El especialista del colectivo Amazonía e Hidroeléctricas, José Serra, señaló que el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto hidroeléctrico Chadín II -aprobado
a fines del mes pasado- no tomó en cuenta una serie de componentes que
lo harían insostenible ambiental y socialmente.
En entrevista con Servindi,
Serra dijo que dicho proyecto de AC Energía S.A., subsidiaria de la
transnacional brasileña Odebrecht, tiene previsto ejecutarse en algunos
distritos de las provincias de Luya y Chachapoyas (Amazonas), y en otros
tantos de la provincia de Celendín (Cajamarca).
Serra
Vega detalló que el proyecto desplazaría a cerca de mil pobladores para
dar paso a la inundación de un área de 3,250 hectáreas. Asimismo,
lamentó que no se quieran estudiar otras alternativas de aprovechamiento
de la zona, a través de actividades como el turismo.
ASPECTOS NEGATIVOS Y POSITIVOS DEL EIA
Para
el especialista, el EIA tiene cuatro aspectos negativos importantes:
“Primero, la alteración del caudal del río, porque si usted pone un
dique para bloquear el curso del río, lo que fluía antes según los
pulsos estacionales, estación de lluvia, estación seca, ya no va fluir
igual, porque el agua se va soltar según las necesidades de generación
de electricidad y eso altera toda la vida aguas abajo de la represa”.
“Segundo,
es que los sedimentos que antes bajaban con las aguas del río en la
época de lluvias, serían bloqueados por la represa. En la época de
lluvia bajan cantidades de arcilla, gravas, arenas, etcétera, que ahora
van a quedarse acumuladas contra esa pared que van a encontrar, esos
sedimentos traen cantidades de vida, traen microorganismos, elementos
minerales que son necesarios para la vida del río, río abajo”, agregó.
Como
tercer punto negativo, Serra dijo que “los peces ya no podrán subir y
bajar el río. Según el EIA hay 21 especies pero pueden ser más porque,
como le digo, el río nunca ha sido estudiado desde el punto de vista
científico y algunas de esas especies se extinguirán definitivamente
porque tienen sitios de desove que seguramente está aguas arriba y ya no
tendrán probabilidad de llegar a ellos”.
Asimismo,
señala que “el cuarto punto es la deforestación, porque yo he calculado
que unas 12 mil hectáreas serían deforestadas, la compañía promete
compensar con la reforestación de 5 mil hectáreas pero hay una parte
importante que no sería compensada si mis cálculos son correctos”.
Por
otro lado, agrega Serra, el EIA también tiene puntos positivos. “La
parte positiva es que han hecho algunos estudios sobre la botánica, la
fauna, la flora, de una zona que es completamente desconocida desde el
punto de vista científico. Esto es un aporte al conocimiento del Valle
del Marañón. Desde el punto de vista estricto de EIA me parece que hay
muchas cosas que ellos no han resuelto y que el Ministerio (de Energía y
Minas) no les ha exigido”, indicó.
IMPACTO AGUAS ABAJO
Serra
Vega también se refirió el posible impacto que sufrirían las
poblaciones que viven aguas abajo de la represa. “El EIA no ha
considerado el impacto en la población aguas abajo de la represa. O sea,
es verdad que no hay mucha población, son cañones relativamente
despoblados pero así y todo hay un impacto que puede ser de larga
distancia, el río Marañón es uno de los afluentes que forman el río
Amazonas. Los peces viajan a lo largo del Marañón. Entonces hay impacto
definitivamente aguas abajo pero que no ha sido evaluado”, manifestó.
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