contraargumentó: “No nos digan que esto no va
hacia el aborto libre… una joven de 13 años que queda embarazada de su
pololo de 17 años va a poder ir a abortar sin ninguna argumentación de
por medio”. Esta línea argumentativa fue seguida por el senador Espina
(RN), quien aseguró que la medida “favorece la impunidad del violador.
Estamos en el caso de un niño que no tiene ninguna responsabilidad y le
tocó la desgracia de que su padre es un delincuente y nosotros lo
matamos”. Junto con esto, el senador emitió una serie de declaraciones
que despertaron la furia de las redes sociales, principalmente al
enunciar que el abuso en una sola ocasión corresponde a “una violación
común y corriente” o “normal” y al afirmar que “el violador se la hace
completa” a la víctima, cuando esta no se ve obligada a denunciar y se
vuelve a ver expuesta ante el abusador.
Desde
el oficialismo también hubo críticas, principalmente centradas en que
las iniciativas “no son suficientes” y que son mínimas ante un Estado en
deuda con las mujeres del país. El senador Eugenio Tuma aprobó el
proyecto, pero aseguró que es “muy marginal, que no da cuenta de la
realidad de nuestro país”.
Acompañamiento y objeción de conciencia
Respecto
al acompañamiento, la propuesta salida de la Comisión de Constitución y
que fue el principal requerimiento de la Democracia Cristiana,
establece que el prestador de salud debe proporcionar alternativas a la
interrupción del embarazo y “sobre los programas de apoyo social,
económico y de adopción disponibles; debiendo, además, la información
ser siempre completa y objetiva”. Agrega que “la mujer tendrá derecho a
un programa de acompañamiento”, el que se desarrollará previo a la
interrupción del embarazo, durante y después.
Chile
Vamos estableció una indicación que busca generar un “sistema
alternativo que se financie íntegramente por las instituciones
privadas”, que deben ser sin fines de lucro y hasta de características
religiosas, “éste es un esfuerzo para las tareas del Estado”, explicó
Allamand. El senador RN agregó que va a existir una “política pública
financiada por el Estado, del Estado y una opción privada que no
requerirá de financiamiento del Estado”, por lo tanto, “la mujer va a
tener que elegir si quiere acompañamiento y luego quién le dé dicho
acompañamiento”.
Desde
la Nueva Mayoría consignaron que este punto ya estaba incluido en el
escrito original, el cual permitiría la existencia de programas de
acompañamiento de carácter privado, peor “sin fines de lucro”. El
senador Guido Girardi puso énfasis en el cuidado de las organizaciones
que asuman esta responsabilidad, aseveró que se deben cuidar de “locos y
maniáticos” y agregó que se deben comprometer a que no recibirán
financiamiento del Estado
La
senadora Lily Pérez arremetió tras la intervención del senador Navarro y
consignó que es necesario tener una asociación público-privada; añadió
que lo ideal sería que el Estado acompañara a la madre en todo el
proceso, no sólo a la hora de abortar, sino que también al tener sus
hijos y que les brindará educación y salud aseguradas.
La
indicación fue aprobada por 16 votos, 9 rechazos y un 1 abstención
pareada. Se determinó que fuera el Ministerio de Salud el que dará la
acreditación a estos centros que den este apoyo institucional,
resguardando lo solicitado por la Nueva Mayoría, especialmente el ítem
de financiamiento. Finalmente con 20 votos a favor y 7 abstenciones se
aprobó la disposición original respecto al acompañamiento.
En
otro ítem, según la redacción emanada de la Comisión de Constitución
del Senado y que fue incluida por el Ejecutivo, la objeción de
conciencia “autoriza a los médicos cirujanos y a todo el personal
profesional al que corresponda desarrollar funciones al interior del
pabellón quirúrgico durante una intervención de aborto, a formular
objeción de conciencia, quedando exento de la obligación de participar,
siempre y cuando esta objeción se haya formulado al Director del
establecimiento de salud, en forma escrita y previa. En tal caso, el
establecimiento está obligado a asignar a la paciente otro médico
cirujano”. Agrega, que la objeción de conciencia es de carácter personal
y en “ningún caso por una institución médica. No será aplicable en el
caso de que la mujer requiera atención médica inmediata e impostergable,
por riesgo vital.
Un
punto fundamental para la oposición es la ampliación de la objeción de
conciencia hacia las instituciones médicas, solicitud que había sido
expresada también por el Rector de la Pontificia Universidad Católica,
Ignacio Sánchez. Solicitud que no ha tenido asidero en proceso de
tramitación del proyecto, pero que fue expuesta y solicitada por el
senador Hernán Larraín en su intervención y finalmente rechazada por la
Sala.
Otro
nudo se centra en la extensión de la objeción de conciencia hacia todo
el equipo médico, la modificación que fue ingresada por el Ejecutivo en
la Comisión de Constitución, buscaba anular la posibilidad de que la
medida se declarara inconstitucional por “discriminatoria” y fue
respaldada por la Sala. Fórmula que no dejó felices a todos los
senadores oficialistas, ya que tras la modificación, se generaron
discordancias con el proyecto aprobado en la Cámara de Diputados y
podría ser uno de los puntos por los cuales podría pasar a Comisión
Mixta, tras su votación en la Cámara.
La sombra del Tribunal Constitucional
El
principal fantasma que persigue a la denominada Ley de Aborto en Tres
Causales es el del Tribunal Constitucional (TC), el mismo que ha
recorrido proyectos emblemáticos del segundo Gobierno de Michelle
Bachelet, como el de la gratuidad, que fue declarada “discriminatoria”
por parte del TC.
Que
las tres causales aprobadas cuenten con reserva de constitucionalidad,
da por hecho que el proyecto llegará al TC. El problema, según diputados
oficialistas, es que “si pasa de agosto, no será aprobado”. El
equilibrio de fuerzas al interior del Tribunal Constitucional estaría
dando un empate virtual respecto a la iniciativa, en cuyo caso es el
presidente de la instancia el que dirimirá.
Actualmente
está el DC Carlos Carmona a la cabeza del TC, lo que aseguraría el paso
del proyecto de aborto en tres causales, pero su presidencia debería
cambiar en la segunda quincena de agosto. Allí asumiría Ivan Aróstica,
ministro designado por el Presidente Sebastián Piñera, lo que
complicaría la aprobación de la iniciativa.
Para
evitar lo que sería realmente “un bochorno a la altura de la
gratuidad”, en opinión de un diputado oficialista, se han realizado
"malabares" para que el proyecto ingrese a la Cámara y sea aprobado de
forma rápida. Es más, ya en horas de la tarde del martes estaba en la
tabla de sesiones de hoy miércoles de la Cámara de Diputados.
Desde
la Comisión de Salud de dicha instancia, indican que el peligro es la
dilación y que la iniciativa pase a comisión mixta, “ante las grandes
diferencias entre el proyecto que se aprobó en la Cámara y el que se ha
tramitado en el Senado”, lo que se suma a que la próxima semana es
distrital. En el Ejecutivo, sin embargo, mantienen la esperanza y han
trabajado para evitar que esto ocurra, razón por la cual el propio
ministro Nicolás Eyzaguirre se opuso a que la votación se aplazara para
esta tarde.